Min Yoongi y Park Jimin son amigos y compañeros desde adolescentes pero algo más nace entre ellos de manera inevitable, un amor juvenil una pasión palpable que emanaba desde lo más pronundo de sus corazones jóvenes y de lo cual nace el fruto de ese...
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El frágil cuerpo de Jimin temblaba pero ahora era del frio ya que el miedo lo había superado, solamente cerraba todos sus sentidos y se ponía en modo automático cuando le tocaba estar con un cliente. Ahora se encontraba colocando su poca ropa con lo que lo obligaban a trabajar para recibir el dinero y la propina y entregársela a Dimitry.
La única sensación que le provocaba estar con esos hombres era vacío, estaba vacío se sentía vacío como un un cascarón hueco, como un cuerpo sin alma más el asco que sentía después de ser usado como objeto para saciar sus necesidades. Pero Jimin había aprendido a ser fuerte después de meses de estar ahí, lo único que le ayudaba a sobrellevar su encierro ahí era el pensar que él y su bebé iban a salir de ahí muy pronto.
Entre Lisa, Jisoo, Kai y Tae estaban elaborando un plan para ayudarlo a escapar. Sólo era cuestión de tiempo para que Alexey se diera cuenta de que estaba en cinta, su pancita se le estaba notando ya poco a poco. Debían darse prisa y después de ello él y su bebé serían libres para por fin ser felices como lo merecían, nadie nunca más les iba a arrebatar su libertad.
Cuando el cliente se fue tomó el dinero y Dimitry ya estaba afuera esperando con el monto acordado con el cliente.
—El dinero
—Ya sé, aquí está no lo estoy robando.
Automáticamente sus cabellos fueron tomados con fuerza por Dimitry haciéndolo jadear del dolor.
—¿Altanero? No se que es lo que te hace creer que eres fuerte y que tienes valor... eres un simple niño abandonado que nadie quiso no tienes valor de nada así que deja de actuar como si tuvieras agallas, aquí es mejor que me obedezcas o no voy a ser suave contigo.
Dimitry lo soltó y le Arrebató el dinero a Jimin.
Jimin sonrió un poco, Dimitry no sabía que quien le daba todo ese valor para ser fuerte era un pequeño ser inocente e indefenso que le salvaba de mil formas habidas y por haber. Se llevó una mano al vientre acariciando.
—Ya poco. —Murmuró por lo bajo a su bebé. —Mi pequeño Yoonmin.
Faltaba poco para poder ser libres, cuando saliera de ahí no sabia a donde ir, no conocía a nadie ahí en Rusia no tenía amigos afuera y no tenía un centavo tampoco pero ya tan sólo el hecho de estar afuera y ser libres era ganancia.
En una esquina Dominique solo observaba, estaba esperando en momento para destruir a ese chico.
—¿Qué haces aquí Dome?
La chica dió un respingo al verse descubierta por Jisoo.
—Nada, deja de vigilarme, ¿No tienes nada mejor que hacer?
Jisoo se acercó lo suficiente a Dominique para susurrarle y no llamar la atención de los demás.
—Si veo que le haces algo a Jei te juro Dominique que te dejo calva.
