De Nada a Todo - Presentación

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Noelia Montesinos es una chica bastante madura para tener dieciséis años, aunque hay algunas veces que puede llegar a ser todo lo contrario pero solamente con la gente que quiere. Su color favorito es el azul ya que le llama demasiado la atención el color, su dedicación hasta la fecha a sido buscar a el chico indicado, a alguien que le cuide y le quiera como a nadie hubieran querido jamás. Montesinos puede llegar a veces a ser un poco borde o sincera y cariñosa con las personas a las que quiere, pero ella sobre todo es torpe, tan torpe que ella seria la típica que puede matar a alguien por accidente, tiene un pelo rubio natural precioso y muy bien cuidado que le llega un poco más por debajo de los hombros, ya que a ella no le gusta ni muy largo ni muy corto, así que prefiere tenerlo así, sus ojos azules eran únicos, por eso una parte de que su color favorito sea el azul, con una nariz pequeña muy bonita y unos labios finos pero bonitos a la vez. Y de su cuerpo que ni se hable, era perfecto, con un abdomen plano y unas curvas bastante notarías para la gente, pero lo que hacía que el se muriera por ella a parte de su cuerpo y ojos era la sonrisa, era sonrisa que le encantaba junto a su carácter y forma de ser.

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Ander Muñoz era un chico bastante serio y formal a sus dieciséis años, hasta que se enamoró, su color favorito es el verde aunque ni el sabe el por qué es ese. El a lo único que se dedicaba era mirarla desde lejos en las clases sin que ella se diera cuenta en absoluto, Ander es un chico bastante reservado y muy suyo con sus problemas, y con las chicas que había salido había sido muy celoso con todas ellas. Su pelo era oscuro, cubierto por rizos perfectos, sus ojos café no eran nada del otro mundo, pero para ella si y demasiado, tenía una nariz puntiaguda y unos labios muy hechos y descriptivos en él. Muñoz no era un chico que hiciera muchos ejercicio que digamos, pero a pesar de no hacerlo tenía su cuerpo en forma y cuidado, aunque a decir verdad si que se había dedicado a algún deporte en su vida, y ese era el tenis, aunque no le gustaba, jugaba por su padre, hasta que un día decidió dejarle las cosas y claras y no volver a jugarlo. Pero si que había una cosa que no había dejado de lado, y eso eran las fiestas, las fiestas para el eran una salida del mundo real y siempre acaba a la mañana siguiente con tanto dolor de cabeza que ni el mismo se pensaba que ese dolor existiera en la vida.

De Nada a Todo // Ander MuñozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora