-¡Mama!-Escuche a mi hijo Erik, llamarme desde arriba.
-¿Qué pasa?-Pregunté gritando un poco para qué me escuchará.
-¡Brooke, no sale del baño y quiero ducharme!-Solté un suspiro mientras dejaba el trapo de la cocina en la encimera.
Comencé a subir arriba, no sé por qué siempre que había un problema Brooke estaba ahí presente.
-Llevo esperando desde las cuatro y ya son las cinco y diez.-Suspiró mientras me acercaba a donde estaba.
-Brooke.-Pique a la puerta del baño.-Tu hermano quiere ducharse ¿Puedes salir de una vez?-No contestó.
-Brooke, joder que me quiero duchar.-Erik aporreó la puerta.
-No digas palabrotas.-Le reprendí.- Brooke, sal de una vez.
No contesto así que me acerque a la estantería que había al lado de la puerta y agarre la llave que se solía guardar por si te quedabas encerrado.
-Voy a abrir la puerta y después de esto vas a estar castigada.-Dije mientras introducía la llave y abría la puerta.
-¿Por qué nunca puedes ser bue...-Me calle en cuanto mis ojos miraron el suelo que solía ser blanco y ahora era rojo.
-¿Brooke?-Con miedo de mirar gire mi cabeza para hacia atrás de la puerta, junto al retrete estaba ella.-¡Brooke!
Corrí y me agaché a su lado mientras comenzaban a salirme lágrimas, su cara estaba pálida, y cuando la abracé me di cuenta de que estaba muy flaca ¿Desde cuándo hacía que no comía? Intentaba recordar la última vez que la vi acabar un plato de comida, pero no podía.
-¡Erik! ¡Llama a una ambulancia!-Él se encontraba quieto mirando a Brooke como si hubiera visto un fantasma.-¡No te quedes ahí!
Pareció salir del shock y salió corriendo del baño, segundos después apareció mi marido preguntando qué pasaba.
-¿Qué coño pas...?-Me miro mientras tenía a Brooke tumbada en mi regazo.-¿Qué ha pasado?-se agachó rápidamente a mi lado.
-No...no lo sé, ella estaba simplemente tirada aquí, sola, mientras le salía sangre sin parar.
Escuché sirenas acercándose y un minuto después los paramédicos entraron corriendo al baño.
-Cariño, déjalos trabajar.-No podía soltarla, no podía...
-¿Y si la suelto y su pulso vuelve y no me doy cuenta?-Susurre llorando.
-¿Qué...?
-Llevo rato intentando encontrarle el pulso, pero no hay, no puedo soltarla, tengo que encontrarlo.-Vi como los dos paramédicos se miraron entre sí.
Me apartaron de su cuerpecito y comencé a llorar aún más fuerte, vi como le tomaban al pulso y seguido de eso se volvieron a mirar, la chica tocó la cara de Brooke y se quitó los guantes para pedir una camilla por la radio.
Cuando llegó la camilla vi como se acercaba y le susurraba algo a quien la había traído, el chico se fue y cuando volvió instalo una bolsa en la camilla como las que suelen utilizar para los muertos.
-¿Por qué ponéis eso?-Dije mientras me acercaba.
-Señora...-Vi como atrás del paramédico sus compañeros subían a Brooke a la camilla, cerraban la cremallera.
-No...no...no-Me giré a mirar a mi marido para que dijera algo sobre lo que estaban haciendo, pero solo encontré su cara vacía, como si no se creyera que estaba pasando.
-¡Mi hija está viva!-Dije mientras empujaba al paramédico.
-Señora, lo más seguro es que cuando usted la encontró ella ya no estuviera aquí...-Yo solo negué con la cabeza.
ESTÁS LEYENDO
255 días antes de ti.
RomanceSiéntate y ponte cómodo, lo que estás a punto de leer, hará que pienses, ¿Por qué ella no hace nada? ¿Por qué no planta cara? Te adelanto la respuesta, ella nunca supo que podía hacerlo porque le hicieron creer que ella se merecía todo lo que le...