12. Willow

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LALISA MANOBAL

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LALISA MANOBAL

Desnuda y con su menudo cuerpo sobre el mío intento apagar la alarma de mi celular que se encuentra sobre la mesa de noche del otro extremo de mi lado. Siento como sonrie contra mi pecho cuando en el trayecto de alcanzar el celular tuve que inclinar mi cuerpo sobre su rostro. 

—No era mi intención despertarte.

—Si vas a hacerlo de esta manera no me importaria. ¿Todo bien, Lili? 

Digo que sí con la cabeza y ella sonríe.

—¿Podemos quedarnos todo el día aquí en la cama? —aprieto su cintura entre mis brazos antes de hacer dibujos abstractos sobre su espalda.

—Humn, eso seria poco productivo de nuestra parte.

—No lo creo... —besé susmejillas con una sonrisa pícara y no pude evitar estrujar su trasero entre mis manos. —¡Lalisa! —chilló cuando apegué mi pelvis contra su estómago haciendola sentir mi erección matutina. Mi cuerpo reaccionaba al suyo con un solo roze. Reí.

—Me has vuelto una adicta al sexo, Park.

Pasé las yemas de mis dedos por los bordes de su delicado y blanquesino rostro. Era tan suave, tan fragil y tan angelical que causaba más remordimiento en mi interior. No podia creer hasta donde llegamos. Daba por hecho de que no tenia arrepentimiento de estar así con Roseanne, pero si me ponia a pensarlo más, la situación me resultaba agobiante.

Me desbordaban las ganas de cuidar su corazón, colocarla en una cajita de cristal para que nadie más pueda dañarla. Era demasiado cínico de mi parte.

El problema no era Roseanne, era yo. No pensaba sentirme tan a gusto como lo estaba a su lado. Y esos pensamientos eran lo que me hacian sentirme miserable por usar a una persona tan increible como ella a mi beneficio.

Inicialmente cuando la ví en el desfile me dejó plasmada en mi lugar, con ganas de tocarla y poder sentir si era real. Luego cuando escuche su nombre completo me transportó directamente al día que fui nombrada directora ejecutiva de CELINE. Hace dos meses cuando eso sucedió, mis madres antes de fallecer me dejaron una carpeta de salvación. La emprea estaba en alerta roja economicamente y yo tenia que salvar el trabajo de mi familia entera. 

No me consideraba una hija ejemplar, solo alguien manipulable del cual se puedan sentir orgullosas. La muerte de Nayeon y Jeongyeon Manobal se coló sobre mis hombros desde que volví a pisar Corea y ví la situación en la que me encontraba.

FLASHBACK SEMANAS ATRÁS.

—Mi sentido pesame señorita Manobal —Mis ojos se encontraban cubiertos por unos lentes oscuros a causa de tanto llorar la última semana antes de mi llegada, estos seguian hinchados. Frente mío estaba la ahora ex secretaria de mamá, Jeon Somi si mal no recordaba. Tragué saliva cuando ví la misma mirada de esa chica en los demás trabajadores. Lastima.

ENCHANTED |CHAELISA| G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora