Catorce islas

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Internado disciplinario para varones Chaltam.

11 de Diciembre de 1911.

Con los ojos fatigados se pierden entre el verde de las hojas tres muchachos. La nocturna oscuridad yacía fisuras en la tranquilidad de Liam, quien caminaba pegado a Niall. Quien a su vez hacía de guía, pues aseguraba conocer cada rincón de Chaltam como la palma de su mano. Harry rascando su hombro, que instantes posteriores había quedado ajado gracias a una rebelde rama con la que rozó. Abeja seguía sin aparecer, y con cada día que pasaban buscándola se convencían más de que, donde quiera que estuviera, Chaltam no era el lugar de su paradero.

Exhaustos, volvieron a sus cuartos por la noche. No sin antes platicar un rato en el cuarto de Niall y Liam. Éste último no parando de hacer bromas sobre la situación sentimental de sus amigos. Como cuando dijo: "Deberían juntarse e ir a Brighton, con George Pussett, para pedir la mano de sus hijos".

Respecto a ese tema Niall dijo que tenía planeado hacer oficial su cortejo hacia Lottie cuando la tormenta pasara, y todo lo que se decía de él cesara. Incluso mencionó su deseo por conversar con Charlotte sobre esto antes que con su padre, una ruptura en el protocolo social. Un detalle, algo que nadie debía saber, por supuesto.

Harry pensando que los rostros de sus mismos padres al ver que Charlotte no sería su esposa. Aunque también tragando grueso al tener por hecho que si no era Lottie buscarían a alguien más. La tensión se hace menor cuando Liam dice que Margaret quiere tener un gato para llamarlo Toribio. Y es que sin que alguno de ellos lo notara, esas pláticas nocturnas eran como competencias para ver quién tenía un amor superior a sus amados. Pues Harry también mencionaba datos de Louis como si Niall y Liam no hubieran sido sus amigos ya por años.

Pero estaba bien, porque nadie le decía a nadie qué decir y qué no. A excepción de cuando Niall le repetía a Liam que se callara, no obstante, y para ser justos, esas ocasiones habían disminuido desde que Charlotte Pussett había marcado presencia en la vida del rubio. Tal vez porque ya no estaba en posición de criticar cursilerias.

Esas noches serían fieles representantes de la juventud de Harry. Eran su realidad, no lo que la gente asumía o creía, sino lo que era. Curiosamente, nadie graba todos los momentos con precisión en su cabeza, sencillamente porque hay instantes que ocurren y pasan desaparecidos hasta que horas, semanas, años o eternidades más tarde se mira atrás y se sabe que ese chiste, esa sonrisa o ese abrazo sí tenían importancia. Es entonces que esas se hacen memorias y finalmente se guardan en el corazón.

14 de Diciembre de 1911.

Harry recibe la noticia por parte de su hermano, de que su pedido estaba hecho. Un estuche de acuarelas con doce colores que posiblemente no hubiera conseguido sin la ayuda de dos socios que años atrás se juntaron; William Winsor y Henry Newton. El rizado sonríe con ilusión al saber que podrá hacer su regalo. Esa misma tarde concluye su dibujo: un intento de réplica del cuarto de Chaltam pintado todo en un color burdeos. Por la mente de un extraño estaría ocultado un mayor significado a la elección de tal color, sin embargo, Harry sabía que el motivo era sorpresivamente más simple; solo tenía tinta de ese color y negro azabache, por lo que predominante era el tono vino en la obra.

Y, en el pie de la página yacía firmado aquel dibujo bajo las iniciales "H. O. ". No había que romperse la cabeza para conocer el autor, al menos no era así si conocías algo de la vida del futuro poseedor Louis Pussett. Harry envolviendo el dibujo con un papel satinado de color verde enebro. Guardándose ese regalo entre las páginas de un libro que, a su vez, empacó días después entre su equipaje.

Para el viernes 15 de Diciembre de 1911 se dan por concluidas las clases de ese año en Chaltam. Los alumnos eran libres de emprender sus viajes rumbo a casa. A pesar de que tanto Liam como Niall estaban invitados a la fiesta de nochebuena en casa de los Ormrod, Liam abraza a sus dos amigos como si fuera una despedida de por vida. Niall le dice que no sea "ridículo", pues en días posteriores se volverían a ver. Harry solo se ríe.

El retrato del joven Ormrod || Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora