Angel Baby| Apareciste inesperadamente en una noche lluviosa.
-Kookmin.
-100% mía
-Angel Baby de (Troye sivan) me inspiró a hacer este fanfic.
-Drama/soft/madura.
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Recta final.
Narrador O.
Jimin se encontraba ordenando su departamento, ya había pasado una semana desde que decidió darle una segunda oportunidad al amor.
Esperaba con ansias que Jungkook lo llamara o le enviara un mensaje de texto, ya que este se encontraba fuera de corea por temas de negocios.
Y por otro lado, la cena con los padres de Jeon, fue un existo. Los señores Jeon habían quedado encantado con él.
Jimin se preguntaba ¿Jungkook le pedirá formalmente que sea su novio?
Con tan solo pensarlo su estómago se revolvía.
Mientras ordenaba, hablaba con la señora Choi por teléfono.
—Jimin, deberías de ver cómo está quedando la remodelación— la señora Choi se escuchaba emocionada.
—Eh visto las fotos que me ha enviado el señor Kwon— ríe Jimin.
—Ah... si sobre eso— se pone nerviosa.
—Omma Choi, no se preocupe por eso, todos tendemos a enamorarnos— ríe Jimin, pero una llamada de un número desconocido comenzaba a llamar. —Omma Choi la llamo en unos minutos, hay un número que me está llamando.
—Claro cariño, cuídate— se despide y a los segundos corta.
Jimin con el ceño fruncido contesta la llamada.
—¿Hola?
—Con Park Jimin.
—¿Si?
—Le informamos que Jeon Jungkook acaba de tener un accidente automovilístico— ¿que?. —Necesitamos que venga a Asan Medical Center.
La llamada de corto.
De un momento a otro se encontraba conduciendo a toda velocidad con lágrimas en sus ojos hacia el hospital.
—Jungkook, por favor.
Al llegar, no se molesto en estacionar su auto. Bajo tan rapido, que las personas que estaban ahí lo miraban curiosamente.
Al llegar al mesón de la recepcionista. Pregunto, no, gritó.
—Jeon Jungkook!— la recepcionista lo miro con tristeza al verlo de esa manera.
—Piso 3 habitación 234— Jimin corrió hasta en ascensor. Mientras que una de sus manos tapaba su boca para que sus sollozos no llamaran la atención.
Al escuchar el click del ascensor salió corriendo, buscando la habitación.
Hasta que un suspiro tembloroso salió de sus labios, abrió la puerta lentamente. Pero no había nadie.
