Jhonny.
Cuando el coche se detiene delante de la casa, atravieso las puertas para saludarlas. Mi ex cuñada Daniela sale primero y viene directamente hacia mí.
-Jhonny, qué alegría verte. -se inclina para darme un beso, pero no me muevo y se queda ahí de pie con el ceño fruncido. -¿Recibiste mi correo electrónico?
-Sí... -digo fríamente, y parece que su sonrisa se pierde ligeramente antes de volver a ponerla en su sitio.
-¿Y?
-Y la respuesta es no. -miro a Nina por encima del hombro y vuelvo a dirigir la mirada al coche. -Ya puedes irte.
Todas las pretensiones caen de su cara, y ella se inclina cerca para que pueda susurrarme las palabras.
-Iré a la prensa. Lo contaré si no me pagas.
La semana pasada me envió un correo electrónico exigiéndome algo, pero lo borré. Daniela siempre ha preocupado solo por sí misma, incluso cuando se suponía que debía cuidar de mi sobrina. Está tratando de usar esto como un último esfuerzo, pero es demasiado tarde.
-Deja de ponerte en ridículo. -me dirijo al coche y la rodeo. -Tu trabajo aquí ha terminado.
Mi chófer se adelanta y la toma por el codo para acompañarla lejos antes de que pueda montar una escena. En ese momento, veo a Nina por primera vez y la asimilo. Su vestido es bajo por arriba y sus pechos sobresalen por encima. Los exuberantes montículos parecen apretados, y tengo que tragar saliva mientras se me hace agua la boca.
-Bienvenida a casa, Nina. -le digo y le tiendo la mano.
-Hola, tío Depp. -se muerde el labio inferior y mira a cualquier parte menos a mí. Ni siquiera le dedica una mirada a su madre mientras la llevan de regreso al coche y yo conduzco a Nina al interior de la casa.
-Deja que te enseñe tu habitación. -no le suelto la mano mientras subimos las escaleras.
-Es tan grande. -dice con asombro en la voz, y siento que se me hincha la polla.
¿Cómo voy a controlarme? Ya tiene dieciocho años y es toda mía.
Una vez en su habitación, cierro la puerta y dejo que mire a su alrededor.
-He decorado esto para ti, pero puedes cambiar lo que quieras.
Espero que esté en mi cama antes de que pase mucho tiempo, pero paso a paso, sin prisa, Johnny.
-Es el lugar más bonito que he visto. -sus ojos brillan cuando se gira para mirarme.
-Gracias, tío.
-Ven aquí y dilo bien. -le digo, y me mira confundida. -Tenemos reglas, Nina, y vas a seguirlas.
-Sí, señor. -se acerca a mí y me mira dubitativa.
-Cuando quieras darme las gracias, me darás un beso. -me agacho porque soy demasiado alto para que ella me alcance de puntillas. Me pone las manos en el pecho mientras sube y me da un beso rápido. -Tienes que abrir la boca, Nina. -le digo, y vuelve a sonrojarse.
-De acuerdo. -cuando vuelve a besarme, esta vez hace lo que le pido y abre la boca para que pueda deslizar mi lengua contra la suya. Inhala al contacto, pero no se retira. Me tomo mi tiempo para saborearla y dejo que mis manos toquen sus caderas. Está tan llena y suave que es perfecto agarrarse a ella.
-Buena chica. -la elogio y vuelve a sonreír. -Ahora te diré el resto de tus reglas.
-Prometo hacer lo que me digas, tío.
-Eso es lo que me gusta oír. Ven a sentarte en la cama conmigo. -me acerco, tomo asiento y me recuesto en las almohadas. Me observa y, sin saber dónde sentarme, le tomo la mano. -Cuando esté sentado te sentarás en mi regazo a menos que te diga lo contrario.
-Oh... -mira mi regazo, y entonces la atraigo hacia mí.
-Pon tus rodillas a cada lado de las mías. Eso es, así me siento bien. -el vestido se le sube un poco y siento el calor de su coño apretado contra mi polla. -Perfecto.
-Eso se siente bien. -dice sorprendida.
-¿Te has tomado las pastillas como te dije? -le pregunto, y asiente rápidamente. -Así me gusta.
Mis dedos se dirigen a la parte delantera de su vestido, donde hay un pequeño lazo blanco que sujeta la parte superior.
-Todos tus vestidos tienen esto. -digo mientras alargo la mano y toco el lacito. -Es para que pueda acceder fácilmente a ti cuando tenga sed.
-¿Sed? -ladea la cabeza y casi tiemblo de excitación mientras desato lentamente la cinta.
-Ahora es mi trabajo cuidar de ti. Tu cuerpo ha estado experimentando algunos cambios para que podamos tener este momento especial juntos cada noche antes de acostarnos.
-¿Qué quieres que haga?
-Oh, no tienes que hacer nada, mi dulce chica. Yo haré todo el trabajo. Solo tienes que sentarte aquí en mi regazo y dejar que el tío te cuide.
-Creía que no te gustaba. -dice suavemente, y niego.
-Antes no podía tocarte, así que tuve que mantener las distancias hasta que tuviste edad suficiente. Hasta que estuvieras preparada. Te he estado esperando mucho tiempo, Nina.
-¿Así que este es nuestro momento especial?
Asiento mientras retiro el material del vestido y revelo sus pechos llenos.
-Y será nuestro secreto. -paso el dedo por el apretado pico de su pezón y aparece una gotita de crema. -Duelen, ¿verdad?
-Sí. Han crecido muy deprisa.
-Eso es porque me estás guardando mi regalo. -cuando me mira confundida, me inclino y acerco mis labios a su pezón. La punta de mi lengua se desliza sobre el pequeño pico y entonces saboreo la crema de su leche. -Qué chica tan dulce eres.
-¿Tío?... -me mete un poco más el pecho en la boca y esta vez chupo con más fuerza. -Eso me produce un cosquilleo en las bragas.
-¿De verdad? -miro hacia abajo, donde se le ha subido el vestido, y cambio al otro pecho. Cuando me da otra probada de leche, me inclino hacia atrás y alcanzo mi cinturón. -Tal vez también debería revisar tus bragas en busca de crema.
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One Shots [+21] «Johnny Depp»
FanfictionADAPTACIONES del inglés al español, ninguno de los relatos en este libro son de mi autoría. Alto contenido para adultos. Mención de temas muy tabú. Se recomienda discreción. Original de Alexa Riley.