🔥CAPITULO 26🔥

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SIN EDITAR.

🍆<<{Ares}>>🍆

Bajamos del avión al llegar, los sobrecargos fueron sacados a la fuerza y en silencio por nuestros hombres a pedido de nuestra mujer, específico y ameno a los hombres que si sus suegros los escuchaban o veían se consideran muertos.

Lo dijo con una mirada que podría jurar que los hizo cagarse encima.

Llegamos al campo de la familia de Aimar en República Dominicana todo es muy verde, árboles, cantidades incontables de naturaleza, la gente que cruzamos saluda a los padres de Aimar como si todos se conocieran.

Hay muchos árboles de cerezo y mango.

Es lindo.

Llegamos a una casa muy hogareña y desde afuera se siente acogedora, no es como lo que tenemos en Sicilia o cualquier otra parte del mundo, es como más… caliente, más familiar, más no sé.

Nuestras casas muchas veces son frías, desoladas, es la familia la que las hace felices y acogedoras.

Mía: Es muy linda.

Madre: Gracias, espero que no les incomode dormir aquí, no tenemos los lujos que ustedes tienen en Italia.

Eren: No nos importa en realidad, se ve muy acogedora.

Ares: ¿Cómo te sientes?

Le pregunto a Aimar una vez que todos entraron con sus padres.

Es un chico tranquilo y ama a su familia, eso me agrada.

Aimar: Feliz, no puedo creer que hagan esto por mí.

Ares: Eres familia.

Aimar: Dan todo por su familia.

Afirma.

Ares: Son los más importantes y con lo que podemos contar cuando algo va mal.

Aimar: Te entiendo, haría lo mismo por cualquiera de mi familia.

Ares: Lo sé, ahora muéstranos tu casa y después la ciudad, todavía tengo que matar a una escoria.

Aimar: ¿Lo tienen?

Ares: Nuestra mujer los hizo sacar a la fuerza antes de que salieras con tus padres, no quiere que nada interrumpa tu felicidad.

Aimar: Joder, como la amo.

Se va hacia adentro y lo sigo.

Nos muestra toda la casa, el campo y horas después nos saca a pasear por la ciudad a recorrer todo y nos divertimos mucho, hasta que se hacen las 8 de la noche y a nuestra mujer le agarraron ganas de matar.

Así que nos llevó a dónde hizo poner a los sobrecargos, entramos en un edificio de hotel.

¿Aquí?

Hunter: No es un lugar con muchas cámaras y registros para matar a alguien.

Mía: No cuando compras el hotel y sabes desaparecer cuerpos.

Oh, okey.

Eren: Bien hecho.

Ella asiente con la cabeza, esas son cosas que nos enseñan desde chicos, siempre tenemos que asegurarnos que no quede ni la más mínima prueba.

Danilo: ¿Sufrirán mucho?

Ella mira el reloj en su muñeca que la abuela Arlene le regaló.

Mía.  9°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora