De Nada a Todo - La bolsa

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-Tengo sueño. -susurré aún en sus brazos.

-Tú duerme tranquila Noe.

-¿En serio que no estás enfadado conmigo? -pregunté separándome de el para mirarlo.

-No estoy enfadado, ¿vale? Prefiero que me hayas avisado antes de que te hubieras callado y hubieras seguido sufriendo. Además, tenemos más veces para intentarlo. Ahora duérmete, que te vendrá bien.

Le di un beso en la mejilla y me tapé con las sábanas quedando boca abajo en la cama para dormir un poco, estaba cansada y creo que necesitaba descansar.

☆☆☆☆☆☆

Me desperté y lo primero que hice fue mirar la hora en el reloj que tenía Ander en su mesita, el cuál indicaba que eran las cuatro de la tarde, me puse mi parte de abajo del bikini y la sudadera de Rebeka y vi a Ander con sus cascos puestos mientras miraba a la pared de brazos cruzados seriamente, así que decidí tirarle un cojín para llamar su atención, él se quitó los cascos y me miró.

-¿Qué haces? -me preguntó.

-Pues hacer que dejes de pensar en lo que ha pasado antes. -hablé mientras le abrazaba por los hombros.

-¿Y tiene que ser a hostias o qué? -volvió a preguntar mientras dejaba los cascos en el escritorio.

-Bueno...se me ocurre otra manera. -le di un beso en el cuello y cogí su mano- Ven.

Lo levanté de la silla y lo senté en el sofá, para después quitarle una camiseta que llevaba puesta, darle el mando de la Play y empezar a darle besos por el pecho.

-¿En serio? -dijo riéndose.

-Venga, como si yo no estuviera. -ofrecí mientras seguía dándole besos- Mira la tele.

Le bajé los pantalones y Ander comenzó a respirar con fuerza ya que empecé a chupársela.

-Vale. ¿Y a qué juego, eh? ¿A un juego de peleas? ¿Con cachitas? -paré, ya que estaba poniéndome nerviosa con tantas preguntas.

-Chico, el que sea. ¿Qué más da? Tú calla, juega y disfruta.

Seguí con mi trabajo mientras el comenzaba a jugar y jadear, aunque enseguida paró, así que decidí mirarle para ver qué le pasaba.

-Ander tío, que no pasa nada enserio. -afirmé volviendo a mirarle.

-Lo sé, pero y si vuelve a pasar. -se preocupó.

-¿Sigo o...? -pregunté.

-Sí, no te preocupes. -me confirmó acariciándome en hombro.

Seguí un par de segundos, pero volví a verle serio, así que me levanté en un poco hasta quedar delante de él.

-Venga relájate, ¿vale? -le di un beso y me volví a arrodillar.

☆☆☆☆☆☆

Al final conseguí que Ander se relajara, y cuando terminé él se volvió a poner los pantalones y seguir jugando, mientras yo que me apoyé en sus piernas miraba atentamente el juego. De repente me entró hambre, entonces me levanté del sofá para bajar abajo pero antes de eso Ander me llamó.

-¿Dónde vas?

-A por algo de comer, que llevo sin comer nada en todo el día. ¿Quieres algo? -pregunté apoyando mi mano en el marco de la puerta.

De Nada a Todo // Ander MuñozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora