Abro los ojos con dificultad, noto que me cuesta más que de normal, supongo que será por apenas haber dormido esta noche. Nos fuimos a la cama, luego pasó lo de la pesadilla de Gavi, y luego...bueno, que apenas he dormido.
Me retuerzo un poco intentando moverme, pero apenas logro hacerlo unos centímetros, levanto la cabeza y veo a Gavi, que todavía está dormido, y no puedo evitar sonreír.
Me quedo unos segundos observándole, así dormido parece demasiado tranquilo y en paz, lo malo es cuando se despierta y vuelve a recordar ese maldito accidente que le arrebató la vida a su mejor amigo.
Ayer vi una foto que tiene Gavi en su escritorio, es una foto de él y supongo que su amigo, es una foto que se ve que está hecha sin intención de salir bien, sino para demostrar lo felices que estaban en ese momento.
Y, la verdad, es que me mata la curiosidad por saber bien lo que pasó y porque Gavi se siente tan culpable, pero tengo que tener cuidado si no quiero hacerle daño.
Noto como Gavi se mueve un poco y abre los ojos, a mí no me da tiempo a fingir que aún estoy durmiendo y ve que le estaba mirando como una psicópata. Que buena forma de empezar la mañana.
-Buenos días- sonrío y él me mira y también sonríe, pero ya estoy empezando a conocerle como para saber que no es una sonrisa completamente verdadera y que le pasa algo- ¿Estás bien?
-Sí- me da un beso corto y rápido antes de soltarme e incorporarse para sentarse en el borde de la cama y llevarse las manos al pelo, y en ese momento sé que le pasa algo, y que probablemente lo que ha pasado entre nosotros no le haga tanta gracia como a mí.
Veo como se estira para poder coger sus pantalones del suelo, los cuales él mismo tiró hace apenas unas horas, y se los pone rápidamente.
-Gavi, no...
No me da tiempo a continuar hablando cuando se levanta y se encierra en el baño.
Perfecto.
Me quedo mirando la puerta por la que acaba de desaparecer pensando en si quedarme o irme, con cualquier otra persona sé que habría recogido mi ropa para luego salir pitando, pero con Gavi es distinto, tiene muchos demonios internos y a veces sólo necesita tiempo a solas para poder ahuyentarlos.
También hay otra opción, y es que lo único que quería era acostarse conmigo y ahora si te he visto no me acuerdo. Pero, sinceramente no creo que una persona como Gavi pudiera hacer eso. O eso espero.
Así que con ese último pensamiento, me levanto para buscar mi ropa y ponérmela rápidamente.
Al terminar cojo mi móvil de la mesilla y salgo de la habitación para ir hasta el piso de abajo, donde le esperaré hasta que baje. No sé si estoy actuando de forma normal o como una desesperada, pero me da igual.
Bajo por las escaleras y voy a lo que supongo que será el salón, pero me detengo al ver a la hermana de Gavi sentada con el móvil en una mano y una taza de café en la otra. Levanta la mirada cuando me ve ahí parada y sonríe.
-Perdona, no sabía que estabas- me toqueteo los dedos- Mejor me voy y ya...
-No, no, quédate- deja el móvil y la taza encima de una mesecita y se levanta- ¿Quieres algo para desayunar?
-Emm...no, gracias- sonrío un poco nerviosa todavía.
-¿Seguro?- se acerca a mí y me agarra del brazo- Pero ven mujer, siéntate.
-No...
Cuando me quiero dar cuenta ya estoy sentada a su lado en el sofá.
-Bueno, ¿y qué tal?- me pregunta con una sonrisa y yo la miro algo incómoda, espero que no nos escuchara.
-Eh...bien- sonrío un poco nerviosa.
-Quería darte las gracias por lo de ayer- asiento con la cabeza restándole importancia- No, enserio, Pablo lleva unos meses muy malos y en estas últimas semanas lo he visto mejor, al principio no sabía a qué se debía pero ahora sé que es por tí.
-Que va, yo no...
-Te aseguro que sí, desde que Pedr...- se corta y abre los ojos- ¿Te lo ha contado?
-A medias, pero sí- por fin me voy a enterar de algo.
-Hace unos meses iban los dos en el coche de Pedri, empezó a llover, se salieron de la carretera y cayeron por un terraplén. A Gavi no le pasó nada demasiado grave, se hirió en un brazo y en una pierna, pero Pedri...bueno, no tuvo tanta suerte, y murió al instante- suspira- Desde ese día Pablo no volvió a ser el que era, se encerraba en su habitación durante semanas, lloraba a todas horas, se culpaba de lo que había pasado, incluso dejó de querer jugar al fútbol.
Hace una pausa, y noto como se le aguan los ojos, no quiero ni imaginarme lo duro que es ver así a una persona que quieres.
-Entonces decidí llevarle a un psicólogo, este le diagnosticó depresión y le recomendó buscar un psiquiatra para que le diera medicación, fue cuando vine a vivir con él, no me fiaba de que él se la tomara. Y, bueno...luego supongo que te conoció a tí.
Veo como se lleva su taza a la boca para darle un trago al café, yo no puedo evitar abrir la boca, no me esperaba que estuviera tan mal.
-¿Y por qué se sentía culpable?
-Porque Pablo no tiene coche, y Pedri era quien le llevaba a todas partes siempre, ese día Pablo le llamó para que le llevara a una fiesta, Pedri al principio no quería pero finalmente lo convenció, así que supongo que se sentirá culpable por ello.
Dios mío, pobre Pablo, ahora entiendo todo lo que hace y todo lo que me dijo, no es más que un crío que ha perdido a su mejor amigo y que se culpa por ello.
-Estaban demasiado unidos, tanto que mucha gente pensaba que eran pareja- veo como sonríe un poco- Pero no, eran como hermanos, se querían y se cuidaban el uno al otro tanto dentro como fuera del campo, Pablo no solo ha perdido a un amigo, ha perdido a su alma gemela. Aunque no lo fuera de forma romántica.
Noto como me tiembla el labio con las ganas de echarme a llorar, no quiero pensar en lo mal y sólo que se debió de sentir Gavi todos estos meses.
Voy a preguntar algo más pero me detengo al ver a Gavi entrar en el salón, rápidamente su hermana se limpia los ojos y se levanta del sofá para ir hacia él.
-Buenos días, hermanito- le da un apretón en el hombro- ¿Quieres desayunar?
-No, oye Aurora, ¿puedes dejarnos a solas un momento?- la mira y yo contengo la respiración.
-Emm...si, claro- se gira hacia mí y luego vuelve a mirarlo- Estaré en mi habitación, ha sido un placer, Léa.
Me dedica una sonrisa antes de desaparecer y dejarnos solos.
-¿Estás bien?- me levanto del sofá para acercarme a él pero veo como da un paso hacia atrás, y en ese momento me siento como si hubiera cogido mi corazón y lo hubiera estrujado con sus manos- Oye, Gavi...
-No puedo estar contigo- agacha la cabeza- Lo siento.
Uyuyyy, se acerca el final de esta historia. ¿Qué os está pareciendo? ¿Alguna idea sobre lo que podría pasar? Os leo.
Por cierto, en el anterior capítulo os dejé una pequeña encuesta para elegir entre tres opciones, las cuales eran los tres finales que había pensado para esta historia, he de decir que aún hay gente votando pero la ganadora es claramente la A.
Así que ese va a ser el final, ya veréis lo que habéis elegido. Preparaos porque se viene.
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Mi destino || Pablo Gavi
FanficPara Pablo Gavi la vida se ha vuelto gris y monótona desde que sufrió una pérdida muy cercana. Pero en medio de este agujero lleno de oscuridad se abrirá paso un gran rayo de luz con nombre y apellido, Léa Ugarte. ¿Será una coincidencia o será el d...