Mónaco || Carlos-Charles-Lando

capítulo 2

21 de marzo de 2023
Montecarlo, Mónaco

Narra laia

Después de 2 escalas y casi 20 horas de vuelo, por fin llegamos a Mónaco.
Estoy tan feliz de lo que estamos por vivir las tres juntas.
Lo que siempre soñamos esta frente a nuestros ojos y no lo podíamos creer.

Si bien tengo que admitir que la llegada a Mónaco no fue algo fácil. Tantas horas y 3 aviones distintos no es algo fácil de procesar. Menos a un cuerpo que no está acostumbrado a estar estancado en un lugar con tanta gente.
Es muy agobiante y cansador. Pero fuera de eso, gracias a Cata y su manera de llevar el viaje, se nos hizo un poquito más liviano entre risas.

Al bajar del avión en tal estado y ya pasando las puertas de desembarque, Cata no tuvo mejor idea que desparramarce en el suelo gracias a que sus piernas estaban adormecidas haciéndola caminar como potrillo recién nacido.
Verla en el suelo entre su valija, mochila y bolsos fue una situación tan graciosa que con Chiara no podíamos ayudarla a pararse porque no parábamos de reírnos.

-HIJAS DE SUS MADRES. Ayúdenme que se me enredó la manija de la valija en el pie. POR DIOS. Nos está mirando todo el mundo. -dijo Cata toda avergonzada del papelón que armaron entre las tres y de sus amigas que con sus no tan disimuladas carcajadas llamaban la atención de toda la gente del aeropuerto-

-AY POR DIOS. Esto es lo mejor que nos pasó después de 20 horas de viaje. -dijo Chiara entre risas- déjanos verte en el suelo un minuto más, lo necesito hasta llegar al hotel porfa. -dijo tentada mientras sacaba su teléfono del bolsillo de su pantalón para empezar a grabar a Cata en el suelo-

-Que querés que me arrastre hasta el hotel?!? Laia porfa ayudame -pidió Cata con piedad a su amiga, que al verla todavía se reía pero intentaba ayudarla igual a juntar sus cosas hasta que se incorporó con su cabellera toda despeinada.
- Ya está. Vámonos a la mierda. Dios que vergüenza. Ahora me duele la rodilla. Y mejor que borres eso que grabaste Chiara. No lo quiero ver en instagram.

Chiara se rio del comentario de su amiga, pasó un brazo por su hombro mientras caminaban hacia la salida del aeropuerto y le dejó un beso en su mejilla.

-Tranquila hermana, no te pienso escrachar asi. Se queda en el cajón de los recuerdos de las tres. -le dijo tranquilizandola sabiendo que era capas de escracharla igualmente- O lo podríamos guardar para el video de bodas para cuando te cases, no Laia?. Hay qué tener evidencia de todo desde ahora.

Laia prefirió no opinar haciendo un gesto típico de cerrar su boca con un cierre tirando la llave, sabiendo que Cata ya estaba nerviosa por el papelón que hizo hacia unos minutos.
Ella conocía a su amiga y sabía que su temperamento no estaba en Buenos momentos, mientras que Chiara disfrutaba hacerla enojar un poco de más. Solo por diversión, hasta que se le pasaba.

Cata había sacado su teléfono para guiarse el camino hacia el hotel donde se iban a hospedar, haciendo caso omiso de la conversación que teniamos con Chiara.

El camino no era largo pero sí o sí teníamos que tomar un taxi para llegar allí.

Ya en camino en el taxi, ibamos admirando las vistas super emocionadas sacando fotos de absolutamente todo el paisaje.

Despues de unos minutos, nos encontramos paradas en la resepcion del hotel fairmont donde nos registramos haciendo nuestros check in cada una en su habitación.

Nos tocaron las habitaciones 456, 457 y 458, agradecemos a la recepcionista y nos dirigimos al ascensor. Agradezco que nos haya tocado habitaciones al lado, de mi no se salvan las chicas.
Debo admitir que a veces hago travesuras y soy muy inquieta, entonces estoy todo el tiempo sobre ellas, espero que nunca se cansen de mí.