Un rosal muerto

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Como si se tratara de un cuento de fantasía, Candy espero cual princesa en el balcón a qué su amado apareciera, sin embargo, las horas transcurrían y el final del baile llegó, con ello, todas las parejas marcharon a sus respectivos hogares y el apagón del salón fue lo que hizo que definitivamente Candy se rompiera en mil pedazos.

De camino al hogar de pony, archie refunfuñaba molesto por lo que su tío había hecho y sin más, solo miraba con tristeza a su amiga. Annie y Patty le seguían, sin embargo, evitaban demostrar mucho como se sentían al respecto. Candy no quería que la vieran como alguien débil, así que sin más, solo se fue riendo del pequeño accidente que tuvo Patty con el ponche.



A la mañana siguiente, Candy estaba a las afueras del hogar preparando una pequeña fogata mientras el vestido verde esmeralda que compro especialmente para Albert, ardía en llamas. La rubia solo observaba, parecía absorta en sus pensamientos hasta que Jimmy se le acercó preocupado

¿Jefa? -jimmy tiro del chal de Candy- ¿Que paso?

Nada, Jimmy... Despierta a todos, hoy haremos malvaviscos en fogata -sonrío evitando ser vista con los ojos llorosos- Contaremos historias...

¿Pero las fogatas con malvaviscos no son de noche? -curioso, miro a la pecosa quien sonrió con algo de maldad-

Si, bueno, pero esas fogatas son para aquellos que no le temen a los mounstros -El niño tembló al oír de aquello y asintió rapido- entonces.... ¿traerías a los demás?

Si jefa! -imito una pose de soldado y salió en busca de todos, sin embargo, el grito mezclado con llanto de Annie causó una sensación extraña en Candy, quien dejó todo lo que estaba haciendo y corrió a ver, observando que la señorita pony estaba muy mal-

Señorita pony! -candy se acercó a revisarla, a tomarle el pulso y demás, pero ya era tarde. La pobre mujer casi ya no tenía pulso, perdía la vida en aquella cama junto a los que amaba y eso les rompía el corazón a todos, más a Candy y a Annie quienes se criaron con ella desde que nacieron y fueron encontradas- Señorita pony! Responda! -se dió la vuelta llorando- Archie! Busca a Tom y trae al doctor!

Candy... -archie sabía de sobra que la mujer no iba a sobrevivir-

Solo hazlo! -grito desesperada, causando que el de cabello castaño solo acatará la orden y saliera rápidamente. Tras unos minutos bastante extensos, Tom llegó a caballo y tras el, el vehículo del doctor con Archie- Doctor!

Candy, ayúdame a revisarla! -el doctor procedió a revisar a la mujer, pero nuevamente el veredicto del hombre era horrible. Negó con la cabeza y solo suspiro- Candy, ella ya se está muriendo...

¿cómo puede decir algo tan espantoso?! -Grito exaltada-

Candy... -la mujer, agonizante, tomo la mano de Candy, de Annie y de tom- Annie y Tom...los tres pequeños que mas locuras y sonrisas me han sacado... Por favor, nunca dejen de verse

Señorita pony por favor! -Tom se agachó quedando de rodillas apoyando su cabeza en el estómago de la mujer- se lo ruego....

Tom, querido, ya es momento de que yo me vaya... -su susurro era cada vez más inaudible, el joven solo cerro los ojos bruscamente y se puso a llorar- Candy... Quiero que tú continúes con esto, con ayuda de Annie y Tom...

Un último Waltz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora