13.Devil

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Me tambaleo, sintiendo como mis manos tiemblan y el aire abandona por completo mis pulmones

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Me tambaleo, sintiendo como mis manos tiemblan y el aire abandona por completo mis pulmones. No puedo evitar sentirme asqueada e impura, con la sensación de haber tocado fondo. La realidad me golpea con fuerza y mi cerebro solo me repite una y mil veces lo jodida que estoy. No importa cuánto lo intente, Demian está siempre un paso por delante mío. Creí que podría contra él, que manipularlo y usarlo sería algo sencillo pero, una vez más, me equivoqué. Aquella autoestima y confianza se había esfumado,sentía el vestido lo suficientemente ajustado que me ahogaba.

Sin esperar un minuto más, salgo de aquella oficina a pasos apresurados, ignorando a los hombres que se encontraban detrás de la puerta en sus fallidos intentos de detenerme.

Mi corazón late tan desenfrenadamente en mi pecho que logra asustarme, por lo que me detengo poco antes de llegar a la pista de baile para tranquilizarme, tomando también unos cuantos segundos para parpadear numerosas veces, eliminando las lágrimas que amenazaban con salir. Sabía exactamente cuál era el sentimiento que me acordaba: miedo.

Rezando internamente para no encontrarme con el azabache, retomo la caminata, empujando los cuerpos sudorosos que se interponen en mi camino, ganándome varios insultos en el camino.

Con la mirada, busco desesperadamente algún rastro de las rastas de Clover o el cabello castaño de Arek. No podía simplemente irme y dejarlos ahí, no después de lo que descubrí. Debía hace lo posible por mantenerlos alejados de Demian y todo lo que estaba relacionado con él.

Un sollozo se escapa involuntariamente de mis labios por lo que aprieto la mandíbula con furia, odiaba sentirme así. En esos momentos, deseaba ser como aquellas protagonistas valientes que se enfrentan a los villanos sin miedo, pero, al final del día, era una simple una adolescente con sobrepeso que comente error tras error con la fantasía de ser una justiciera.

Siento mi cuerpo impactar contra algo duro por lo que suelto un gemido de dolor. Giro molesta al ver al causante, encontrándome con un par de ojos verdes nublados por el alcohol. Me mira y una sombra de reconocimiento cruza su rostro.

—Ah, eres tú, corderito.— su voz sonó lleno de burla e emoción.

—Déjame.— quise decir, pero nada salió de mis labios.

Me aparto lentamente, intentando estar lo más lejos posible pero Demon toma mi antebrazo con fuerza, tirando mi cuerpo hacia él.

—¿Estás bien?— Demon me observa con el entrecejo fruncido mientras pasa su pulgar con suavidad por mis mejillas, quitando las lágrimas que había dejado caer sin darme cuenta.— ¿Alguien te hizo daño? Demian va a estar furioso,es un poco obsesivo contigo.

Yo me zafé de un tirón al oír el nombre del azabache, tal vez con demasiada fuerza, aunque él no lo notó y me miró a los ojos. La curiosidad se veía reflejada en ellos y también yo, me vi en su reflejo y me vi como él me veía: una chica que asustadiza que fingía ser más valiente que lo que era en realidad.

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