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Quedan 25 días.

-¿Lo llevas todo?-Ethan me preguntó mientras cerraba el maletero.

-Sí.-Dije rebuscando en la bolsa de playa.

-Entonces vamos…-Me agarró de la mano y entramos en el recinto de la playa.

Realmente todavía no estábamos en verano y parecía que el calor se había adelantado, además era sábado y no había clase hasta el lunes, así que…

Llevábamos treinta minutos en la playa, yo solo me había metido una vez y estaba tomando el sol. Ethan, en cambio, apenas salía del agua. Estaba tomando el sol boca arriba cuando alguien tapó el sol.

-¿Qué haces?-Le pregunté a Ethan mientras me bajaba un poco las gafas de sol para verlo.

-Te quiero.-Se puso de rodillas en la arena para darme un beso mientras seguía tumbada.-Por eso, siento esto.

Vi el momento exacto en el que sacaba un cubo de agua y me lo echaba encima. Yo solo pude gritar y levantarme de golpe por lo fría que estaba.

Vi cómo se reía a carcajadas junto con un niño que estaba un poco más atrás entre un montón de juguetes para construir castillos. De ahí había sacado el cubo.

-¡Te voy a matar!-Grite mientras empecé a caminar hacia él.

-¡Pero si te he dicho que lo siento y que te quiero!-Empezó a retroceder hacia el mar mientras seguía riendo

-¡Eso se dice después! ¡Cuando estás arrepentido!-Él solo siguióretrocediendo hasta que sus pies tocaron el mar.

-¡Ven aquí!-Me adentré en el mar hasta llegar a él.-¡Te tengo!

-¿Segura?-Mire sus manos enredadas en mi cintura y maldecí. Realmente era él quien me tenía a mí.

-Esto no se me va a olvidar.-Le aseguré.-Duerme con un ojo abierto.-Él solo rio por mi amenaza y me besó.

Después de pasar unas horas en la playa fuimos a su casa. Sus padres me habían vuelto a invitar a comer.

-Me encanta tu habitación.-Dije inspeccionando la toda.

-A mí me encantas tú.-Me beso y yo solo pude sonreír una vez que se apartó.

-Te amo.-Dijo mirándome a los ojos.-No sé qué me has hecho, pero estoy locamente enamorado de una loca.

-Yo también te amo -Susurre riendo mientras le devolvía la mirada.

-Ahora vuelvo, voy a cambiarme al baño y a darme una ducha rápida.-Yo ya me había cambiado, por eso iba descalza, solo faltaba él.

Una vez que la puerta se cerró me tapé la boca con las manos sin poder creerlo, sin poder evitarlo subí a la cama y comencé a bailar, aunque parecían más saltos.

-¡Está enamorado! ¡Está enamorado de mí!.-Comencé a cantar, aunque si alguien me escuchará diría que estaba gritando.

En uno de mis giros vi a Ethan con una toalla en la mano parado entre la puerta del baño, mirándome con una sonrisa divertida.

-He olvidado la camiseta.-Dijo mientras comenzaba a caminar hacia el armario, agarró una camisa y volvió hacia la puerta del baño.-Si lo llego a saber me quedo para bailar contigo.-comento riendo.

-¡Cállate!-Dije tirándole una almohada pero fallando en el impacto.

-Has fallado cariño.-Volvió a burlarse de mí.

Busque otra almohada para tirársela, pero antes de que impactará contra él cerró la puerta del baño haciendo que diera contra la puerta.

Comencé a reír sin poder evitarlo mientras escuchaba como el grifo del baño se encendía.

Ethan me dejó en mi casa por la tarde y apenas había pasado una hora que ya estaba discutiendo con mi hermano.

-¿Quieres dejarme? Estoy ocupada.-Él no paró y Siguió insistiendo.-¡Mama! ¡Erik no para de molestarme!

Cuando se suponía que yo le "molestaba" a él y se quejaba a mi madre, ella me regañaba y me decía que lo dejara en paz, así que…

-¿Qué pasa aquí?-Preguntó mi madre asomándose en la puerta de mi habitación.

-Erik no para de molestarme.-Dije cansada.

-Luego te quejas de que tu hermanono pasa tiempo contigo.-Me regaño.

Yo solo la miré deseando que lo que había escuchado fuera mentira y que no me acababa de demostrar que cuando se trataba de mí las cosas cambiaban.

-Cuando voy a decirle si quiere hacer algo, te dice que lo estoy molestando y me regañas, pero cuando él viene y me molesta a mí ¿Soy yo la que se lleva la culpa?

-A la próxima no vengas pidiéndome nada.-Dijo mi hermano enfadado mientras salía de mi habitación.

-No vuelvas a molestar a tu hermano.-Mi madre salió detrás de él.

Tenía ganas de llorar, pero no lo hice, no iba a volver a llorar por ellos, no se merecían mi lágrima. Agarré la cuchilla del cajón y volví a desahogarme. La sangre en ese momento eran mis lágrimas.







Esta historia va a publicarse completa en un solo día.
Así que este mensaje se va a repetir en cada capítulo.

⚠️No olvidéis votar y leer los agradecimientos⚠️(Yo me los suelo saltar pero por esta vez es importante que una vez acabada la historia lo leáis.)

Disfrutad la lectura.🤍

255 días antes de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora