Perdón por errores ortográficos.
Pov Lauren Reynolds.
2023
Los rayos del sol impactan contra mi rostro. Pero eso no me despertó, lo que me despertó fue el pequeño ser humano de nueve meses que se encuentra encima de mí.
«Me usa de trampolín»
Muevo mis manos para despertar a su progenitor y que este me la quité de encima.
El cual solo suelta una risa burlona desde su lado de la cama. Ahora ya sé cómo Emi llegó a aquí.
—¡¡Puedes quitarme al monstruo, por favor!! ¡Siento que me va a sacar los órganos! —digo exageradamente.
—Tus deseos son mis órdenes, mi lady— se sienta en la cama y retira a Emily de encima de mí.
—¡Gracias, ahora ya puedo respirar! — me siento en mi cama y miro a mi pequeño terremoto, está despeinada, su cabello negro azabache es un total desastre.
—¿¡Cómo amaneció la princesa de mamá!? —le pregunto como si fuese a responderme mientras depósito un beso en su frente. Lo único que hace es sonreír cálidamente. Es tan bonita y adorable.
—¿Para papá no hay beso?—pregunta su padre y lo miro con suficiencia.—Papá se ha portado mal, no es merecedor de un beso.
Ian finge indignación. Mi Hija lo ve divertida, antes de gatear y a cercarse a él y plantar un baboso beso en la mejilla de su papá.
—Aprende de ella Lauren, no tuve que pedirle un beso, de ella nació dármelo. Deberías tomar su ejemplo.—murmura Ian mientras se levanta con Emily en brazos.
Aprovechando que Ian salió de la habitación, me apresuro a ir al baño. Me miró en el espejo y mi cabello está igual que el de Emily.
Madre e hija teníamos que ser.Unos minutos más tarde salgo del baño solo para encontrar a Ian acostado en la cama.
—¿Dónde dejaste al demonio de Tasmania?— bromeó y él se rie.
—La metí en una caja y la mandé rumbo a Irlanda.—Me río sin ataduras.
—¿Con qué intensión hizo eso usted señor Doyle? —lo cuestiono mientras me inclino hacia él, y le doy un casto beso.
—Con la inocente intención de pasar unos minutos a solas con la mamá de mis hijos. — Dice señalando el lugar en la cama junto a él.
—¡No!, Si me llegó a acostar ahí saldré con una nueva vida, no podemos ni con Emily, mucho menos vamos a poder con el par de gemelos que vamos a crear.
—¿¡Gemelos!?, No vamos a crear gemelos, están ves, serán trillizos.—dice altivamente el egocéntrico de mi esposo.
— ¿Dígame, señor Doyle? —lo cuestionó mientras me voy a acomodando en la cama. —¿Quiere a caso usted generar una guardería? ¿No le basta con los tres que tiene ya?
—Señora Doyle, no me gustan los números impares, y si podemos tener seis, ¿Por qué tener tres?—pregunta.
—Tres es suficiente, imagínate si tenemos tres más, tendríamos que comprar y conducir un bus. Y a mí me gusta mi camioneta. —le digo.
De un momento a otro no sé cómo logra girarme y quedar encima de mí.
—Buen punto, señora Doyle, mejor quedémonos con tres—Dice mientras desabotona mi camisa.
—Podemos disfrutar de como se hacen los bebes sin tener que seguir comprando pañales. ¿Qué te parece amor? —cuestiona.
—A Emi no le va a gustar que pruebes su comida —le digo —Emily tiene que aprender a compartir y ¿Qué mejor que aprender a compartir con su papá?, al fin y al cabo, yo llegue primero, lo que significa que realmente yo estoy compartiendo con ella y no ella conmigo.—dice.
Me besa y yo correspondo el beso. Las cosas van subiendo de tono hasta que escuchamos un toque en la puerta.
—Más vale que sea importante—murmura Ian, mientras se quita de encima de mí y yo cierro los botones de mi pijama.
—¡Adelante!— decimos al unisón.
La puerta se abre de par en par, dando paso así a mi ruidoso hijo de casi cuatro años.
—¡Mami, Emily no me deja jugar, todo lo toma y lo deja con baba! —Exclama molesto Daniel.
Declan viene con su hermana en brazos. Se acerca a nosotros y la pone con cuidado en la cama.
—¡¡Ya no aguanto a esa niña!! ¡¡Todo lo quiere para ella, no sabe compartir!!—exclama nuevamente Daniel.
Ian se tapa con la sabana para ocultar la gracia que le causa esta escena.
Declan no tiene mala cara, pero a un así le cuestionó. —¿A ti qué te hizo Declan?
—Nada, Emily y yo nos llevamos muy bien. ¿Somos cómplices del crimen cierto Emi?—le habla a su hermana que solo sonríe con sus encías sin dientes.
—No seas cabezota Declan, Emily no sabe hablar, ¡¡ella es una bebé!! Es obvio que no va a contestarte —dice Daniel, mientras intenta meterse como la pobreza en la cama.
—Háganme cupo, yo también quiero dormir—Dice Declan. Me muevo más hacia el centro para darle la esquina.
—¿Quién les dio permiso de invadir mi cama?—exclama Ian, quien al fin decidió dar la cara y salir de las profundidades de la sabana.
—Nadie me dio permiso, yo me invité solo —dice Daniel con la misma cara de suficiencia que su padre tenía hace rato.
—Lo que Daniel dijo —dice Declan.
—¿Amor, aún estás seguro de querer seis hijos?—le pregunto a Ian con burla.
—Para que querer seis si podemos tener tres.—me devuelve mis palabras.
—¿Quieren tener más hijos? Oooh no, no, no y no. Yo no quiero más hermanos.—nos dice Daniel antes de levantarse de prisa y salir por donde vino.
—Iré a ver qué ese niño no haga explotar la casa— nos dice Declan.—Y me la llevaré —Dice tomando a Emi.
Ian y yo nos miramos sin saber bien que acaba de pasar. Lo veo levantarse y poner seguro a la puerta. En otro día me levantaría a tomar a Emily y a controlar a Daniel, pero hoy es lunes y la niñera está de servicio.
—¿En qué estábamos? —pregunta —Oh, ya me acordé.
Se vuelve a acostar y estamos a punto de volver a hacer lo que estábamos haciendo cuando mi teléfono suena.
—¡¡Por todos los santos!! —exclama Ian.
Me río de su cara y tomo el teléfono, contesto sin ver quién es que llama.
—¡Hola!—digo. Mientras Ian me ve atentamente.
—Tanto tiempo sin oír tu voz Emily.
—Te he extrañado.
HELLOOOOO.
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Nuestra realidad.
Fiksi PenggemarEl amor es algo que muchas personas anhelan tener. Pero para Emily e Ian el amor será la razón por la cual lucharan contra enemigos, se enfrentarán a muchos peligros ¿Será suficientemente fuerte su amor, como para mantenerlos unidos? O ¿se destruir...