Capítulo 6

3.1K 112 14
                                    

Narra Gavi:

Miro hacia el lado y veo como Léa está apoyada contra el respaldo del asiento con los brazos cruzados.

Normalmente cuando estoy con ella noto como me mira de vez en cuando—a pesar de no haber estado muchas veces junto a ella—pero esta vez es distinto, esta vez no me ha mirado en todo lo que llevamos de camino.

Y, obviamente lo entiendo, pero eso no quita que me moleste y haga que me sienta mal conmigo mismo.

Pero todo lo que le he dicho lo pienso realmente, nadie se merece a una persona que está como yo estoy ahora mismo.

-Oye- suspiro y la miro un poco de reojo- Perdona por haberte hablado así antes.

-No entiendo a que ha venido, la verdad- me mira por primera vez desde que nos subimos al autobús, pero no de la misma forma a la que estaba acostumbrado- Yo solo intentaba ser amable.

-Lo sé- me giro para mirarla- Y lo siento.

Noto como suaviza un poco la mirada y aprieta los labios.

-Eres un poco egocéntrico, que lo sepas- vuelve a mirar hacia delante, pero esta vez con una pequeña sonrisa en los labios.

Supiro extrañamente aliviado.

-¿Por qué?

-No porque quiera conocerte y pasar tiempo contigo significa que me gustes eh- vaya, que cambio más repentino de la conversación.

Frunzo el ceño y vuelve a girarse hacia mí.

-Antes te has puesto como loco cuando he dicho que me pareces interesante, pero no significa que me gustes, ¿vale?- la miro a los ojos y asiento medio embobado, no me esperaba esto ahora- Solo quiero ser tu amiga.

-Vale, tú a mí tampoco- aseguro mirándola, ella traga saliva y asiente para volver a colocarse mirando hacia delante.

No sé cómo hemos terminado hablando sobre esto, pero está bien saber que los dos queremos lo mismo.

O eso espero.

La miro de reojo y suspiro antes de apoyar la cabeza contra la ventana. Poco después llegamos a la parada del Camp Nou y bajamos del autobús.

Ya hay un montón de gente haciendo cola para poder comprar sus pases a última hora y eso que falta menos de una hora para que empiece el partido.

-Ven- le doy la mano a Léa para no perderla de vista y me meto entre la horda de gente intentando pasar lo más desapercibido posible, algo casi imposible.

Noto como todos empiezan a girarse hacia mí, algunos hacen fotos y vídeos, otros se acercan con camisetas para firmar y otros solo me gritan desde lejos.

-¡Gavi!, ¿cómo estás?

Escucho millones de: ¿estás bien?, ¿cómo estás? Y empiezo a agobiarme, tanto que acelero el paso y tiro demasiado fuerte del brazo de Léa.

Cuando pasamos a toda la gente y llevamos al pasillo de los vestuarios le suelto la mano.

Cierro los ojos y supiro pesadamente.

-Tienes muchos fans- abro los ojos y veo como sonríe un poco de lado, y mi cabeza nota algo de alivio, me alegro de que haya venido conmigo.

-Perdona si te he hecho daño- inevitablemente me toco el pecho, pero al ver que ella mira mi mano la aparto rápidamente y camino hacia el vestuario.

-Ven- escucho sus pasos detrás de mí.

-¿A dónde tengo que ir cuando empiece el partido?- acelera un poquito el paso para colocarse a mi lado y la miro- No tengo entrada ni nada.

-No te preocupes por eso- abro las puertas del vestuario- Es probable que veas a alguien desnudo.

Me mira con las cejas levantadas y sonrío.

Entramos dentro y le digo que espere un momento mientras voy a hablar con Xavi. Los busco y me acerco a él.

-Chaval- sonríe y me da un apretón en el hombro- Al final has venido, no las tenía todas conmigo.

-Sí- sonrío, le tengo mucho cariño a Xavi- ¿Podrías hacerme un favor?

-Claro- me mira atentamente.

-He traído a...una amiga, y no tiene entrada, así que me preguntaba si podríamos darle una o...algo- lo miro con mi cara más angelical.

-¿Una amiga?- sonríe de lado, ¿de verdad solo se ha quedado con eso?

-Sí, una amiga- lo miro- ¿Podrías?

-Claro, chaval- me sonríe- Ahora te la consigo y te la doy, escríbeme ahí sus datos- me da su libreta y un boli.

-Vale- me separo de él y voy hacia Léa- Ey, escríbeme aquí tus datos.

-¿Cómo?- me mira confusa.

-Es para poder darte la entrada, ponme tu nombre y apellidos, tu DNI, tu correo y tú número de teléfono.

El número no es para Xavi, es para mí, pero eso no tiene porqué saberlo.

Veo como se sienta sobre un banco y empieza a escribir sobre sus rodillas, cuando termina me tiende la libreta.

-Se nota que eres enfermera- sonrío al ver la letra y veo como se sonroja un poco- Ahora vuelvo, espérame aquí.

Asiente con la cabeza y yo vuelvo con Xavi para darle la libreta que me dice que en unos minutos tendrá su entrada.

-En un momento ya la tienes- sonrío y me siento a su lado a esperar.

-¿Y tú?- la miro- ¿Tú dónde vas a estar?

-Yo tengo que estar en la zona VIP, a tí no sé dónde te colocarán.

Veo que asiente poco convencida.

-¿Te pasa algo?

-No, es que nunca había venido a un estadio y estoy un poco nerviosa- sonríe y la imito.

-Tranquila, no creo que te sienten muy lejos de mí.

Vuelve Xavi ya con su entrada y se queda mirando a Léa con una sonrisa que hace que quiera pegarle, finalmente le convenzo para que se vaya.

-¿Dónde está esto?- me enseña su entrada.

-Está encima de la zona VIP- sonríe y me levanto del banco.

-Vamos, que están a punto de salir al campo- salimos del vestuario y nos dirigimos al campo, yo me voy a mi sitio y ella al suyo, pero puedo verla desde aquí si me giro.

El partido comienza un rato después, y yo no puedo evitar estar pendiente de la chica que está detrás de mí, me giro de vez en cuando a verla, está de brazos cruzados y mirando atentamente el partido. Igual le interesa.

Pero una de las veces en las que me giro veo que está hablando muy alegremente con alguien, con un chico, más concretamente.

Y al fijarme veo que es el chico que está siempre en la recepción del hospital.

Me vuelvo a girar hacia delante con peor cara.

Dios, que estupidez.

Vuelvo a girarme y veo que siguen hablando.

Que bien.

Pablo, son amigos y trabajan juntos, cállate ya.

Además, no te interesa lo más mínimo, ahora tienes que centrarte en ti, en curarte.

Ese pensamiento hace que me acuerde de Pedri, ojalá estuviera aquí, ojalá estuviera jugando, ojalá, ojalá, ojalá.

Demasiados ojalá, y por un momento se me vienen a la mente los peores ojalá de todos.

Ojalá yo tampoco estuviera aquí, ojalá cambiarme por él y ojalá nunca haber sobrevivido a aquel puto accidente.




Ojalá le deis mucho amor ❤️💙







Mi destino || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora