°Lactosa° ⁵

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Fanny.

Estoy tan excitada con la idea de tener mis propios bebés que hago exactamente lo que me dice el tío Jhonny y me pongo a cuatro patas. Sin que me lo pida, me subo el vestido por detrás para que pueda meterse entre mis piernas. Recuerdo que las esposas me decían que esa era una buena forma de quedar embarazada, así que abro bien las piernas y empujo mi trasero hacia arriba.

—Maldita sea, estás jodidamente ansiosa, ¿no? —siento sus manos rozarme los muslos antes de que su virilidad me apriete. —No te preocupes. Voy a tratarte muy bien.

Me presiona en la entrada y luego siento que empuja un poco. Me tenso y entonces el gran cuerpo del tío Jhonny cae sobre mí. Su peso me mantiene quieta y su barriga me inmoviliza. No puedo moverme, y cuanto más empuja, más me duele.

—Tío. —gimo y empiezo a moverme.

—Shh, acabará pronto. No hagas ruido. —puedo sentir su respiración agitada contra mi mejilla mientras empuja dentro de mí. —Jesús, está apretado. —me suda la espalda y cierro los ojos. —Oh Dios, corderita. Así es como te ganarás el sustento.

De un fuerte empujón, la mete hasta el fondo, y mi boca se abre en un jadeo silencioso. Pero el tío Jhonny no se detiene, se abalanza sobre mí como un perro y me besa al oído.

—Eso es, ahora estás lista. —sigue penetrándome más y más fuerte. —Después de esto, puedo follarte cuando quiera. —Es tan pesado y duro que me estoy mareando, pero me recuerdo a mí misma que así es como consigo un bebé. —Vas a hacerme papá, ¿verdad? —dice como si leyera mis pensamientos. —Te dije que quería esperar, pero no me dejas. Ya estás intentando robármelo, corderita. Lo noto.

Me aprieto a su alrededor y gime de placer. Lo curioso es que yo también me siento bien cuando lo hago. Así que vuelvo a hacerlo y el placer vuelve a surgir. Me inclino sobre el heno para que mi trasero quede al aire y miro al tío Jhonny. Está sentado y desnudo, salvo por el overol que le rodea los muslos y el sombrero de vaquero. Veo su virilidad dentro de mí y, cuando lo aprieto, se le van los ojos a la nuca.

Sigo haciéndolo porque le encanta, y me cabalga como un caballo de rodeo. Su vientre me empuja el trasero cuando me penetra, y me encanta sentir su peso.

—Este es nuestro secreto, ¿verdad? —me dice, y asiento. —Así me gusta. Si quedas embarazada, cuidaré de ti.

Mi cuerpo está tan excitado por lo que el tío Jhonny me está haciendo y por la idea de tener un bebé que es demasiado. El placer aumenta y luego explota cuando la liberación se extiende por cada miembro.

—Si sigues corriéndote así, te reproduciré en el primer intento. —gruñe mientras me penetra. —Eso te abrirá de par en par.

Es más profundo que antes, cuando lo hacían su boca y sus dedos, y me envuelven oleadas de placer. Es algo a lo que podría acostumbrarme fácilmente, y ya estoy pensando en la próxima vez.

—Joder, sigues robándomelo. —se retira y, como si no pudiera evitarlo, se apresura a volver a penetrarme. —Este coño me está dejando seco.

Ahí es cuando siento un calor adentro mientras su hombría palpita. Es algo primitivo, y mi instinto es apretarme alrededor de él y profundizar. Su semilla se ha esparcido y me aferro a cada gota para que eche raíces.

—Date la vuelta, tengo uno más. —gruñe mientras empuja mi espalda y empuja mi cadera.

Hago lo que el tío Jhonny quiere y ruedo sobre mi espalda. Me duele un poco entre las piernas, pero sé que tengo que cumplir con mi deber. Me tira de la parte delantera del vestido, así que lo desato mientras me penetra.

Esta vez no va despacio, sino que golpea fuerte y rápido. En cuanto me desato la parte delantera del vestido y mis pechos quedan libres, veo que estoy goteando y llena.

—Haces más para seguirme el ritmo. —dice mientras agacha la cabeza y se agarra para amamantar. En cuanto ha amamantado un poco, pasa al siguiente. —Sí, esto es para mí. Esta leche me mantendrá alimentado.

Le paso los dedos por el pelo mientras bebe hasta saciarse y se corre dentro de mí. La sensación es tan buena así, que no lucho contra mi cuerpo cuando se acerca el clímax.

Levanto las caderas y aprieto con fuerza mientras el placer se dispara y luego me inunda. El tío Jhonny vuelve a beber y veo que le cae leche por la barbilla. No se la limpia mientras empuja con fuerza una última vez, y siento su cálida descarga exactamente donde más la deseo. Esta vez, lo rodeo con las piernas para que no pueda salirse antes de tiempo. Una de las esposas me dijo que esto ayudaría a que la semilla echara raíces.

—Codiciosa. —se burla mi tío mientras me sonríe. Luego se inclina para lamerme los pezones una vez más. —Supongo que yo también lo soy.

—Te agradezco mucho que me hayas dejado venir a vivir contigo. —le digo y le beso los labios.

—Yo también, corderita. Sabes que te amo, ¿verdad? —dice, y asiento.

—Yo también te amo. —le respondo y me abrazo a él. Esta vez me besa despacio y noto lo duro que está. —¿Debería hacer mis quehaceres una vez más?

—¿Por qué no entras y me preparas algo de comer? Dejaré que te llenes antes de volver a ponerte sobre mi polla. —me frota el pezón con el pulgar y mis pechos se sienten pesados por la necesidad. —Ahora quiero leche con todas mis comidas.

—Sí, tío Jhonny. —digo y me río mientras se sale y me ayuda a ponerme de pie en el heno.

—Buena chica, corderita. —dice mientras se abrocha el overol. —Pronto iré por mi bebida.

One Shots [+21] «Johnny Depp»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora