Linn.
Mañana estoy libre. Puedo aguantar hasta entonces, ¿no?
Papá me ha vuelto a recordar esta mañana que me portara bien o no me daría mi regalo de graduación, pero aquí estoy sentada una vez más en la clase de la señora Sallow, aburridísima.
Está de espaldas a la clase mientras enciende el proyector. Lleva diez minutos intentándolo y, a estas alturas, resulta cómico. Cualquiera de los presentes podría enseñarle cómo hacerlo en medio segundo, pero todos nos hemos desentendido mentalmente. Al menos los que quedamos. Hoy la sala está casi vacía, con los mayores abandonando sus últimos días. Los envidio, pero mi papá me mataría, y sé que la señora Sallow solo busca una excusa para meterme en problemas.
Las luces de la clase están apagadas y ella tiene las persianas bajadas. Mientras me recuesto en la silla, mi mente divaga y no puedo evitar pensar en lo de ayer. El director Depp me dejó correrme en su escritorio mientras miraba, y fue lo más caliente que he hecho nunca.
Me corrí tan fuerte que me sorprendí, y por la expresión de su cara, él también se sorprendió. Cuando estaba cenando pensé en la forma en que me miró. Apenas podía quedarme quieta en mi asiento y mi papá no paraba de preguntarme si estaba bien. Incluso ahora me retuerzo al pensar en mí frotándome mientras el director Depp se tocaba la polla.
Intentó esconderla bajo el escritorio, pero ví cómo se le movía el hombro. Le encantaba, y eso me mojaba cada vez más. Lo suficiente como para restregarme por todo su escritorio hasta que me corrí tan fuerte que casi se me doblan las rodillas. Por suerte, fue suficiente para saciarme el resto del día, pero esa noche solo me hizo querer más.
Ahora mismo, estoy tan excitada pensando en lo bien que me sentí que balanceo las caderas en mi asiento.
-Linn. -la señora Sallow sisea y abro los ojos para verla de pie junto a mí.
El vídeo se está reproduciendo en la pizarra, y los alumnos que quedan están viendo lo que sea que ella haya puesto. Está oscuro aquí detrás, así que es imposible que viera lo que estoy haciendo, a menos que se haya escabullido a propósito al fondo del aula para espiarme.
-Pensé que después de ayer podrías controlarte, pero no tienes autocontrol. Levántate.
Sale de la sala y no tengo más remedio que seguirla. Cuando llega al despacho del director Depp, apenas llama antes de abrir la puerta de golpe y soltar su enojo.
-Es una auténtica pesadilla y no voy a tolerar su comportamiento ni un momento más. -vocifera a la misma vez que realiza movimientos raros con sus brazos.
-Buenas tardes, señora Sallow. -le dice amablemente el director Depp mientras deja el libro que tenía en la mano sobre su escritorio y se levanta. -Veo que ha vuelto a haber un incidente con Linn. -antes de que la señora Sallow pueda responder, él ya la está tranquilizando. -Ya sabe cómo pueden ser los mayores al final de su tiempo con nosotros. Por qué no vuelves a clase y disfrutas del resto de la tarde mientras yo me encargo de esto.
-Sí. -toma aire y asiente. -Sería estupendo, gracias. -se acicala un poco y veo que le dedica una sonrisa coqueta. -Siempre
apoyas tanto a los profesores de aquí.-Es parte del trabajo. -le da una palmada en el hombro y la acompaña hasta la puerta. -¿Por qué no evitamos cualquier agitación del último día haciendo que Linn venga directamente a mi despacho durante tu clase? Estoy seguro de que eso aliviaría cualquier estrés no deseado, y como es el último día, puedo hacer que escriba algunas planillas.
-Creo que sería perfecto. -la maestra Sallow sonríe mientras la empuja suavemente fuera de su despacho.
-Me aseguraré de que se haga. -le dice el director Depp mientras cierra la puerta y echa el pestillo tras ella.
Hay un largo rato de silencio antes de que él se dé la vuelta y cruce los brazos sobre el pecho. Es como si esperara a que yo hablara primero y, a medida que se prolonga el silencio, decido hablar.
-Lo siento. -intento sonar arrepentida, aunque siento que el dolor entre mis piernas aumenta.
-Quiero que seas sincera conmigo, Linn. -se acerca y ahora me mira con expresión severa y la mandíbula apretada. -¿Te has metido en problemas a propósito para tener que venir otra vez a mi despacho?
Me muerdo el labio inferior mientras mis dedos juegan nerviosamente con el borde de mi falda. Me la he subido mucho de camino aquí.
-¿Quizá? -respondo en forma de pregunta, y él niega.
-Sabía que pasaría esto. -sus ojos se dirigen a donde están mis dedos y levanta la barbilla. -Levántala.
-Pero... -me interrumpe con un movimiento de cabeza.
Lentamente me levanto la parte delantera de la falda y, cuando me mira, inhala bruscamente. No llevo bragas y sé que mi coño está empapado. Llevo adolorida desde que llegué al instituto porque esperaba que pasara esto.
-¿Has estado así todo el día? -su voz es mucho más grave y no ha dejado de mirar mi coño depilado.
-Sí. -respondo con sinceridad.
Suspira mientras da un paso atrás y luego camina alrededor de su escritorio.
-Te queda un día, Linn. Por favor, intenta controlarte. -abre un cajón y saca algo de él. -Te he comprado algo que te ayudará.
Me quedo con la boca abierta cuando me enseña un delgado consolador rosa con una ventosa en el extremo. Lo observo mientras lo coloca en la esquina de su escritorio en el que me monté la última vez y lo asegura a la madera lisa.
-Espero que te quede bien y no te apriete demasiado. Ven y deslízate sobre él y mira cómo se siente.
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One Shots [+21] «Johnny Depp»
FanficADAPTACIONES del inglés al español, ninguno de los relatos en este libro son de mi autoría. Alto contenido para adultos. Mención de temas muy tabú. Se recomienda discreción. Original de Alexa Riley.