26.

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POR FIN EL CAPÍTULO 26 CORREGIDO 😭✨💞

Kevin:

Mientras acababa de cepillar mis dientes escuché de fondo los quejido de Caleb por la luz de la ventana que le pegaba justo es la cara. Sonreí instantáneamente satisfecho con sus quejas.

Me siento orgulloso de haberle abierto las cortinas.

Escucho la cama crujir y sus pisadas acercarse. Elevó mi mirada y me topo con Caleb en el marco de la puerta de brazos cruzados y sus ojos entre cerrados que buscan cerrarse por el sueño.

—Lo has hecho a propósito

—¿Hacer qué? ¿Recibir la mañana? —lo miro divertido.

Él enarca una ceja y golpea mi cabeza por detrás.

—Eres un cabrón cuando quieres —bosteza—. Anda, apúrale.

Lo miro y ruedo los ojos.

—Ahora es un delito abrir las cortinas y recibir la vitamina del sol —finjo indignación sin despegar mis ojos de los suyos.

—Kevin, odias el sol de la mañana solo porque te recuerda que es lunes y tienes que ir a estudiar.

—Corrección, me recuerda que de lunes a viernes tengo que sobrevivir junto a espermatozoides que se hacen llamar personas.

Caleb me mira divertido. Niega con la cabeza y rueda los ojos antes de darme un beso en la cabeza.

Sonrío y enredo mis brazos en su cuello.

—Cepíllate mientras me baño, y ni se te ocurra espiar. —Golpeo su frente con mis dedos.

Él asiente con la cabeza y deja un beso cerca de la comisura de mis labios.

            ————— ☼ —————

—¿¡Y MI ZAPATO?! —grité buscando debajo de la cama.

—¡Hey! —grita para llamar mi atención. Volteo a verlo y mi zapato faltante cae en mis manos—. Ahí está, ciego.

Le agradezco con una sonrisa y con eso acabo de arreglarme por completo.

Me miro en el espejo haciendo una mueca al ver el reflejo. Caleb envuelve sus brazos alrededor de mi cintura y apoya su cabeza en mi hombro con una sonrisa que provoca que yo mismo esboce una al verlo.

—Amaneces lindo. Que envidia —masculla con diversión.

Enarco una ceja y lo miro a través del espejo.

—Él único que amanece lindo y más que eso aquí eres tú, no digas mamada y media —suelto sin apartar mis ojos de los suyos en el reflejo.

Sus ojos afilados que también parecen centrarse en los míos brillan cuando sus mejillas suben en una gran sonrisa.

—Yo solo me veo bien cuando estoy contigo.

Aunque no lo quiera mis mejillas se tiñen en un leve sonrojo del qué odio haberme dado cuenta. Agachó la cabeza y trato de apartarlo.

¿Como En Los Libros? | COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora