Lolita con "C" de Carlos

Cap 22. Última vista.

Ramón aceptó tener una nueva vida. Primero quiso quemar todo recuerdo de Carlos pero no pudo, así que tomó una caja vieja de zapatos y guardo cada foto, papel, revista y las libretas con las firmas de los hoteles y anotaciones de su búsqueda por si algún día decidía retomarla pero al menos así aunque su madre le dijo que olvidar todo, él no podía era parte de él y la guardó para cuando estaba a solas antes de dormir verse en las fotos del lago con las gemelas o en la foto con Carlos en la plaza sonriendo con sus jeanes acampanados y chaquetas de cuero sonriendo aunque para ese momento los problema ya eran recurrentes aun así sus sonrisas eran puras. Consiguió trabajo como mecánico y aún tenía alguna maña con su padre si era necesaria alguna estafa o pequeño robo ese un secreto entre su padre y él. Así conoció a una muchacha bastante aceptada, y guapa llamada Elena que solía pasar por la mecánica viéndolo con algo de vergüenza. La invitó a salir y no tardaron en ser novios ella era un poco mayor que él y por insistencia de sus familias se casaron felices y tranquilos. Ana estaba muy orgullosa de como su hijo se había rehabilitado. Ambos consiguieron una casa y meses después quedó embarazada los días eran normales y rutinarios Ramón vivía relativamente tranquilo pues Elena era como una amiga y la apreciaba mucho lo suficiente para tener una familia, ella trabajaba como profesora en una guardería donde ganaba un poco más que Ramón lo cual no le molestaba no era exigente sólo quería vivir. Así su vida había tomado otro rumbo y ya no gominaba el pelo y se había dejado una barba limpia y para muchas mujeres atractivas. Nunca más volvió a estar con un hombre y una que otra vez fue a un burdel con sus amigos del trabajo, veía su familia seguido y para el resto de gente que lo conocía era un joven adulto normal y querido tenía muchos secretos pero era parte de su vida y cada noche cuando su esposa se dormía salía a fumar y pensaba no siempre en Carlos o su pasado pensaba en que sería padre y quería ser un buen padre quería ser el mejor padre, quería que fuera un niño e ir a todos sus partidos y verlo tener amigos normales con quienes jugar y que nadie lo acusara de ser de una familia de delincuente no quería ni que supiera lo que era un arma. Esta emocionado por eso y de vez en cuando cuándo la noche era perfecta para escaparse y salir no lo hacía sino ponía un disco se colocaba audífonos y tomaba y fumaba pensando y fantaseado de cómo pudo haber sido una vida junto a él, siempre lo confundía en la calle cuando veía otros chicos jóvenes rubio y churones. A veces sólo pasaba por su viejo colegio para ver a un rubio parecido que salía de clases era bastante similar. Era muy ajeno pensar que Carlos no seguía siendo un nene de 18 años y debía tener ya unos 22 o 23 años como él.

Un 5 de enero tras haber festejado navidades y año nuevo su esposa ya llevaba siete meses de embarazo por lo que ya no podía seguir trabajando lo había hecho muy bien a pesar del embarazo pero Ramón se preocupaba que fuera demasiado y habían concordado que ella se quedaría en casa hasta que naciera él bebe y ya pudiese volver. Así tras llegar a su casa en la tarde su esposa le dijo que había una carta para él en la mesa de la sala.

Ramón había recibido en ese momento algunas cartas de felicitaciones por su hijo junto a veces algo de dinero así que no vio siquiera de quien sólo planeaba sacar algún billete pero no había ninguno. Abrió la carta y leyó:

"Querido Ramón:

¿Cómo estás? Estoy también en Buenos Aires desde hace un par de meses, vivo con mi pareja en un apartamento sólo por un momento planeamos irnos del país a cualquier lugar ya sabes que con todo lo del gobierno no pinta bien la cosa para quedarse acá o al menos para trabajar, ya sabes. Estoy en problemas porque necesitamos papeles nuevos para poder irnos y yo no tengo nada, todo lo quemé y Alberto no quiere conseguirlos en cualquier lado. Me pidió que lo hiciera con alguien de confianza. Quisiera darte mi dirección pero quizás sigas molesto conmigo, y Alberto no debe saber nada de nosotros. No recordaba Buenos Aires así la gente está más asustada y cada lugar se siente tenso y peligroso no quiero seguir acá, suena raro pero quisiera trabajar como bibliotecario podría sentarme a leer todo el tiempo y en las noches irme a pasear así Beto no molestaría con el dinero a cada rato. Te puedo dar todo el dinero que tengo si lo quieres eso no me importa. Escríbeme por favor. He pasado mucho tiempo acá.