🔥CAPITULO 41🔥

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SIN EDITAR.

FOTO ARRIBA

Seis meses después...

🌡️<<{Hunter}>>🌡️

Siento que estoy a punto de cagarme encima de los nervios.

Se supone que tiene que ser uno de los días más felices de mi vida y está siendo en el que más cerca de mi muerte me veo.

El corazón no ha dejado de golpear con fuerza mi caja torácica, mis manos no han dejado de sudar y mis pies no han dejado de moverse frenéticos.

Actualmente, caminando de un lado al otro.

En cualquier momento haré un hoyo en el suelo.

Miro a mis hijos de seis meses en brazos de la madre de Aimar y la mía mientras conversan.

Están tan grandes y preciosos.

Nos enteramos hace dos meses que ellos no comparten el mismo ADN a pesar de ser mellizos, haciendo análisis de rutina, así que haciendo cálculos nos dimos cuenta que Blase es hijo de Malik y Blas de Ares.

Mi hermano viene apurado y pálido caminando a pasos largos por la alfombra por la que nuestra mujer debe pasar en unos minutos, la gente a su alrededor lo miran extrañados.

Los más cercanos al borde del yate miran hacia abajo esperando ver algo extraño,no gente, no nos hundimos, ni hay tiburones, o si, pero no hoy, no en nuestra boda.

No cuando pasamos mucho tiempo eligiendo todo para que esté perfectamente acorde a nuestra mujer, todo sumamente hermoso, delicado y por supuesto extravagante.

Aimar: ¿Estás bien?

Le pregunta a mi hermano cuando llega a nosotros y este niega con su cabeza.

Danilo: Escuche a Mía hablando con Akos, ella le decía que no quería hacer esto.

La cara se nos descompone a todos al escuchar eso.

Byron: ¿No se quiere casar con nosotros?

Danilo: La escuche, ella dijo que no quería hacer esto.

Aimar: Pudo haber sido por otra cosa.

No podemos decir nada más cuando la marcha nupcial empieza y nuestra mujer sale del brazo de su madre con una radiante sonrisa y su precioso y glamuroso vestido beige con detalles y tul en color blanco, espalda descubierta y larga cola.

Da pasos lentos que me parecen eternos, como si cada segundo que pasara el tiempo se frenará otros diez.

Llega a nosotros y su madre nos la entrega.

Byron: Estas hermosa.

Ares: Como siempre.

Nos ponemos frente al juez, prestando atención a lo que dice.

Ellos, yo no , no puedo.

Siento que cada palabra que sale de su boca es como un eco vacío, mis nervios me traicionan de tal forma que estoy constantemente limpiando mis manos en el traje.

¿Qué pasará con nosotros, nuestros hijos, nuestra familia si ella dice que no?

No puedo perderlos, no a ellos, puedo perder todo incluso la vida, pero no a ellos.

Juez: Señores Ares y Eren D'Angelo, Aimar Monaco, Byron Ferri, Danilo y Hunter Fagiano, Malik y Desmon Piglioni, ¿reciben ustedes a esta mujer para ser su esposa, vivir juntos en matrimonio, amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en la salud y en la enfermedad, guardándose fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

Unísono: Aceptamos.

Por supuesto que sí.

Juez: Señorita Mía D'Angelo, ¿recibe usted a estos hombres para ser sus maridos, vivir juntos en matrimonio, amarlos, honrarlos, consolarlos y cuidarlos, en la salud y en la enfermedad, guardándose fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

Mía: Sí, acepto.

Todos soltamos un suspiro aliviados, pero no esperábamos la peor parte.

Juez: Si hay alguien aquí presente que se oponga a esta unión que hable ahora o calle para siempre.

Todos nos damos vuelta al unísono, incluso Mía para ver si alguien decía algo, nadie de la mafia o nuestras familias habla, pero mis piernas tiemblan cuando Akos se pone de pie.

Juez: Señor, ¿Usted se opone a esta unión?

Mía: Ubicación inexistente hermano.

Akos: No señor juez, solo estaba sacudiendo mis pantalones.

Venus: Siéntate estupido antes de que te rompa las piernas.

Vuelve a sentarse y casi saltó de felicidad al entender que mi mujer no quiere realizarnos.

Puta madre casi me da un paro.

Juez: Bien, entonces, ustedes señores repitan después de mí, por favor.

<< Yo, su nombre, te recibo a ti Mía D'Angelo para ser mi esposa, para tenerte y protegerte de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe.>>

Repetimos todos al unísono las mismas palabras.

Juez: Ahora repita usted señorita.

<< Yo, Mía D'Angelo, los recibo a ustedes —todos nuestros nombres— para ser mis esposos, para tenerlos y protegerlos de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarlos y cuidarlos hasta que la muerte nos separe.>>

Juez: Pueden intercambiar anillos, y firmar aquí, por favor, los testigos ya lo hicieron, en virtud de la autoridad que me confieren las leyes, los declaro Maridos y Mujer, pueden besar a la novia.

Joder que puto alivio.

Ya es nuestra, nuestras hermosa mujer.

Fin...

Mía.  9°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora