Pov JJ.
Me quedo estática mirando la ventana, no sé qué carajo, se supone que espero ver, pero sigo mirando. Mi mirada fija se detiene cuando escucho el característico sonido de varias balas impactando contra el concreto.
Por un momento no proceso lo que sucede, pero Ian Doyle sí lo hace, ya que segundos después de escuchar el primer disparo salió disparado hacia la casa donde se encuentran sus hijos.
Es Easter quien reporta los disparos y pide ayuda. Hotch y yo corremos en dirección de la casa ya qué de ahí se originan los disparos, y nuestra obligación legal y moral nos grita que vayamos por los niños que ya hacen en medio del fuego cruzado.
Al llegar a la casa, no vemos a Doyle, pero lo escuchamos gritar a su gente de seguridad qué no permita que los malditos avancen.
Intentamos correr tras Doyle, pero los disparos que vienen desde afuera no, nos lo permiten. Hotch dispara una ronda y lograr matar a uno, dándome así la posibilidad de correr y cubrirme tras la escalera. Desde mi nueva posición tengo mejor visión para disparar.
Disparo varias rondas, en la primera no le di a nadie, lograron cubrirse, pero en la segunda le doy en el hombro a uno. Dándole así paso a Hotch. Mientras nos alejamos de abajo los disparos suenan menos. Pero el llanto de la bebé se escucha fuerte y claro.
Me dirijo hasta la dirección del llanto. No hay nada que yo no haría por un niño. Ellos siempre son inocentes, no merecen pagar los pecados de los padres.
Intento abrir la puerta, pero no se puede.
-Adrián Durant, somos la policía. Déjanos ayudar con los niños. -le grito.
Más no hay respuesta verbal. Lo único que recibo es una gran ración de balas disparadas desde adentro de la habitación, así mi lugar.
«Semejante hijo de perra» mi único objetivo es salvar a esos niños. Si él desea matarse me da igual. Pero esos niños sí me interesan.
-Durant, quedarse ahí adentro es suicidio-grita Hotch.
Y otra ronda de balas se dispara hacia nosotros. -Escúchame bien maldito hijo de perra, sé perfectamente quién eres y lo que hiciste, y no dudes por ningún momento que mi mayor deseo es matarte. Pero de la manera más honesta te lo pido. No permitas que tus hijos mueran por tu estupidez. -le grito exaltada.
Escucho una risa burlona desde adentro y eso provoca que mi ira se eleve a niveles nunca ante vistos.
-¿Crees que esto es una broma imbécil? ¡LA VIDA DE TUS HIJOS ESTÁ EN PELIGRO! ¿Cuánto más crees que tu grupo de seguridad va a resistir? Son un grupo inmenso el que vino a matarte. -le grito mientras preparó mi arma para disparar cuando escucho pasos subir por la escalera. Al no ver un traje de policía y no ser Easter le disparo.
El desgraciado ese, hace lo mismo conmigo. Obligándonos a Hotch y a mí a ocultarnos tras las plantas que Doyle tiene aquí.
De un momento a otro, la puerta de la habitación donde Doyle se ocultaba es abierta.
Salen primero una cantidad bárbara de hombres armados. Que con facilidad acaban con el hombre que nos disparaba. Los antes mencionados se abren camino por el pasillo y eliminan a diestra y siniestra, mientras que otro grupo nos rodea. No hay manera de luchar contra todos ellos. Así que a regañadientes nos arrodillamos.
La puerta vuelve a abrirse, dando paso a Doyle, quien nos ve con diversión. Este hombre es el significado absoluto de lo que es ser bien maldito. Nos mira con burla y altanería. Sin importarte que abajo hay un gran a masacre.
-Sabía desde el momento uno que ustedes sabían quién era yo. Es una pena que hayamos sido interrumpidos en nuestra charla con miradas de odio. ¿Pero son gajes del oficio, no? Estar tranquilo y al otro segundo tener un arma apuntando a tu cara.
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Nuestra realidad.
FanfictionEl amor es algo que muchas personas anhelan tener. Pero para Emily e Ian el amor será la razón por la cual lucharan contra enemigos, se enfrentarán a muchos peligros ¿Será suficientemente fuerte su amor, como para mantenerlos unidos? O ¿se destruir...