¿Como En Los Libros? | COMPLETA ✓

4.

Imagina decir "mis momentos más gays son con mi mejor amig@"

Pues Kevin y muchas personas saben que pueden decirlo y no mienten 🤔

Kevin:

Realmente estaba con un humor increíble. Por si no lo notaron fue sarcasmo, mi estado de ánimo es pésimo.

Culpa: Caleb.

Acá nadie me quiere.

Debido a que Caleb se había quedado a dormir y yo tuve que aceptar de mala gana, mi madre me prohibió tirarlo de la cama. Me conocía mucho.

Me senté en la cama, estirándome con un gran bostezo. Al voltear a ver me encontré la bella imagen de Caleb durmiendo.

No lo voy a negar, se veía muy bien. Su cabello largo alborotado, sus pestañas y su piel se complementaban muy bien. Es innegable que es bastante atractivo.

Ladee la cabeza en curiosidad al ver que dormía abrazado a una almohada. Tiene 17 años, por poco 18 y duerme abrazado como un koala a una simple almohada. Luce tierno de esa manera.

Sonreí por la imagen repentina que tenía de Caleb.

Me levanté pronto de la cama con cuidado para no despertarlo.

Agarré mi celular y me acerqué un poco para poder tomarle una buena foto. No suelo tomarle fotos, pero por alguna razón quería guardar este momento. Quizás podría molestarlo después.

Salí de mi habitación y vi a mi mamá preparando desayuno. Claro, como estaba el estúpido de Caleb, ahora sí quería cocinar.

—Buenos días, cielo, ¿Cómo amaneciste? —pregunta sin dejar de mirar lo que está cocinando.

Rodé los ojos y la miré de arriba abajo. Gracias al cielo estaba de espalda, porque si no me hubiera tirado una olla a la cabeza.

—Dormí bien. O al menos lo intenté —bufo molesto—. No es tan cómodo dormir con alguien tan estorboso como lo es Caleb.

Mi madre deja lo que está haciendo y me echa una mirada amenazante.

—No seas tan inmaduro, llevan siendo amigos desde hace años y te comportas como si él fuera tu peor enemigo. —suspira y empieza a servir el desayuno.

Al parecer no le había gustado en nada como me había referido a Caleb.

—No soy inmaduro. Es que simplemente… Él sabe que yo lo quiero. —me cruzó de brazos con indignación.

Que yo sea un seco de mierda que no sabe mostrar cariño no significa que no tenga sentimientos.

—Buenos días.

Siento como mi cuerpo se tensa al escuchar la voz de Caleb.

«¿Me escuchó? Por favor que no lo haya hecho».

El me mira con una sonrisa orgullosa y suelta una pequeña risa.

—¿Así que me quieres? Eso no lo sabía, mentiroso. —dice y su sonrisa se ensancha aún más.

Siento mis mejillas arder y evito su mirada.

«Trágame tierra y escúpeme lejos de aquí».

—¿Yo? Claro que no. Estas pendejo si crees que yo puedo llegar a quererte. —me crucé de brazos

En ese preciso instante mi madre se ríe y yo me doy cuenta de lo jodido que estoy.

—¿No? Yo te escuché clarito como decías lo contrario —sonríe con malicia y coloca los platos encima de la mesa.