ミ★ 𝘊𝘢𝘱í𝘵𝘶𝘭𝘰 11 ★彡

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26 agosto de 2009

Tom se acababa de despertar de mal humor, como la mayoría de las mañanas que sabía que no vería a Ginebra.

El chico se puso algo de ropa cómoda, para no estar desnudo y bajó a la cocina.

-Estoy muy orgulloso de ti Gigi-le decía Bill a su mejor amiga en la puerta de casa.

-Gracias mi vida-le contestó ella sonriéndole.

-Cuando Tom te vea se va a quedar con la boca abierta, le encanta ver cómo consigues lo que te propones-le dijo él mientras agarraba su teléfono y marcaba a su gemelo.

Llamada de Bill a Tom

-Tom!

Que quieres Bill?-

-Que te despiertes ya.

Estoy despierto, tú dónde estás?-

-Sal fuera anda.
Llamada finalizada

Tom hizo caso a su hermano, agarró su taza de café y salió algo cansado por la puerta de su casa. Ahí fue cuando la vio a ella sonriéndole tiernamente, y tenía una puñetera moto roja detrás.

-Te gusta Kaulitz!?-le chilló ella mientras sonreía.

El chico estaba en shock, él sabía que ella se quería sacar el carnet de moto, pero no sabía que lo conseguiría tan rápido.

-Vístete y te doy una vuelta!-volvió a chillar ella mientras se mordía el labio inconscientemente.

Tom no se lo pensó dos veces y lanzó su taza de café por los aires mientras entraba corriendo a la casa. Salió en menos de 5 minutos con una camiseta verde corta y unos pantalones negros holgados.

-Ahora ya estas de buen humor hermanito?-le preguntó Bill al ver cómo se acercaba a la pelinegra y le daba un beso en la mejilla.

Este le sonrió mientras lo apartaba y esperaba a que la chica se subiera en la moto. Esta lo hizo y después él también.

-Agárrate trencitas-le dijo ella mientras le agarraba una de las manos y se la ponía en la cintura.

-No creo que vayas tan rápido, no será necesario-dijo él apartando sus manos.

Aunque tenía muchas ganas de tocar a la chica, le quería hacer rogar un poco.

-Tú mismo, hasta luego Bill-se despidió la chica de su mejor amigo dándole un beso en la mejilla.

Antes de que Tom pudiera decir nada, esta aceleró, haciendo que el de trenzas casi se cayera y tuviera que agarrarse a su cintura.

-Joder, te he subestimado!-le chilló él algo aturdido.

Ella solo se río y volvió a acelerar para adentrarse en la ciudad.






Ambos llegaron a la casa del chico después de comer, tenían pensado ver una película y dormir la siesta juntos.

-Buenas, ya estamos aquí!-dijo alegre Tom mientras abría la puerta.

-Menos mal, me habéis dejado solo todo el día-dijo triste Bill asomándose por la puerta del salón.

-Lo siento cielo, teníamos hambre y fuimos al McDonald's-le dijo la pelinegra al chico mientras le daba un abrazo.

Á⋆n⋆g⋆e⋆lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora