Años de soledad

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Candice white Andley, la viuda joven. La mujer que busco a los asesinos de su esposo sin descanso, aquella que tomo las riendas de un clan que con locura caía por la muerte de su patriarca, pues ya no más... Candice Andley, ahora llamada la matriarca Andley, elevo al poder, riqueza y fama máxima al clan que su esposo le dejo....

Patty había sido atrapada por George y gracias a los contactos de él y amara, fue enviada a servir de sirvienta en las tierras Andley en Escocia. Eliza fue obligada por Candy a casarse con un hombre simple, un vaquero y no encontró a nadie mejor más que a Tom, quien acepto gustoso...

Finalmente con Neil, dejaron que viajara a Escocia para ver a su amada Patty, pero como todo un cobarde, escapó y termino casándose con una mujer mayor que el que lo mantenía. Claro, el estaba grato ya que sería heredero de mucho, sin saber que cuando la pobre mujer falleció, quedó en la miseria y en la calle, teniendo que pedir empleo a la familia Andley, siendo sirviente junto a Patty en Escocia.

Archie y Annie se mudaron a Lakewood y George junto a Amara quisieron tomar el hogar de pony, aunque Candy era quien dirigía aquel lugar, ellos vivían ahí y amaban a todos esos niños como suyos, y para cada adopción de un niño, sufrían muchísimo. El pequeño Terrence fue criado por Annie, Archie y Candy, siempre contándole la historia de sus difuntos padres y como eran aquello, mostrando las fotos por periódico de cada uno...












14 años después


Mama! Mama! -Rossemary buscaba a su madre en el jardín de rosas, buscaba de un lugar a otro sin encontrar pistas, los pétalos volaban en la dirección del viento y eso le asustaba, no era normal- Mamá!

¿Sucede algo Rossemary? -candy a pareció a su espalda, cargando entre sus manos una rosa dulce Candy-

Mama..tengo miedo -se abrazo a ella, tenía el presentimiento de que su madre se iría de este mundo y que emitía información sobre su estado de salud. Candy había vuelto a enfermar, al parecer la pena y el dolor de la soledad y la pérdida de su esposo hizo que lo curado, regresará. Archie y todos podían ver eso, Candy había enfermado nuevamente y de vez en cuando se le podía ver y escuchar hablar sola, carcajeaba y se sonrojaba...

Tranquila cariño ¿otra vez una pesadilla? -la miro con una sonrisa compasiva-

Si... Tengo miedo a perderte como perdimos a papá -sollozo y Candy se sintió triste. La aferró más a ella-

Escúchame Rossie -la miro y se sentó en una de las bancas del jardín- siempre estaré contigo...

Pero... Tú contaste la historia que cuando mueren las rosas...

Siempre mueren, Rossemary, y vuelven a nacer y así continúa hasta un ciclo sin fin... -la miro- Pero, en ese caso... Siempre estaré aqui, en tu memoria... En el Rosedal, donde quieras yo estaré

Mama...no me dejes -la pequeña lloraba desconsolada mientras Candy miraba a la dirección frente a ella, al arco de las rosas donde, sin que alguien mas pudiese ver, notaba la presencia de su difunto esposo, de Anthony, de la madre de Anthony, de Stear y de la tía abuela- ¿estás bien?

Si, tranquila... Vamos adentro -musito sin dejar de observar. Su esposo la miraba con una sonrisa.

Candy! Sabes que no puedes salir así! -George, quien ya era algo mayor, se acercó para ayudar- estás enferma y te dedicas a jugar afuera....

¿es mi imaginación o... Veo a Albert afuera? -comento causando sorpresa en todos-

Candy...no hay nadie -amara la miro con tristeza, Candy vivía observando sombras, algunos creían que estaba loca y otros decían que era el don más poderoso que un ser puede tener, el ver y hablar con los muertos.

Si, solo miren al arco del Rosedal... -apunto-

Gatita...no hay nadie -archie no quería mirar, le causaba tristeza y panico-

Si, solo miren por favor -suplico sin dejar de mirar. Todos suspiraron y tras asomarse, pudieron ver unas sombras; algunos temblaron de pánico y otros quedaron impresionados, estaban anonadados... Ellos estaban ahí, pero ¿como? ¿porque?- se los dije!

...no lo entiendo... -se frotaron los ojos y al regresar la vista no había nada. Candy insistía-

Candy, mirame un segundo si... -Annie se le acercó y le mostró una carta- Terrence, el hijo de Terry y Susana... ¿lo recuerdas?

Completamente Annie, ¿me crees loca en olvidar a ese niño que criamos como nuestro? -nadie dijo nada, más le entregaron la carta a la rubia-

Terrence nos invitó a New York para ver su obra, es escritor y actor... -sonrio-

Oh! Ha seguido el camino de sus padres, me honra mucho... ¿has oído Terry? Tú hijo es igualito a ti! ¿Y que decir de Susana? Saco su carácter... -carcajeo mirando a la pared. George bajo la cabeza y amara lo abrazo, sabían lo que significaba...

Candy había adelgazado a más no poder, pero se reía como siempre... Aunque, su risa era más apagada, más lejana...diferente a la risa que tuvo una última vez aquella noche de fiesta donde le arrebataron al amor de su vida

Rossemary! Anthony! Ayuden a su madre y empaquen todos sus maletas, iremos a New York -Archie avanzó, tenía ganas de llorar al ver a su querida amiga en ese estado. Sabía que muy pronto marcharía y que el quedaría a cargo hasta que Anthony estuviera completamente listo o, si él no podía, Rossemary tomaba el cargo...

Si tío -anthony apareció, era igual a su difunto primo que poseía el nombre. Esos ojos azules y la elegancia con la que reía y tomaba las flores, al parecer había reencarnado en el hijo de Candy- Vamos mamá...

Si, pero despacio que me puedo caer... -rossemary carcajeo ante lo último, ya que recordó que hace dos años atrás, quiso ayudar a su madre, sin embargo se le olvidó que era para una sorpresa de cumpleaños y que tenía los ojos vendados... Candy había caído al suelo aquella vez y termino en cama por una semana. Ahora se reía, pero esa vez se sintió culpable

Annie, ¿Sabes de qué se trata la historia de Terrence? No quiero ver Romeo y Julieta otra vez... -amara sonrió-

Esta será una historia nueva y diferente... -guiño un ojos y se retiro-












Continuará....

Un último Waltz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora