°Ohana° ³

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Letty.

Una mezcla de dolor y placer me recorre el cuerpo y la sensación de saciedad es abrumadora. Intento alejarme de lo que está ocurriendo, pero mi cuerpo no quiere. Quiere más.

-Letty. -el sonido se abre paso entre la niebla de mi mente y mi cuerpo se aprieta contra el colchón mientras el calor florece en mi interior. Intento moverme, pero no consigo nada porque estoy inmovilizada. -Joder, sigo duro.

Jadeo mientras el peso se levanta de mi cuerpo y algo se desliza por mi trasero. Oh, Dios. El mismo calor que había sentido dentro de mí empieza a filtrarse por ahí.

-Ahora vuelvo. -una boca besa suavemente mi espalda desnuda, y cierro los ojos mientras todo vuelve a estar completamente enfocado. La realidad de lo que acaba de ocurrir se apodera de mí y recuerdo al gatito y luego a alguien que me agarra.

Abro los ojos cuando oigo el sonido del agua. Cuando intento moverme, me doy cuenta de que tengo las manos atadas al marco de la cama. Consigo girar sobre mi espalda, y me duele el cuerpo, pero no con un dolor normal. No estoy segura de qué es. Siento las nalgas pesadas, y sé que el hombre estaba dentro de mí ahí. Es el único lugar donde siento algún tipo de molestia. No me duele; es más tierno que otra cosa.

-¿Dónde estoy? -vuelvo a tirar de la muñeca, pero es inútil. Puede que la tela sea suave, pero me doy cuenta de que no voy a poder soltarme. Me lamo los labios secos y echo un vistazo a la habitación. Si no estoy amordazada, supongo que estoy en medio de la nada. Las paredes son de troncos, lo que indica que estoy en una cabaña. Todo en la habitación es bonito y limpio, y me sorprende lo nuevo que parece. Mis ojos se dirigen a la única puerta que está abierta, y sé que es el cuarto de baño.

No puede ser.

Cuando oigo salir el agua, aprieto los muslos. La camiseta me cubre las tetas e intento bajármela, pero no se mueve. Es lo único que llevo puesto. Me ha quitado toda la ropa y me pregunto qué más habrá hecho mientras dormía. Lo sentiría si me hubiera quitado la virginidad. De la misma forma que sé que se ha metido dentro de mi trasero. Sobre todo porque lo que dejó atrás todavía gotea de ahí.

¿Por qué tuvo sexo conmigo por mi trasero Espera, ¿significa eso que otra persona se queda con mi virginidad? El pánico empieza a crecer en mi interior porque recuerdo que algo así ocurrió en uno de mis libros. Esto no puede estar pasando. Me quedaba encerrada y lo odiaba, pero quizá mi madre tenía razón. La única vez que salgo de casa sola, me meto en esto.

Quiero gritar pidiendo ayuda, y solo hay una persona que quiero que rebote en mi mente. La única persona a la que acudía cuando tenía miedo. Johnny.

Estaba soñando con él antes de que me despertara la persona que usaba mi cuerpo. Mi estómago se revuelve con una extraña excitación al imaginar a alguien haciendo de las suyas conmigo. Que me desearan tanto que me tomaran. Intento alejar esos pensamientos, sabiendo que siempre se han colado en mi mente cada vez que tengo esa necesidad de tocarme.

-Letty. -el corazón casi se me sale del pecho, y esta vez, cuando oigo la palabra, sé que no está en mi cabeza ni es parte de un sueño. Viene del hombre que sale del baño con una toalla alrededor de la cintura y el pelo oscuro mojado por la ducha. -No te duele, ¿verdad?

Abro y cierro la boca mientras Johnny se acerca a un lado de la cama. Ahora es mayor, y su cuerpo es más grueso y corpulento de lo que recordaba. Es el mismo, pero no lo es. Su tono es suave, pero me doy cuenta de que es un poco agresivo. Intenta controlarlo.

-¿Johnny? -susurro, preguntándome si mi mente está inventando cosas, pero nunca podría olvidar sus ojos. Nadie puede.

Nunca he visto a nadie con unos ojos tan oscuros como los suyos. Incluso mamá los mencionó más de una vez. Se preguntaba si no tenía alma. Al menos eso es lo que decía cuando le preguntaba por él. Eso no era lo que veía cuando lo miraba a los ojos. Siempre pensé que me dejaban ver dentro de él. Ahora mismo, sin embargo, no estoy segura de lo que veo. Hay algo salvaje ahí.

-Hermanita. -se desliza sobre la cama. - ¿Realmente pensaste que te dejaría ir? -roza su boca con la mía suavemente. -Te dije que siempre estaríamos juntos. -la lengua de Johnny lame el borde de mi boca. -Respóndeme. -me muerde el labio inferior, haciéndome jadear.

-No lo entiendo. -una lágrima se desliza y entrecierra sus ojos en mí antes de besarla.

-¿Tienes miedo?

-No lo sé. -respondo con sinceridad. ¿Miedo de lo que me ha hecho? ¿Miedo de que me vuelvan a separar de él?

-¿Crees que te haría daño? -su voz es más grave que nunca.

-¿Lo harías? -le pregunto.

Johnny no es solo el hermano que recuerdo. Ahora es un hombre en todos los sentidos de la palabra, y una oscuridad se cierne sobre él. Intento bajar los brazos para tocarlo, olvidando que están atados. Solía decirme que yo era una luz brillante en su mundo de tinieblas. También me decía que me quería. ¿Todavía lo hace o está enojado como mamá dijo que estaría si alguna vez nos encontraban?

-Depende de lo que consideres herida, supongo. -entierra la cara en mi cuello, respirando profundamente. -Siempre has olido tan dulce. -me besa el cuello y siento sus labios recorriéndolo. -No quiero hacerte daño, Letty. -levanta la cabeza, su cuerpo se desliza sobre el mío antes de presionar las rodillas, exigiendo que mis muslos se abran para él. La dura polla de mi hermano presiona contra mi sexo desnudo y se me escapa un gemido. Es entonces cuando el dolor de todo el cuerpo vuelve de golpe. -Pero quiero que sepas que haré lo que haga falta para conservarte. Eres mía, Letty. Me perteneces. -su mano me rodea la garganta. -¿Te fuiste con ella voluntariamente? -sus dedos se tensan.

-No.

-No eras suya para que te llevara. ¿Lo entiendes? -asiento. -Quiero oírlo, hermanita. ¿A quién perteneces? -su mano sigue apretándome el cuello, haciéndome más difícil respirar. Ahora puedo verlo en sus ojos. Es como un perro rabioso al que provocan con la comida de la que ha estado hambriento.

Y soy su próxima comida.

One Shots [+21] «Johnny Depp»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora