🔥CAPITULO 22🔥

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SIN EDITAR.

FOTO ARRIBA, MIREN EL PECHO.

Horas después...

👅<<{Danilo}>>👅

¿Qué hora es?

¿En qué momento me dormí?

¿Yo vine a la cama?

¿Por qué me duele el cuello?

Byron: ¿Qué mierda? ¿En qué momento nos acostamos todos?

Abro mis ojos al mismo tiempo que me siento en la cama y veo a todos hacer lo mismo.

Noto que todos traen algo en el cuello y tocó el mío, siento algo raro en el por lo que me levanto corriendo a verme al espejo del baño.

Danilo: ¡Un tatuaje!

Al parecer los otros ya se dieron cuenta porque cuando vuelvo a la habitación están mirando el cuello del otro con los ojos bien abiertos.

Byron: Nos tatuó su nombre.

Hunter: ¿Nos marcó como ganado?

Eren: ¿¡Qué!?... No, no, no lo olvidamos... si abuela, ya vamos para allí... ¡No! ¡Ya estamos saliendo!

Cuelga el teléfono.

Ares: ¿Qué pasó?

Eren: Estúpidos, la hora estamos llegando tarde a la cena, nuestra abuela Arlene nos llamó gritando por ser unos imbéciles y hacer sentir a Mía que no la queremos.

Ares: ¿Eso solo?

Eren: No... también dijo que Mía estaba llorando y que le presentaría a otro hombre si no llegábamos en los próximos veinte minutos con un traje puesto a su nuevo restaurante.

Malik: Vamos, tengo que avisarle que será castigada por drogarme.

Aimar: ¿No por el tatuaje?

Malik: No, porque le haré mi nombre a su cuerpo también.

Eren: Definitivamente haremos eso, cambiense.

Así, con corridas, golpes contra los muebles y cosas perdidas, llegamos veinticinco minutos después al restaurante donde será la cena.

Entramos y nada es tranquilo como nuestra mujer nos dijo, es demasiado extravagante.

Eren: Hizo una maldita gala en nuestro honor.

Dice mientras señala una especie de cartel en un trípode a un costado que dice, gala de presentación de los amores de mi vida.

Byron: Por mi, esto compensa el castigo.

Mi hermano mira con fijeza el cartel, creo que no es el objeto en sí, si no la palabra.

Danilo: Ella no es igual a tu ex.

Hunter: Lo sé, por eso es que me conmueve tanto lo que hace.

Aimar: Mis... Mis padres.

Dice al momento en que entramos y vemos a algunas personas.

Los padres vienen hacia nosotros con una sonrisa y abrazan con fuerza a su hijo, puedo ver lágrimas en sus mejillas y escuchar los sollozos de la madre.

Aimar ve solo en vacaciones a sus padres debido a que viven en su lugar de orígen, ellos son de República Dominicana y enviaron a Aimar cuando tenía siete años con sus tíos que viven aquí en Sicilia para darle una mejor calidad de vida.

Mía.  9°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora