Alijeth
¿Quién se cree que es esa para retractarse de mi orden? Le dije, específicamente, que se escondiera. ¿Y qué hace la estúpida? Sale a hablar estupideces. Aunque el asunto con el guardia haya salido bien, pudo haberse arruinado. Estos no son juegos de niños.
Y hablando de esa cosa... ¿Dónde está? Se fue hace rato a arreglar su nave y no volvió. Más le vale que no se encuentre destruyendo mi patio, porque me va a conocer de verdad.
Camino con prepotencia, en dirección a buscarla, pero bajo mis decibeles cuando la encuentro tirada en el piso. Corro hasta ella e intento despertarla, no funciona. Le doy algunas palmadas en la cara, sin embargo, sigue sin reaccionar. Decido levantarla y la llevo al sillón.
Insisto, intentando despertarla, hasta que al fin parpadea, así que me enojo.
—¿Se puede saber qué te pasa? —Frunzo el ceño.
—Ay. —Se agarra la cabeza, adolorida, entonces se inclina para entender—. Yo estaba... ¡Ah, sí! Arreglé mi chip, recordé cosas. —Sonríe.
—¡¡Estúpida!! —le grito y chilla—. ¡¿No te das cuenta de que te desmayaste?!
Ríe, nerviosa.
—¡¡Tienes razón!! —Se percata, entonces me mira fijo—. ¿Estás preocupado? —me consulta.
—¿Qué? —Quedo estupefacto.
—Sí, estás alterado.
—Claro que no. —Me levanto, dejando de estar cerca de ella y hasta me cruzo de brazos, indignado—. No digas bobadas, solo es sentido común, levántate a trabajar.
—¿Sentido común? Creí que tu gente era hostil. —Intenta pararse, pero se tambalea, así que me aproximo de nuevo, y hago que se quede ahí—. Te ves inquieto —opina.
Me río sin humor.
—No entiendes nada.
—Tus vibraciones son intensas, eso sí, lo comprendo —aclara.
Miro que tengo mis manos en sus hombros, entonces entiendo que gracias a eso, nota lo que siento, así que la suelto, rápido, para negarlo de manera rotunda.
—No —dictamino severo—. Y ya cállate.
—¿Pero qué hago? —expresa, confundida—. ¿Me paro o no?
—Tú... tú... —Me sonrojo—. ¡¡Quédate ahí y no opines!!
—Está bien. —Se vuelve a acostar.
Suspiro de alivio, luego vuelvo a ocuparme de lo que estaba haciendo, pero con tanto revuelo me olvidé qué era. Camino hasta mi mesa y me siento en la silla a afilar mis cuchillos. Ella me mira de reojo desde el sillón, así que cuando nuestras miradas se cruzan otra vez, se sobresalta y vuelve la suya al techo.
Esto es muy extraño, no entiendo a las no-macho. Debería saberlo, pero yo soy el que me acabo de confundir. Definitivamente, yo soy el raro aquí.
Ereyzai
Me mantengo recostada en el sillón, mirando cómo muevo mis pies. Me aburro, pero estoy cansada. Además, le dije a Aleth que me quedaría quieta. Sonrío al pensar que se preocupa por mí. Lo sé porque su tacto me trasmitió su energía. No tengo idea de lo que me pasa, pero estoy muy alegre.
Tampoco descubrí la misión al arreglar ese chip. Bueno, sí, logré recordar que tenía que llevarle un paquete a la torre que vi desde el desguazadero, lo que no conseguí acordarme es cuál era el encargo. Mi jefe va a enfadarse mucho. Aun así, esto me hizo dar cuenta que no rememoro por qué choqué mi nave. ¿Tan mala soy pilotando? No sé cuál fue la falla, era un recorrido fácil y terminé muy lejos de aquella torre.
Tendré que ir a disculparme por olvidar y seguro perder lo que iba a entregar. No obstante, por alguna razón que ignoro, no pienso hacerlo de inmediato.
Aunque quizás no la desconozco tanto. Miro a Aleth que sigue con sus cuchillos y cuando vuelve a observarme, otra vez muevo mi vista al techo. Nos la hemos pasado todo el rato haciendo esto. Mirarnos parece un deporte.
—¿De qué te ríes? —consulta Alijeth cuando se me escapan unas risas—. Más vale que no estés fingiendo tus mareos. —Refunfuña y continúa con lo suyo.
No le respondo y continúo con mis pensamientos.
Bueno, pude haber analizado la opción de no partir rápido por mi salud. Tendría mucho más sentido que estar pensando en un hombre. Sí, eso debe ser, no me fui a disculpar por no entregar ese paquete, porque estoy muy preocupada por mi salud. En cuanto me recupere, me iré lo antes posible a hacer mi misión.
~~~
Dos días después, y totalmente recuperada...
¡¿Por qué no me he ido aún?!
¡Son tan lindos! 💖
Y tengo miedo de que se vaya a esa misión 😢
Saludos, Vivi.
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Ereyzai
Ciencia FicciónAlijeth se encuentra con un ser que jamás había visto, es una mujer y está por completo desnuda. --- Hay tres reglas importantes en el único lugar en donde habitan los hombres. 1. No hablar del terrible acontecimiento. 2. La palabra mujer no debe se...