🔥CAPITULO 24🔥

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SIN EDITAR.

Dos semanas después…

💣<<{Malik}>>💣

Pasamos unos días asombrosos mostrándole la ciudad a los padres de Aimar, también invitamos a los padres de Byron y a los de Hunter y Danilo.

La familia de Mía tenía cosas que hacer y la verdad es entendible, tienen muchas mafias, muchos hombres y demás cosas, aparte de manejar empresas, restaurantes y muchas, muchas cosas más.

El día de hoy los padres de Aimar se van y nuestra mujer habló con todos nosotros para hacerle una sorpresa a Aimar, por lo que aún no sabe que viajaremos con ellos.

Hace meses que no va y mi mujer quiere hacerle ese regalo.

No termino de asimilar lo asombrosa y considerada que es.

Es el jodido amor de mi vida.

Y de la mía Desmon.

Me incluyo en todo, ¿Puedes creerlo? Ni nuestro padre hizo eso.

Nuestro padre es una mierda, ella no.

Ella es mi calma Malik, no hay que perderla.

Eso no pasará, porqué también es la mía.

Aimar: Los voy a extrañar.

Abraza con fuerza a sus padres reteniendo las lágrimas.

Aunque nosotros sabemos que lleva llorando dos días, sus padres no quisieron quedarse en la ciudad, a ellos les gusta su casa, su gente, su ambiente.

Mía: No tienes por qué hacerlo aún.

Se separa de sus padres y la mira.

Hunter: Nuestra mujer organizó unas vacaciones justo en el lugar al que van tus padres.

Aimar: ¿Tú hiciste eso?

Mía: Por supuesto, por qué llorar cuando puedes disfrutar de tus padres un poco más de tiempo y mostrarme tu ciudad.

La abraza fuerte y la levanta del suelo mientras la hace girar.

Aimar: Te amo tanto —la vuelve a bajar— gracias —beso en la mejilla— gracias —otro en la frente— gracias —otro en la otra mejilla— gracias.

Termina con uno en su boca.

Mientras tanto sus padres y nosotros sonreímos son momentos que no se viven siempre.

O por lo menos yo no los vivía.

Eren: Subamos.

Aimar: Pero no tenemos maletas.

Ares: Ella empacó por ti y si falta algo lo compramos allí.

Él asiente con su cabeza y una enorme sonrisa que seguramente no se le quitará en días.

Todos suben mientras yo los sigo viendo, esto se siente como lo cotidiano, como si esto fuese algo que siempre debió pasar.

Mía: Suban.

Me grita desde arriba del avión.

Cómo dije, mi ángel, mi calma.

Me subo con una sonrisa plantada en el rostro, una que no podría quitarme nadie, me siento frente a mi mujer porque los asientos a su lado estaban ocupados, me abrochó el cinturón, y sacó mi teléfono cuando ya estábamos en el aire.

Tenía mensajes que no había notado.

Ella si te borra la sonrisa.

Es verdad, mi sonrisa murió al ver el nombre de la persona que me mandó infinidad de mensajes.

👤Estúpida Lucia.

💬 ¡No puedes casarte con ella, te lo prohíbo!

💬 Malik, amor, nosotros nos amamos desde niños, no puedes abandonar eso por una mujer que engañó a su novio, tu hermano.

💬 Ella me hirió, nos hirió sentimentalmente a los dos, te está manipulando para que te cases con ella, no lo hagas, vuelve a casa, te extrañó.

💬 ¿¡Por qué no contestas ningún mensaje Malik!?

💬 ¡Ella es solo una puta más del montón!

El último mensaje me hace sobresaltar y tirar el teléfono al suelo.

💬 Para que veas que soy mejor que ella en todos los aspectos…

Seguido de varias nudes, ella frente al espejo mostrando su cuerpo desnudo, abierta de piernas mostrando su asqueroso agujero y el peor, un video de ella montando un enorme, no miento, enorme dildo.

Qué obviamente no vi por qué al ver la primera plana me sobresalté y mi teléfono terminó en el suelo.

Desgraciadamente con la pantalla hacia arriba y de primer plano el inicio del vídeo de ella.

Mía: ¿Me quieres explicar qué es lo que mis ojos están viendo?

Malik: Yo no tuve nada que ver, lo juro, esa loca me está mandando mensajes desde hoy temprano.

Me atajó, obviamente, se que mata gente no quiero que me mate antes de casarse conmigo.

Toma mi teléfono y si no fuera por su diminuta mano apostaría que estaría hecho trizas, toma varias respiraciones antes de volver a sonreír como siempre.

¿Ella está bien psicológicamente?

Malik: ¿Estamos bien?

Mía: Ustedes y yo, sí, pero ella no lo estará cuando volvamos.

Uf, por lo menos yo salí ileso.

Eren: ¿Quieren algo de comer o beber?

Le pregunta a los padres de Aimar que estaban hablando, ignorantes de la situación por la que acabo de atravesar.

Padre: Un agua estaría bien.

Mía: ¿Comida? Hay un menú para que elijan.

Madre: No es necesario que se tomen esas molestias.

Mía: No son molestias, es algo que siempre tenemos en los aviones así que no genera algún inconveniente.

Llama a alguien y detrás de la cortina divisora salen un hombre y una mujer con delantales.

Mía: ¿Quiénes son ustedes?

Eren: ¿Desde cuándo trabajan aquí?

Hombre: Hola, buenas tardes, la señora Arlene nos contrató hace varios meses y el señor Maximiliano nos indicó todo lo que debíamos hacer.

Mujer: ¿Podemos ofrecerles algo?

Mía: Trae los menús y agua, solo eso por el momento, gracias.

Ambas personas se retiran a hacer lo que pidieron y yo voy al baño que queda justo a un lado de donde ellos se fueron, por lo que escuchó lo que dicen.

Mujer: Esos hombres están para rezarles —hace un sonido raro, obsceno, como si se ahogara.

Qué asco.

Mía.  9°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora