- Ya po Coté, si está rica el agua - me gritó el Mauri desde el mar.
- Sigo con caña de ayer, Mauri - respondí mientras sostenía mi tecito con ambas manos - no me weis.
Los miraba desde la orilla envuelta en una manta para pasar el frío. Mis siete enanos y el Clemo jugaban en el agua como cabros chicos, y los últimos rayos de sol del día les hacía brillar la piel. Mañana era nuestro último día en la playa, pero yo ni siquiera había podido dormir por culpa de estar pensando en Montes. Me preguntaba si sería así de indiferente con todas las minas que se ha tirado, o si está siendo especialmente frío conmigo. ¿Qué habría pensado de mi cuerpo? ¿Acaso lo hice bien? ¿Fui suficiente?
La angustia me invadía como un témpano de hielo que se expandía por mi pecho. Me escondí más bajo la manta pero no fue suficiente, no mientras el Clemo siguiera ahí.
- ¡Maxi! - le grité - voy adentro un rato, me dio frío. Cuando vuelvan a la cabaña lávense las patas antes de entrar, no quiero ni un grano de arena, ¿me escucharon?
- Sí mamá - respondieron a coro antes de seguir jugando.
Pero yo no regresé a la cabaña. Pisando firme me abrí paso entre las rocas hasta encontrar un sitio donde sentarme a mirar el mar, me parecía imponente. Tan agresivo, tan caótico golpeando contra las rocas, pero retrocediendo siempre con elegancia.
Quizá esto era solo un traspié en la larga lista de exes que iba a tener en mi juventud. Algo así como la lista de Taylor Swift, pero menos loca. Le seguía dando vueltas al tema, como que me gustaba meter el dedo en la llaga parece.
- Ay Clemo, por la chucha - me eché hacia atrás hasta apoyar mi espalda en la roca y me tapé los ojos, suspirando para no llorar.
- ¿Y ahora qué wea hice? - dijo de repente, haciendo que me sobresaltara.
Unas gotitas de agua salada cayeron sobre mi frente, entonces supe que me estaba mirando.
Eso era todo, me había pillado y yo no tenía salida, me quedé mirándolo. Desde esta perspectiva, su pelo rubio se había oscurecido por el agua del mar y tenía pequeños granitos de arena a lo largo de sus hombros. Su espalda era ancha, fuerte y dorada por el sol. Su silueta terminaba en una cintura estrecha y marcada, con un rastro de vellitos dorados que se perdían en la pretina de su short.
- ¿Qué haces acá? - pregunté, derrotada.
- No sé po, eso venía a preguntarte yo - se sentó a mi lado sin invitación - ¿por qué tan solita?
No tenía ganas de mentirle, ni siquiera de hablarle.
- ¿Lo has pasado bien? - intenté sonreír.
Él echó una mirada por encima del hombro, para ver a los cabros que ya estaban entrando a la casa.
- Sí - confesó - la verdad es que nunca había jugado así con amigos.
Asentí. Seguramente desde cabro chico lo único que le han dejado jugar es a la pelota, debe ser fome que tu trabajo se convierta en tu única entretención.
Casi me quedo sin aire cuando vi que se acercaba hasta mí para rodearme con su brazo.
- Me faltó una, eso sí - susurró contra mi piel.
- ¿Qué? - me reí - ¿me vas a decir que querías jugar a la guerra de agua conmigo también?
- ¿Y por qué no? - me sonrió de vuelta - oye, ya po, los cabros ya se fueron a la casa, métete al agua conmigo.
- No - me eché para atrás riendo - estai loco.
- Un piquero, chiquitito - me tomó la mano para que me pusiera de pie - porfa, por mí.
Me levanté para quedar frente a él y la manta se deslizó por mi espalda hasta llegar al suelo, dejándome solo en traje de baño. Sentí el contacto de su abdomen contra el mío, me rozaba con cada respiración. Algo en su mirada cambió y de pronto comenzó a brillar más.
Entrelazó sus dedos con los míos y me guió con cuidado para bajar de las rocas. Todavía sin soltarme, se adentró en el mar tirando suavemente de mí para que lo siguiera. Las olas acariciaron mi piel desnuda hasta llegar a mi cintura, y el Clemo la rodeó con sus manos para apretarme contra él.
- ¿Por qué haces esto? - le pregunté en un susurro, embriagada por el calor de su piel.
- ¿Qué cosa? - se separó un poco de mí, confundido.
Su piel se oscureció con la llegada de la noche, lo único que brillaba entre nosotros dos eran sus hermosos ojos azules.
- Ya me tuviste, ¿por qué sigues aquí conmigo? - me tembló la voz.
Mi pregunta llegó a tocar su corazón, lo sé por la forma en que acunó mis manos entre las suyas y las llevó contra su pecho.
- Amor, yo nunca te toqué - confesó.
Me quedé helada. Todo este tiempo odiándolo por haberse aprovechado de mí cuando en realidad era inocente.
- ¿Entonces por qué eres tan frío conmigo? - se me aguaron los ojos, estábamos sacando todos los trapitos al sol y sentía que la verdad me estaba quemando.
- Porque yo no sé hacer esto - inclinó su cabeza hasta besar mis manos - Coté, yo no sé ser un buen pololo, no sabría cómo tratarte.
- Inténtalo - le rogué, con los ojos llenos de lágrimas - quédate conmigo, por favor.
Agachó la cabeza para evitarme. La marea empezaba a subir y su cuerpo me protegía de las olas. ¿Es que acaso no se daba cuenta de que detrás de toda esa fachada de badboy era un buen hombre? Él fue a buscarme, me pidió que viniera, me está cuidando.
- Clemo, mírame - le pedí con voz firme.
Negó con la cabeza, pero yo insistí acercando mis manos a sus mejillas.
- Clemente - susurré, levantándolo de a poquito - por favor.
Encontré su mirada y me di cuenta de que él también estaba llorando. Apretó mis manos entre las suyas y me sonrió, la respuesta estaba en sus labios cuando de pronto...
Una ola culiá nos botó.
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Hdkjsksjs
Ay weon, es que no puedo parar de reirme.
Ustedes saben que yo soy muy romántica y lo que quieran, pero si todo es muy perfecto termina por aburrirme. Este capítulo ya tenía demasiada emoción y dulzura y no las quería hostigar.
¿Cómo se sintieron con la confesión del Clemo?
A ver, ¿cuántas acá creían que el weon sí se había aprovechado de la Coté?
Si no es tan malo, chiquillas. El problema es que parece que tampoco es tan bueno :(
Pregunta para ustedes: ¿Qué iba a responder el Clemo?
a) Se disculpa y le dice que no se puede comprometer a cambiar.
b) Le pide una segunda oportunidad para jugársela por ella.
c) Le cuenta de su oscuro pasado y porqué es así.
d) Le chanta un beso.
e) ¿Tienes otra idea? Cuéntame en los comentarios ♡Pd. Mañana me pongo a responder comentarios 😍 Me pasa que los leo, me emociono y después se me olvida contestar 😂
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¿Y si nos comemos mejor? (Clemente Montes)
FanfictionVivo con 7 hombres y aprendí a dominarlos a todos, pero hay un príncipe cruzado que viene a desafiar mi instinto. En la cocina y en el amor todo se vale.