De Nada a Todo - Es solo tu Amigo

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—¿Por qué aún eres virgen? —comentó intrigado, aunque, ahora se había pasado.

Me levanté sin decir nada, mientras me puse mi top de nuevo y cogí mi bolso para salir de allí. ¿Por qué cojones me había preguntado eso? Sentí como me agarraba del brazo para pararme.

—Perdón Noelia, no sabía que te iba a molestar que te preguntara eso.

—Mira Ander, hay millones de preguntas, y vas, ¿y me preguntas por qué aún soy virgen? Yo flipo tío.

Terminé de decir eso y salí de su habitación dando un portazo, me había molestado mucho esa pregunta, solamente quería volver a casa y dormir en paz.

☆☆☆☆☆☆


Al llegar a casa empecé a escuchar cosas que no pienso describir salir de la habitación de Samuel, así que salí de allí lo antes que pude. Ahora solo quería llamar a Ander, pero él era el causante del problema, así que solo podía llamar a alguien que me entendía, y si. Tendría que contárselo.

·¿Lu?

·¿Qué pasó Noelia?

·¿Podemos ir a algún lado para hablar?

·Claro amor. Paso por ti.

·Gracias Lu...

·De nada hermanita.

Me senté en el bordillo a esperar a Lu, mientras tanto decidí mirar mi teléfono, lo primero que vi al encenderlo fueron llamadas, audios y mensajes de Ander. Entré al chat y comencé a escuchar todos los mensajes de voz.

·Joder Noelia, perdóname, he sido un puto imbécil preguntándote eso. Solo que quería decirte...nada, déjalo.

·¡JODER NOELIA POR QUÉ COJONES TE HAS IDO EH! 

·Mierda, perdón por eso. Solo estoy enfadado conmigo mismo, perdóname.

Al escuchar esos audios sentí que no tenía que haber llamado a Lu, si no a Polo. Busqué lo antes posible el contacto de mi hermanastra y llamarla.

·¿Lu? Oye que no hace falta que vengas, está todo bien.

·¿Segura Noelia? Antes me has llamado preocupadísima.

·Segura Lu, estate tranquila.

Le colgué y busqué el contacto de Polo, le llamé y me dijo que me recogía en diez minutos para ir a tomar algo y para contarle lo que había pasado.

☆☆☆☆☆☆

—Vale, ¿qué cojones ha pasado? —comentó Polo bebiendo de su copa en la barra.

—Pues porque estábamos en su casa haciéndonos preguntas y me había preguntado el porqué soy...ya sabes, aún.

—Joder... ¿te ha mandado mensajes verdad?

—Ni te lo imaginas... —saqué mi móvil y le mostré los mensajes que me había mandado.

—Acaba de mandarte otro.

·Joder Noelia, por favor, perdóname... —comenzó a sollozar— No había sido mi intención... ¡JODER! —se escuchó como caía algo al suelo, y terminó el mensaje.

—Tenemos que ir ahora. —habló firme Polo devolviéndome el móvil.

—¿Qué? ¡No! No pienso ir Polo. —me negué.

De Nada a Todo // Ander MuñozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora