°Director° ⁴

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Director Depp.

Me siento en mi silla para poder observar todos sus movimientos mientras se acerca lentamente a la esquina y la mira. Sigue con la falda levantada, así que puedo ver cómo le brillan los labios del coño mientras camina y su necesidad en la cara interna de los muslos.

-Abre un poco las piernas. -le ordeno y lo hace de maravilla. -Eso es, ahora levanta un poco y ponlo en la abertura de tu coño.

La punta rosa roza su clítoris y suelta una risita mientras lo hace de nuevo. Me relamo los labios, deseando poder besárselo, pero permanezco sentado. Después de unos cuantos roces rápidos, lo coloca en su entrada.

-Ve despacio para que no te apriete. -vacila y luego mete un poco más, y puedo ver que incluso el tamaño delgado es casi demasiado grande. -Con cuidado, deja que tu cuerpo se acostumbre. -mete otro centímetro, y entonces la oigo gemir mientras sus caderas se balancean hacia delante. -Buena chica.

Dobla las rodillas ligeramente, y cuando finalmente lo tiene todo dentro de ella, se retuerce contra mi escritorio.

-Oh, se siente tan bien. -cierra los ojos y echa la cabeza hacia atrás.

Me meto la mano en el bolsillo, saco el mando a distancia y presiono el botón de vibración. En cuanto empieza a vibrar, abre los ojos y me mira con una mezcla de sorpresa y excitación.

-Oh, Dios... -susurra mientras se frota el coño más deprisa.

Estoy tan duro que noto cómo me gotea semen en la cara interna del muslo. Tengo que meter la mano entre las piernas para apretarme la polla y poder mantener algún tipo de control. Ahora se mueve más deprisa, y solo puedo pensar en cómo se sentiría si fuera mi polla la que estuviera dentro de ella en lugar de ese juguete.

-Inclínate sobre el escritorio. -le ordeno mientras me levanto. No vacila, se deja caer hacia delante y sigue frotándose sobre el juguete vibrador.

La miro por detrás y veo el juguete rosa moviéndose en su coño. Sus bonitos labios se aprietan a su alrededor y aprieta con fuerza como si no tuviera suficiente. Mirándola así, puedo ver su culo, y ella debe darse cuenta al mismo tiempo.

-Papi. -gime, y me pongo rígido. Tiene la cara pegada a mi escritorio y los ojos cerrados mientras se folla este juguete y gotea sobre mi escritorio.

El corazón me palpita en los oídos cuando todo mi control se desvanece y me acerco a ella. No pienso en lo malo que es esto o en que debería parar, sino en tocarla.

-Te tengo. -susurro mientras me chupo un dedo y lo coloco suavemente entre sus mejillas. Lo empujo contra la entrada de su culo y, cuando se tensa, lo froto. -Respira, Linn.

Su precioso agujero rosado está jodidamente apretado, pero consigo entrar. Mi polla palpita ahora con el vibrador mientras empujo dentro y siento cómo su cuerpo se pone rígido.

Coloco la otra mano contra su coño y, cuando grita y se corre, no me decepciona el torrente de líquido caliente que la recibe.

Ronronea como un gatito, se desploma contra el escritorio cuando termina y yo deslizo el dedo fuera de su culo. Con un clic, el vibrador se apaga y me agacho para sacárselo del coño. Mientras ella sigue sobre el escritorio sin moverse, guardo el juguete y me siento detrás del escritorio para que no pueda ver mi erección.

La observo durante un buen rato y, cuando por fin recupera el aliento, sonríe y se levanta despacio.

-¿Estás mejor? -le pregunto, y asiente.

-Mucho mejor. -veo que se muerde el labio y se baja la falda. -Quizá un poco adolorida. -dice, y sus mejillas arden de vergüenza. -Gracias... ya sabe, por ayudarme.

-¿Ya puedes volver a clase? -miro el reloj. -La maestra Sallow va a terminar su lección.

Se acerca a mi escritorio y la veo mirar mi regazo. Hay una clara mancha húmeda en la parte delantera de mis pantalones, y ella tiene los ojos puestos en ella.

-¿Y usted?

-Esperaré hasta que te hayas ido. -digo suavemente.

-Pero, ¿y si quiero mirar? -sus ojos oscuros son tan inocentes mientras me mira a través de las pestañas.

-Te veré mañana, Linn. -le respondo.

Saca el labio inferior y hace un adorable puchero mientras coge su bolso y me deja solo en el despacho.En cuanto cierro la puerta, me desabrocho los pantalones y me sujeto la polla. Estoy tan duro que se me eriza y me duele la base, donde se me ha acumulado todo el semen.

Me llevo los dedos a la nariz e inhalo el aroma de su coño mientras me agarro la polla y la acaricio dos veces. Es todo lo que necesito para que el semen se derrame por mi puño, y lo utilizo para lubricar el resto de mi miembro.

Tengo que correrme otra vez para que baje, y cuando termino mi corazón se acelera.

Linn es especial y mañana es su último día. Sé con cada centímetro de mi alma que no la dejaré salir de esta escuela sin meterla en mi polla.

One Shots [+21] «Johnny Depp»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora