Min Yoongi y Park Jimin son amigos y compañeros desde adolescentes pero algo más nace entre ellos de manera inevitable, un amor juvenil una pasión palpable que emanaba desde lo más pronundo de sus corazones jóvenes y de lo cual nace el fruto de ese...
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El calor dentro de aquel automóvil iba en aumento con cada beso y cada caricia, aquellas manos que recorrían con ligereza sus cuerpos.
El vaho se adheria a los vidrios empañandolos por completo.
La canción Light down low sonaba de fondo en aquel club y llegaba hasta el estacionamiento trasero donde ellos dos se encontraban.
Sus labios se despegaron de los contrarios e iniciaron un nuevo recorrido desde su mandíbula y su cuello donde mordió y succionó sin importar dejar marcas.
—K-kookie...
El azabache ignoró el lamento agudo de Taehyung. Estaba demasiado ocupado besando por el cuello y más abajo de donde los botones de la pulcra camisa de marca de Tae se habían destrabado.
Mordió en la clavícula mientras sus dedos se enterraban en los glúteos de Tae por sobre su pantalón de diseñador.
Aquel cuerpo delgado y bien proporcionado que estaba sobre él en el asiento de su automóvil lo tenía totalmente dominado.
Cegado era poco.
¿Cómo rayos habían acabado así? Eso tenia una simple y para nada rebuscada explicación: Desde aquel inocente beso en la Mansión Kim tenían días escapándose juntos para verse a escondidas.
—Mmm Kook...
El azabache mordió con fuerza su cuello y eso hizo que el pelirrojo soltara un gemido fuerte.
—P-para Kookie... p-por favor.
Jungkook volvió a ignorar aquel llamado, aunque de todos modos Taehyung le suplicaba que parase pero él no se apartaba de Kook, más se restregaba contra él.
El azabache dejó de apretar los glúteos de Tae para pasar sus manos hacia adelante a donde se encontraba el cierre del pantalón de Tae.
—¡Kookie! —Jadeo al ver sus intenciones.
—¿Si Tae? —Habló finalmente.
Tae no dejaba de moverme sobre Jungkook de manera desesperada.
Quería, ¡joder! él sí quería pasar aquella línea con Jungkook pero su timidez le ganaba.
—N-no yo...no Kookie no puedo yo...
—¿Qué pasa Tae? —Preguntó deteniendo todos sus movimientos aunque su miembro estaba duro y palpitante buscando atención.
Llevaban días así y por más que se besaban y tenían momentos tan calientes e íntimos como ese no habían pasado a nada más.
—Es que Kookie y-yo... —Taehyung soltó un largo suspiro. —Yo nunca he.. hecho eso.
Los ojos de Jungkook se abrieron con sorpresa y relucieron más aquella noche. Relamió sus labios lentamente.