Min Yoongi y Park Jimin son amigos y compañeros desde adolescentes pero algo más nace entre ellos de manera inevitable, un amor juvenil una pasión palpable que emanaba desde lo más pronundo de sus corazones jóvenes y de lo cual nace el fruto de ese...
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—¡No me puedes hacer esto Yoongi! ¡Todo está casi listo para esa estúpida boda! —Chilló la mujer.
—¡Pues si es estúpida, no entiendo por qué no desistes de ella! Tomé mi decisión y también se cancela el trato ha hecho tu padre con mi madre a mi costa pero a mí no me interesa. No me quiero ni me voy a casar contigo Irene. Que te quede muy claro.
—Pero Yoongi yo... yo te quiero. Dame una oportunidad por favor, déjame demostrarte que puedo ser una buena esposa y madre para Kai. —Rogó la mujer desesperada.
No podía permitir que la oportunidad de ser la esposa de Yoongi se escapara, ella lo quería para él. Si bien la boda era solo un negocio ella había planeado enamorarlo así como ella lo estaba de él. Pero Yoongi aún no la aceptaba.
—No, olvída eso porque es tan absurdo no te amo ni lo haré además creo que encontré a alguien de quien te aseguro si puedo enamorarme. Así que hablaré también con tu padre.
¡Auch!! No lo iba a decir pero aquello había herido el orgullo de Irene. Sólo veía como Yoongi subía por el ascensor hasta su oficina.
No se iba a rendir tan fácil no, tanto que había insistido a su padre hacer ese trato con la madre de Yoongi, habían unido las empresas debido a ello, habían comprado acciones en la empresa Min y le habían regalado su padre más acciones en su empresa a Yoongi por la boda y ahora a Yoongi se le ocurría que no quería boda y además ya había alguien.
¿Quién era ese alguien? Porque donde lo descubra estaba dispuesta a hacerle daño, a hacerle su vida imposible porque nadie era tan importante para venir y arrancarle de su camino y de sus planes al heredero Min.
Yoongi por otro lado llevaba noches sin dormir bien después del último encuentro con Kitty. Estaba obsesionado por saber su identidad. Quería pero a la vez sentía que estaba volviéndose loco porque hasta ya soñaba con Jimin. Cada noche Jimin aparecía en sus sueños, aunque eran sueños extraños y confusos que en su mente no podía comprender.
Esa noche iría al Le Fleur para ver si lo podía encontrar así como todas las noches lo hacía pero no tenía suerte. Sabía que era hermano del dueño del lugar pero no sabía donde vivía aún pero lo descubriría.
Se metió al baño de su oficina y en el grifo del agua se enjuagó el rostro, tenía un poco de ojeras por no estar durmiendo bien.
—¿Quién rayos eres Kitty?
Es que hasta se sentía extraño, porque ahora quería enviar todo a la mierda por un tipo desconocido.
A la una salió a almorzar con Taehyung quien a pesar de los constantes ataques de su madre contra él Yoongi no lo cambiaba como su asistente. Además de qué eran muy amigos, Taehyung era leal e inseparable una persona bastante confiable y sabía la historia de Yoongi completa y por él se había arriesgado a convertirse en un ladrón como él burlando el apellido de su familia porque los Kim eran personas influyentes, el padre de Taehyung era director de la Marina en Estados Unidos y su madre pegó el grito en el cielo cuando tuvo que sacarlo de prisión varias veces por ayudar a Yoongi.
