Min Yoongi y Park Jimin son amigos y compañeros desde adolescentes pero algo más nace entre ellos de manera inevitable, un amor juvenil una pasión palpable que emanaba desde lo más pronundo de sus corazones jóvenes y de lo cual nace el fruto de ese...
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Yoongi no tenía idea de que hacían ahí él solamente seguía a Jimin y en cuanto bajaron a aquel sótano tuvo una idea.
—¿Me vas a encerrar y a torturar?—Preguntó.
—Si eso haré. —Fue la respuesta de Jimin.
Sin embargo Yoongi en lugar de huir de ahí o de asustarse sonrió, no creía que Jimin fuera capaz de hacer algo como eso.
—Adelante, entra. —Le apremió.
Yoongi no dudó así que empujó la puerta que segundos antes el peli-rosa había abierto con una llave que llevaba en la mano. Su primera reacción fue un ¡Woow! cuando se encontró en una habitación pequeña que no tenía nada solamente un espejo que ocupaba la mayor parte de la pared.
Arrugó en ceño mirándo a Jimin en busca de una respuesta pero el menor solamente sonreía como si estuviera a punto de ver algo emocionante en el circo.
—¿Qué hacemos aquí Jiminie?
—Ah no seas aburrido Min ni si quiera comienza la función. —Soltó el peli-rosa sin dejar de sonreír.
Luego golpeó el espejo con sus nudillos sin perder detalle del rostro del pelinegro.
De pronto lo que Yoongi tomó como un espejo se iluminó y éste se sorprendió al ver que era una ventana, del otro lado había una mesa de metal y una silla con cadenas a los costados y una silla más frente a la otra. Pero lo que realmente atrajo toda su atención fue la persona que caminaba hacia esa silla siendo empujada por Frank a quien ya conocía bastante.
—¿Mamá? —Dijo en un hilo de voz.
Sin embargo, Jimin no respondió solo veía fascinado la escena.
—¿Qué mierda es esto Jimin?
El aludido sonrió mirando a Yoongi antes de pasar su lengua humedeciendo sus labios para hablar.
—¿No te gusta mi sorpresa Min Yoongi? Creí que te gustaría, a mi me encanta realmente me encanta. —Dijo mirando hacia el espejo y pasando una mano sobre la fría superficie mientras veía como la mujer era atada con las gruesas cadenas.
—¡Jimin! ¿Qué haces? ¿Por qué tienes a mi madre ahí adentro? ¿Cuándo la has traído?
—Durante la confusión que se armó en tu Mansión mis hombres la atraparon. ¿Sabes que es lo gracioso? Tu padre vio como se la llevaban y hasta este momento no ha llamado a la policía. ¿Qué clase de familia loca es la tuya Min?
Yoongi pasó saliva en su garganta seca ¿Cómo que su padre vio como era raptada y no hizo nada? ¿Qué mierda era todo eso?
—N-no lo se... últimamente no sé nada. —Murmuró. —¿Qué le harás? Sácala de ahí Jimin Por Dios es mi madre.
