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Quedan 112 días.

-¡Brooke vas a llegar tarde!-Grito mi madre desde abajo.

-¡Ya voy! ¡Ya voy!-Dije mientras bajaba las escaleras rápido y agarraba una tostada para el camino.

-Por cierto, esta tarde viene tu primo.-Dijo mientras tomaba un sorbo de su café.

-¿Y eso porque?-Pregunte extrañada.

-A partir de hoy tiene que coger el autobús a las seis y media, así que se quedará aquí hasta esa hora todos los días.-Explicó.

-Vale, Bueno, me voy, hasta luego.-Me despedí mientras salía por la puerta.

-¡Con cuidado!-Escuche lo que dijo antes de cerrar la puerta.

Las clases fueron como siempre, hoy un profesor decidió hacer grupos y crearlos él, la verdad prefiero no hablar de esa parte del día.

Cuando las clases acabaron, Ethan se acercó a mí para decirme que se tenía que ir rápido, dejó un beso en mí labios y se fue.

Yo solo empecé a caminar hasta mi casa, pero todo empezó a ir mal cuando escuché risas detrás de mí, giré un poco mi cabeza y vi que tenía al grupo de Amanda detrás, lo cual era raro porque ninguna de ellas vivía por aquí.

Empecé a sentir que cada vez las tenía más cerca y que dejaban de reírse para susurrar, así que comencé a caminar más rápido, mi oportunidad se presentó cuando vi que había una esquina que daba a un parque, me metí en él y comencé a correr, no sabía si me estaban siguiendo o no, pero no me iba a quedar para averiguarlo.

Corrí hasta salir del parque y vi como ellas desde abajo de la calle miraban hacia los lados, buscando, buscándome, así que sin importarme si el semáforo estaba en rojo o verde, corrí hasta llegar a mi casa.

Una vez que llegué a la puerta recosté mis manos en mi cintura y agarre aire, el corazón me iba a mil, pero ahora me sentía a salvo porque estaba en casa.

Entre y mi madre estaba en la cocina lavando los platos.

-Qué rápido que has llegado hoy, ¿No?-Dijo una vez que entré a la cocina para servirme agua.

-Sí, no sé… Hoy he caminado más rápido.-Mentira no era.

-Ve arriba, anda, y no te olvides de saludar a tu primo.-Yo subí y dejé mi mochila en mi habitación.

Me acerqué a la puerta de mi hermano y Piqué, ya que estaba cerrada, porque él sí que podía cerrarla.

-Pasa.-La voz de mi hermano se escuchó.

-Hola-Dije acercándome y dándole un abrazo a mi primo.

-¿Soy yo o has crecido?-Pregunto mirándome.

-Yo la veo igual.-Comento mi hermano.-Bueno, ahora que ya has saludado, vete anda.

Yo solo hice caso y me fui cerrando la puerta detrás de mí, entré en mi habitación y aproveché para cerrarla también, si él podía ¿Por qué yo no?

Estaba aburrida así que me puse a ordenar y mientras sacaba unas cuantas libretas antiguas vi el que solía ser mi diario.

Recuerdo que me lo compré justo en el año en el que conocí a Amanda.

Abrí el diario y empecé a leer, aunque me acordaba de todo.






Esta historia va a publicarse completa en un solo día.
Así que este mensaje se va a repetir en cada capítulo.

⚠️No olvidéis votar y leer los agradecimientos⚠️(Yo me los suelo saltar pero por esta vez es importante que una vez acabada la historia lo leáis.)

Disfrutad la lectura.🤍

255 días antes de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora