Llegaron a su casa y con paso ligero llevaron todos los bolsos con dificultad sin hacer ruido. Miguel se fue, y así volvieron a quedarse solos. Se encerraron en su habitación y tiraron todo sobre el colchón del piso. Querían abrirlos y fisgonear, pero estaban muertos del sueño. Tenían que separar las cosas por: joyas, relojes, ropa, y todo lo que tenían, para saber de qué se encargaba cada quien de traficar, pero una en el hogar se quisieron dormir de una vez, no sabían por qué estaban de repente cansados.
- Gracias - le dijo Carlitos mientras se sacaba la chaqueta, los zapatos, los calcetines y el cinturón, a lo que él con todo puesto se tiró en la cama con tanto placer de estar acostado en su cuarto desastroso, pero que era su hogar
- ¿De qué?
- De no mandarme a la mierda en todo el día - se rio al decirlo, era claro que no era por eso - Por ir a esa casa- se acostó a su lado apoyando la espalda en la pared. La luz estaba prendida y podía notar con exactitud el labial en su boca, era muy brillante, pero si lo difuminaba un poco le podía quedar mejor.
- De nada - no supo que más decir y con miedo se quedó mirando sus labios con obviedad, quería saber que reacción tendría. La primera vez que lo vio maquillado se quedó como una estatua y quiso coquetearle, seducirlo, y poner todos los trucos usaba con chicas, pero recordó que Carlitos y no dijo nada. Se acostumbró más a menudo verlo arreglarse con un labial robado de rojo color vino cada vez que estaban en su cuarto sin decir nada, pero sin aburrimiento. Él leía una revista, y cuando alzaba la vista estaba Carlitos con un espejo en la mano viéndose a si mismo. No era un acto de vanidad, pero sí de confusión. Se tardaba en entender que ese rostro era suyo, que esos labios eran los mismos de cuando era un niño, y serían los mismos el día de su muerte. Luego se arreglaba el pelo y notaba el parecido con su madre, pero después se lo hacía para atrás y con más concentración notaba algunas facciones de su padre en él. En ese momento se perturbaba un poco, y regresaba a ver al moreno que a veces lo atrapaba viéndolo, y otra veces lo notaba totalmente en su lectura que se ponía a hacer esos pensamientos, pero sobre el parecido de los Peralta y el hijo único. Tenía los ojos de su padre, pero la mirada de su madre. Le habían dicho que los familiares varones de Ana, se parecían más a Ramón, pero no podía encontrar mucho parecido. Era único.
- Ayudame con esto - dijo Carlitos y se separó de él decepcionándolo. Se bajó de la cama para empezar a separar las cosas. Él también lo iba a hacer, pero se estaba dando un respiro como lo hizo desde el jueves. Cada vez que se sonreían, se reían, o quedaban cómplices, no podía evitar pensar que se iba a ir, que no iba a estar. Le estaba arruinando cada buen momento eso, y ese robo tenía que hacerlos sentir mejor, pero ya estaba sintiendo la melancolía de verlo sostener un montón de collares y haciendo secciones. No iba a acabar nunca así, pero eso quería exactamente, que no se acabara nada. Estaba exagerando demasiado, pero era diferente ahora, porque estaba enamorado y lo sabía. Estaba convencido de que nadie en el mundo lo deseaba tan físicamente como él; ni había alguien dispuesto a viajar la distancia que él estaba preparado a recorrer. Ninguno había estudiado cada hueso de su cuerpo, tobillos, rodillas, muñecas, dedos de las manos y pies, nadie codiciaba cada pliegue de sus músculos. En serio esperaba que nadie más lo deseara tanto, que nadie más soñara que eyaculaba en su boca y luego le sonreía.
Lo ayudó como habían quedado, y primero quiso ver que tanto había sacado por su cuenta. Tenía un montón de libros, plumas, maquillajes, y prendas de vestir. Eso era lo que más tenía, un montón de ropa como corbatas, cinturones, zapatos deportivos, abrigos, suéteres que aseguraba le quedarían grandes, relojes, guantes, y cosas más aleatorias
- De ese me encargo yo, no te preocupes-
- ¿A quién se las vas a dar?-
- Tranquilo, yo me encargo- insistió. Le hizo caso y puso todo de vuelta en esas maletas.
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Lolita con "C" de Carlos
RomanceADVERTENCIA: Lolita no es una novela de amor, es una historia de violencia de todo tipo. Esta novela fanfic tampoco es una historia de amor, es una historia de dos criminales que confunden el amor con la violencia, tal como en Lolita. ¨Lolita, luz d...