Johnny.
Parece tan tranquila estirada en la cama mientras yo me siento en el borde del colchón. No quería que tuviera que ser así, pero no tenía elección. Ya no la tenía.
Cuando alargo la mano para apartarle el pelo de la cara, me tiemblan las manos. Había tardado tanto en encontrarla que empezaba a preocuparme la posibilidad de no encontrarla nunca, y no estaba dispuesto a contemplar esa posibilidad.
En cuanto "infiltramos" a Aaron, las cosas se pusieron en su sitio. Eso fue todo lo que hizo falta para llamar la atención de Vania y obligarla a salir de su escondite. Aaron creó eventos elaborados con conexiones a lugares que pensamos que Vivian podría ir. Al final, apareció en una fiesta con un anillo en el dedo, pero en cuanto Aaron intervino, se acabó.
El plan de hoy se ha estado construyendo durante semanas, y finalmente sacó a Vania de la casa y la alejó de mi niña. La vieja esa va a tener un duro despertar cuando aparezca en su escapada con Aaron y descubra que mi padre los está esperando. Tiene que dar muchas explicaciones sobre el dinero que se llevó y los secretos que vendió. Christopher le habría dado todo lo que quisiera, pero vender secretos a nuestros enemigos rompió su confianza y no hay vuelta atrás.
Lo que pase con ellos dos no me importa, porque todo lo que quería de este trato era a Letty. Por eso trabajé tan duro para atrapar a Vania, para que mi niña fuera mi recompensa. Ella siempre estuvo destinada a ser mía.
Respira con calma mientras le acaricio la mejilla y dejo que mis dedos recorran su cuello. El lugar donde le di el sedante está rosado, pero no debería dolerle cuando por fin se despierte. Así solía ser cuando se metía en mi cama. Las noches que sabía que Christopher y Vania iban a discutir, le daba un té especial para dormir. Luego esperaba a que el sedante hiciera efecto para poder abrazarla todo lo que quisiera.
-Te he echado de menos. -le digo mientras le subo la camiseta raída y le miro los pechos desnudos. -También he echado de menos esto.
Mis dedos recorren sus pezones mientras me inclino y rozo sus labios. Luego agacho la cabeza y chupo uno a uno sus bonitos capullos. Estoy tan excitado que no sé cómo voy a contenerme. Nunca antes había ido más allá de un pequeño roce mientras la abrazaba, mientras se aferraba a mí por miedo a la pelea. No es que hubiera dejado que las cosas llegaran a más que simples roces. Pero ahora que lleva demasiado tiempo alejada de mí, tal vez no pueda controlarlo mucho más.
Cuando la traje aquí a la cabaña remota, decidí atarle las manos a la cama por si acaso. No podía arriesgarme a que se me escapara, así que tiré su bata al suelo y la dejé solo en camiseta y bragas antes de sujetarle los brazos por encima de la cabeza. No confiaba en cómo podría responder si intentaba huir de mí. Era mejor así. Estoy en el filo del abismo. Estoy ahí desde que desapareció de mi vida, llevándose la única luz que quería en mi oscuro mundo.
Chuparle los pezones no es suficiente. Siento como si me debiera una venganza por todas las noches que ha estado fuera de mi cama. La última noche que me pidió dormir conmigo, tuve que rechazarla. Sabía que no podría contenerme más y quería que nuestra primera vez fuera especial. No sabía que me la iban a robar, y desde entonces estoy hecho una furia.
Ahora estoy recuperando el tiempo perdido y no permitiré que intente huir de mí.
Introduzco los dedos en sus bragas, encuentro su cálido centro y empiezo a frotarle el clítoris. Puede que esté inconsciente, pero su coño sabe lo que tiene que hacer. Empieza a mojarse más cuanto más lo froto, y me encanta lo resbaladizo que se está poniendo su precioso coñito.
-Hermanita, estás goteando. -sonrío mientras le bajo las bragas y le abro las rodillas. Quiero verla bien así, sin que pueda resistirse. -Joder, no voy a poder esperar.
Quiero que me mire cuando le quite su preciada virginidad, pero puedo hacer otras cosas hasta entonces. Tiene las muñecas atadas para que pueda ponerla boca abajo mientras está sujeta. Le subo la cadera y la devoro por detrás, necesitando su sabor en mi boca. Cuando meto la lengua en su apretado coño, siento su inocencia. Es algo que quiero conservar en partes de su vida, pero no aquí, cuando estamos solos. Esa inocencia será mía.
Arrastro la lengua hasta su oscura entrada, deseando saborear cada parte de ella. Me pertenece. Me pertenece desde antes de que supiera lo que significaba. Su cuerpo responde a mi lengua, su coño se humedece. Su cuerpo quiere lo que solo yo puedo darle. Nunca permitiría que otro la tuviera.
Me acerco a la mesita de noche, saco el lubricante que compré solo para esto y echo unas gotas en mi mano. Me froto la polla rápidamente unas cuantas veces mientras me subo a la cama, encima de ella.
Mis rodillas quedan por fuera de sus piernas y deslizo un brazo bajo sus caderas para inclinar un poco su trasero. Es suficiente para deslizar mi polla entre la raja de su culo y presionarla contra su apretado agujero trasero.
-Esto es para mí, hermana. -digo mientras empujo contra él. -Siempre serás mi dulce niña. Mi dulce e inocente chica.
No se mueve mientras empujo la cabeza de mi polla en su culo, y yo siseo de placer. Como está desmayada, no se resiste y la introduzco con facilidad. Coloco los puños a ambos lados de su cuerpo y empiezo a mover las caderas.
-Joder, es tan malditamente apretada -miro hacia abajo y veo cómo mi polla brillante y lubricada desaparece en su culo. -¿Cuántas veces puedo metértela antes de que te despiertes?
Mi control se rompe mientras me balanceo lentamente hacia delante para que tome más. Estar dentro de ella calma a esa bestia furiosa en mi pecho, y cuanto más tomo, más quiero. ¿Podría follarle también la boca sin despertarla?
Todas esas veces en mi cama, le frotaba las tetas o deslizaba la mano entre sus piernas. Siempre era por encima de la ropa, pero sabía lo que había debajo, y ahora que estoy hasta las pelotas en su culo, necesito más. Siempre se contoneaba sobre mí cuando se metía en mi cama. Mi niña buena se aferraba a mí durante esas noches.
-Johnny. -gime, y me quedo quieto. Su cuerpo sigue inmóvil, y sus ojos están cerrados, pero tal vez las drogas están empezando a desaparecer.
-Shh. Solo un poco más. -digo mientras empujo en su culo. -Casi termino.
Mi polla está tan jodidamente llena, pero se siente bien, y no quiero que termine todavía. Me apoyo en su espalda y empiezo a mover las caderas con fuerza. Mi polla entra y sale de su culo, pero veo que empieza a inquietarse.
-Es tan grande. -gime, y siento que aprieta justo cuando la empujo.
-Tu hermanito está aquí. -beso su mejilla y aprieto su culo. -Vuelve a dormirte.
Aunque está atada, la sujeto y empiezo a empujar. He esperado demasiado para esto y ella lo va a soportar.
- Johnny. -la palabra es más clara esta vez, y sus brazos tiran de las ataduras.
-Joder, eso es. -ya estoy goteando dentro de ella mientras voy más rápido. -Lucha conmigo, Letty.
Empuja contra mi polla como si quisiera sacarme de su culo, y eso es todo lo que necesito para correrme. Me sostengo profundamente y me corro fuerte mientras pongo todo mi peso encima de ella. Tomará cada maldita gota, y luego le mostraré lo que sucede cuando trata de huir de mí.
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One Shots [+21] «Johnny Depp»
FanfictionADAPTACIONES del inglés al español, ninguno de los relatos en este libro son de mi autoría. Alto contenido para adultos. Mención de temas muy tabú. Se recomienda discreción. Original de Alexa Riley.