Capítulo 1

5.1K 139 7
                                    

Al día siguiente vuelvo al hospital y no sé porque pero mi mirada no es capaz de apartarse de esa puerta.

No sé qué me pasa, pero llevo desde ayer con unas ganas locas de volver a ver a ese chico de ojos tristes. No sé si es precisamente por los ojos, porque es increíblemente guapo o simplemente que me estoy volviendo loca de remate. Lo único que sé es que cada vez que esa maldita puerta se abre me giro en redondo para ver si es él quien sale.

Y es que no sé ni su nombre ni porque vino el otro día así que tampoco puedo preguntar por él, básicamente porque no sabría que preguntar.

A ver Léa por dios, era un chico que a lo mejor había venido a acompañar a su madre y no vuelve a aparecer por aquí, así que lo mejor es volver a mis pensamientos de siempre y ya está.

Pero no me da tiempo a hacerlo cuando escucho el sonido de la puerta, rápidamente me giro y le veo.

Es un chico no muy alto, con el pelo castaño y medio ondulado pero no sabría definirlo al 100% ya que lleva un chándal azul con la capucha puesta.

Y como no mi mirada va a parar a la suya,  a esos ojos castaños sin un ápice de alegría en ellos.

Me pregunto porque vendrá aquí y sobre todo, ¿porque está siempre tan triste?

Veo como va hacia el mostrador de recepción, pero camina con algo de cojera, supongo que será ese el motivo de sus visitas al hospital.

Habla un rato con Carlos y luego se va. Que persona más misteriosa.

-Vengo en un momento- aviso a mi amiga que está revisando unas muestras que nos han dejado para hacer un pequeño trabajo y camino hacia el mostrador.

-Hola Carlos- le saludo con una sonrisa.

-Léa, ¿qué tal?- me pregunta tan amable como todos los días.

-Muy bien, ¿podrías ayudarme en algo?

-Sí claro, ¿qué necesitas?- se apoya sobre la mesa prestandome total atención.

-¿Sabes el chico que se acaba de ir?- le pregunto y él asients con la cabeza- Pues me preguntaba si podrías hacerme un pequeñísimo favor y decirme su nombre.

-Sabes que no puedo hacer eso, es información confidencial, si me pillan se me cae el pelo- me mira con cara de "no me pidas esto, por favor"

-Porfa- hago un puchero- Es muy importante.

-¿Para qué?- se interesa.

-Puess...- rápido, piensa- Es que creo que es un antiguo compañero mío de clase y si me dices su nombre sabré si es o no.

-¿Y eso es tan importante como para jugarme el trabajo?- alza una ceja.

-Pues si, podría ser un reencuentro precioso- me mira con mala cara- Por favor, es un momento y nadie se va a enterar.

Se queda un momento mirándome, suspira y finalmente abre la agenda donde tiene los nombres de los pacientes apuntados.

-Gracias, gracias- sonrío y doy mini saltitos- Te debo una.

-Me debes varias- levanta la mirada de la agenda hacia mí y sonríe- A ver.

Veo como pasa páginas y finalmente se para en una.

-Aquí está- señala un nombre- Pablo Páez Gavira, vino por primera vez hace 3 meses más o menos, después de un accidente de coche.

Abro los ojos sorprendida, ¿un accidente? ¿Por eso estará siempre así de triste?

-¿Y qué tiene?- me intereso intentando ver la libreta.

-Vino con un esguince cervical, una fractura por varias partes del fémur y algunos moretones y heridas leves en la cara y los brazos- madre mía, pobrecito.

-Dios, pobre chico- pongo mala cara.

-No es nada comparado con lo que le podría haber pasado, se encuentra en recuperación y según el doctor va bastante bien- cierra la agenda- Y hasta aquí es hasta donde puedo leer, lo siento.

-No, tranquilo, me has ayudado mucho ya- le doy un apretón en el brazo.

-¿Es tu compañero?- me pregunta.

-Creo que sí, tendré que hablar con él para estar segura- sonrío- Muchas gracias.

Me alejo del mostrador y vuelvo hasta donde está Martina, que me mira al llegar.

-¿Se puede saber que hacías?- me pregunta- Te toca a tí mirar las muestras.

-Perdona- me acerco al microscopio y lo calibro antes de mirar por los anteojos.

-¿Y qué hacías con Carlos?

-Pues nada, charlar- cambio de muestra- ¿Por?

-Nada, es que te has ido lanzada hacia él, ¿seguro que no tienes nada que contarme?- me mira con una ceja levantada.

-No- levanta más la ceja- Bueno, puede que le haya preguntado por el chico que salió hace un rato.

-¿Qué chico? ¿El que tenía cara de amargado?

-No le llames así- le riño- Tuvo un accidente de coche y está mal.

-Pobrecito- pone mala cara- ¿Y por qué le has preguntado por él?

-Pues porque me ha llamado la atención- vuelvo al microscopio, pero noto como sigue mirándome- ¿Qué?

-Pues que te conozco, y ese "me ha llamado la atención" dentro de unas semanas va a ser "estoy perdidamente enamorada de él"

-¿Pero qué dices?- vuelvo a centrar mi mirada en ella- Me ha llamado la atención simplemente porque tenia mala cara.

-Claro- me mira con una sonrisa.

-Vete a la mierda anda- miro por los anteojos del microscopio con una pequeña sonrisa.

Pasamos el rato colocando unos instrumentos de cirugía en unas bandejas para una operación y rápidamente se hace tarde.

-Chicas- se acerca el doctor que nos han asignado como "profesor" en estos meses de prácticas- Ya es hora, podéis recoger y marcharos.

Salimos de la saka y dejamos nuestras cosas en el sitio de siempre, vamos a donde Carlos para despedirnos y salimos fuera del hospital.

Caminamos como siempre hasta la parada de bus y mientras esperamos Martina vuelve a sacarme el tema del tal Pablo, y yo como no vuelvo a mandarla a la mierda.

Llega el bus y subimos, rápidamente para en nuestra parada y bajamos para poder andar un poco hasta llegar a nuestro piso.

-Dios, que ganas de sentarme en el sofá y no hacer nada- dice Martina mientras se quita los zapatos y se tumba en el sofá- ¿Vienes?

-Espera que me voy a cambiar y a hacerme algo de cena- voy hasta mi habitación, donde me pongo el pijama y vuelvo a salir con el portátil en la mano, voy al salón y lo dejo sobre el sofá para poder prepararme algo para cenar- ¿Tú quieres algo?

Le pregunto a Martina, que niega con la cabeza y me dice que ya luego irá ella a comer algo.

Voy hasta la cocina y me preparo un vaso de leche con cereales, el cual me tomo sentada en el sofá mientras termino unas cosas en mi portátil.

Veo como Martina se levanta un buen rato después y va a la cocina a comer, miro el reloj de mi pantalla, las 23:38, me voy a ir pronto a la cama.

Termino lo que estaba haciendo con intención de irme ya a dormir pero recuerdo algo, Pablo Páez Gavira, voy a buscarlo en internet, a lo mejor sale algo de su accidente.


Hasta aquí el capítulo 1 de mi nueva historia, ¿os está gustando? Os leoo 💙❤️





Mi destino || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora