Una huida polémica mientras un botón de rosa florece

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Las personas han llegado muy temprano, las novias se miran en el espejo con una profunda tristeza...o una profunda mirada de valentía

Hoy finalmente es el día... -Candy musito, oculta en su cuarto en la mansión de Lakewood mientras observaba como la tía abuela organizaba los carruajes de las bodas- Todo cambiará para mí... Todo será distinto al plan y solo he de seguir -cerro los ojos con pesar-

Hoy es el día...en qué diré mi veredicto final, ni más ni menos... Que mi decisión -Amara estaba mirando desde la otra punta de Lakewood, en el otro balcón dejándose ver a ambas novias mirar desde cada punta de la gran mansión- Nadie dirá más lo que tendré que hacer, a quien amar, a quien pensar... Pronto seré una mujer feliz y libre...

Pronto seré una mujer casada sin más que mis sentimientos ocultos en un cofre de cristal... -Candy sostenía las rosas, hasta que se escuchó el golpe de Terry. Se había colado en la mansión para ver a su futura esposa- Terry...

Candy... Nuestro destino ya está en marcha, ¿Estás segura de lo que harás? -El castaño la miro, sabía que Candy no quería casarse con nadie más que con Albert...

...Terry yo... -su balbuceo hizo entender al hijo del duque, que en realidad la rubia estaba dudando-

Candy, diré que no en la boda -Su firmeza, hizo que la rubia se sorprendiera- No quiero otra esposa, mi amor sigue por Susana a pesar de estar muerta... Ahora debo velar por mi hijo

Terry... -sonrío y lo abrazo- Gracias...

Para eso estamos los amigos, Tarzan con pecas -Guiño un ojo correspondiendo el abrazo y huyendo antes de que algún sirviente lo encontrará.

Candy -la tía abuela entro, sorprendida de como se veía la niña a la que tanto desprecio- estás...muy linda, debo admitirlo..

Gracias... -susurro sin animos-

Bien, vamos a qué te subas al carruaje.. Amara ya fue a la iglesia

 Amara ya fue a la iglesia

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(Vestido de Amara)



Queridos hermanos, estamos hoy aquí reunidos para unir en sagrado matrimonio, al joven William Albert Andley con la señorita Amara Swarz -Las bodas se estaban realizando al mismo tiempo, solo que en distintas iglesias muy apartadas una de la otra- Señorita Amara Swarz ¿acepta usted a William Albert Andley como su esposo?

... No -contesto causando que la sorpresa fuera inevitable, la tía abuela estaba en shock y miraba a su sobrino, quien sonreía a gusto- No, no acepto casarme con William Albert Andley, pero Si con el señor George... -se dió la vuelta mirando al hombre, quien se acercó a ella tomando su mano-

Yo tampoco acepto mi boda -se dió la vuelta notando entre los invitados, a Patty y a Tom. Su corazón latio A mil, si Tom estaba aquí ¿con quién se casaría Candy?

Un último Waltz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora