Los nervios recorrieron su cuerpo, tenía mal presentimiento.
Dudó si abrirla, y prefirió ir a un tipo de sala al aire libre que tenía el hotel en el que sólo había un par de hombre con tazas de café conversando en una mesa pequeña.
Ramón se apoyó en la columna de esa construcción y se prendió el cigarrillo listo para leer. Si no era importante la sellaría y la guardaría en su respectivo lugar, pero si era algo más, tal vez sería mejor que lo supiera antes de Carlitos.
El escrito iniciaba con modales decentes y luego decía lo mucho que querían a su hijo, al igual lo decepcionados que estaban.
"Si no vas a hacerte responsable, no regreses. Has dejado en claro que no tienes intenciones de formar parte de esta familia." decía en una parte.
Luego mencionaba a Juano. El nombre le hizo sentir una pequeña punzada.
Contaban que le harían un exorcismo y luego lo meterían al ejercito. Aclaraban que ellos no estarían dispuestos a forzarlo a hacer eso, pero que al menos él si aceptaría cambiar su vida y tener un futuro.
"No puedes seguir escapando de tus acciones, así no fue como te criamos. Te vamos a apoyar en lo que necesites, pero debes de actuar como un adulto."
Le daban un poco de dinero y pedían que al volver a casa esperaban verlo y hablar como debían al respecto. En caso que no estuviera hablarían con los Peralta, pero que no tenían planeado molestarlos al respecto. Sólo preguntarían por su hijo y querían hablar directamente con Ramón.
La carta terminó con sus firmas y con un recordatorio que le decía que no perdiera el número de teléfono de la casa en la que estaban, al parecer no estaban en tan malas circunstancias como Carlitos lo hacía sonar.
Soltó todo el humo y dejó la mirada perdida en el paisaje oscuro.
Pensó mucho sobre qué haría cuando sus padres hablaran con los Robledo. No volvería al respecto y se alivió de la aclaración que no harían énfasis en su familia, pero también confiaba que sus padres le cubrirían la espalda, aunque tendría que llamarlos para estar al tanto de la situación, al igual que recibiría muchos regaños.
Luego pensó en Carlitos. No sabía por qué no había abierto la carta que según la fecha no era resiente, tal vez todo lo que imaginaba ya estaba ocurriendo.
Sintió pena al pensar que Carlos no sabía lo que decía la carta. No sabía como reaccionaría ni que haría al respecto. O tal vez ya tenía una idea y había decidido ignorarlo, así como no habérselo contado.
Un montón de ideas y reflexiones pasaban por su cabeza.
Empezó a leer la carta de nuevo, pero una voz de un hombre se dirigió a él. No podía verle bien la cara por la poca iluminación que tenían, a pesar de un pequeño foco que estaba en la esquina en que él leía.
Estaba sentado en la mesa en la que habían estado antes el par de señores, no se percató cuando se fueron.
- ¿De dónde lo sacaste?
- ¿Cómo?
- El pibe rubio.
- ¿Quién carajos sos vos? - preguntó a la defensiva. Estaba sudando más de lo normal con todo lo que pasaba.
- Lo lamento mucho, estoy muy borracho. Buenas noches, ese nene necesita descansar, vos también deberías. ¿Fumas?
- Ahora no. - contestó enojado antes de tirar el cigarrillo al piso.
Una furia mezclada con pánico se le apareció por todo el cuerpo. No pudo notar claramente sus facciones, pero un temor horrible sentía.
Fue casi corriendo a la habitación y cerró con seguro. Guardó la carta en el bolsillo de su chaqueta tirada sobre la cama y dejó la maleta que seguía sobre su cama en el piso como si nunca la hubiese tocado. En el momento que la levantó torpemente, un par de libro pequeños cayeron al piso. Por suerte el sonido no fue muy duro.
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Lolita con "C" de Carlos
RomansaADVERTENCIA: Lolita no es una novela de amor, es una historia de violencia de todo tipo. Esta novela fanfic tampoco es una historia de amor, es una historia de dos criminales que confunden el amor con la violencia, tal como en Lolita. ¨Lolita, luz d...