Angel Baby| Apareciste inesperadamente en una noche lluviosa.
-Kookmin.
-100% mía
-Angel Baby de (Troye sivan) me inspiró a hacer este fanfic.
-Drama/soft/madura.
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Park J.
Después de aquel día en donde mi madre interrumpió mi beso con Jungkook. A la media de hora se tuvo que marchar urgentemente del hospital para ir hacía su empresa. No sabía el motivo pero él se veía bastante preocupado.
Al terminar la tarde me dieron de alta, mi madre estuvo todo el fin de semana y lunes, martes conmigo, días en donde Jungkook solo me hablaba por mensaje, y cosa que yo no respondia por la vergüenza.
Y ahora era día miércoles, ya que mi reposo ya había pasado, tenía que volver a trabajar y volver a ver a Jungkook,
Estaba en el baño del edificio, hace más de 15 minutos.
Con vergüenza y con la dignidad por el suelo. Porque se me ocurrió preguntarle a Jeon Jungkook si su corazón latía aún por mi. Si me pregunta le diré que fue por el efecto de la anestesia. Si, eso le diré.
Suspiro y me miro en el espejo. —Bien Jimin tu puedes, fighting!— sonrió.
—Si Jimin tu puedes— mi sonrisa se borra y giró hacia la salida del baño, encontrándome con un Jungkook apoyado en el marco de esta.
Se acerca a mi, quedando a unos 2 metros de distancia y me da una sonrisa coqueta. Tonto Jungkook, porque tienes que ser tan apuesto.
—Yo diría que no— el arruga su nariz mientras negaba.
—¿Po..porque?— me giró mirándolo a él. Mientras yo fruncía el ceño, confundido.
Siento que sus manos toman mis mejillas y él se acerca a mi, para unir sus labios con los míos, haciendo que danzaran de forma lenta y llena de amor.
Siento mis mejillas arder. —Ahora si es un bonito día— nuestros ojos hicieron contacto visual. —¿Cómo estás angel?— acaricia mi mejilla. —¿Cómo te sientes?.
Como dije hace un momento. Con la dignidad por los suelos. —Ya estoy mucho mejor— sonrió. De seguro estoy peor que tomate, pinché Jungkook porque tienes que ser tan tú.
Él me sonríe de una manera que no sabría explicar. —Ahora dime— ay no. —¿Porque no respondiste ninguno de mis mensajes?— eleva una de sus cejas, mientras que yo muerdo mis labios.
¿Y si le digo que aún estaba anestesiado?
Una ampolleta se prende en el poco cerebro que me quedaba. —Estaba con mamá, ella se quedó en mi departamento y de verdad deseaba pasar tiempo con ella— bien Jimin eres brillante!.
