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Quedan 70 días.

Nada volvió a ser normal.
Ahora sentía que cada cosa que hacía era mala.

Me hacían sentir como si los decepcionará solo con respirar.

Ahora ya no sabía que era peor, si estar dentro o fuera de casa. Supongo que ninguna de las dos.

Ahora mismo estábamos en clase, a la siguiente hora tocaba gimnasia y me sentía demasiado cansada para ponerme a correr.

-¿Estás bien?-Me preguntó Jason cuando se acercó a mí.

-Sí, tranquilo, ya sabes… Tengo sueño.-Comente con una sonrisa falsa.

Él me miró como si supiera que algo no estaba bien, pero no insistió, eso me gustaba de él, sabía cuando no quería hablar de algo.

-Te espero abajo, ¿vale?-Dejo un beso en mí mejilla que me sorprendió  y se fue hacia el gimnasio.

Fui al baño para ponerme un poco de agua en la cara cuandoestaba Amanda con todo su grupito, yo solo las ignoré. En un momento mientras me estaba mojando la cara sentí que algo me caía encima, pero no le di importancia.

Una vez abajo me agarré todo el pelo y me hice una coleta, aunque al final de la clase me acabé haciendo un moño mal hecho, supongo que lo malo de tener un pelo que te llega por debajo de la cintura es pasar calor.

Cuando llegué a casa escuché a mi hermano con mi primo en la habitación jugando a algo en la consola. Mi madre estaba viendo la tele, así que no dije nada y empecé a subir las escaleras.

-Brooke, no te muevas.-Me dijo mi madre.

Yo solo le hice caso mientras sentí que se acercaba a mí y tocaba mi pelo.

-¿Qué pasa?-Pregunté asustada.

-Ven conmigo.-Yo solo la seguí y me senté en la silla que apartó para mí.

-Mamá, ¿Qué pasa? Me estás asustando.

-Tienes un chicle en el pelo.-Confesó por fin.

-¿Me lo puedes quitar?-Pregunte tranquila.

-Brooke, lo tienes muy enredado.-Comentó con voz preocupada.-Voy a tener que cortar.

Cinco minutos después mi madre estaba detrás de mí mientras con unas tijeras cortaba mi pelo.

-No te muevas.-Dijo concentrada.

-No me estoy moviendo -conteste.

Estuvo una media hora contando hasta que no quedó chicle en mi pelo.

-Brooke, no te asustes cuando te mires.-comentó.

Me levanté de la silla y corrí al baño para mirarme en el espejo. Desearía no haberlo hecho. Mi pelo ahora estaba por encima de mis hombros, como la dora exploradora, solo que sin flequillo.

-Cómo tenías el moño, el chicle se te había enredado mucho.-Explicó mi madre.

Después de una hora seguía sin poder creerme que mi pelo había desaparecido.
Cuando me fui a dormir ya me lo creía, pero no quería aceptarlo.
Cuando me desperté a la mañana siguiente casi lloré al ver que no era una pesadilla.
Y cuando vi la sonrisa de Amanda al ver mi pelo sin una pizca de sorpresa en su cara, supe que había sido ella quien había puesto el chicle en mi pelo.






Esta historia va a publicarse completa en un solo día.
Así que este mensaje se va a repetir en cada capítulo.

⚠️No olvidéis votar y leer los agradecimientos⚠️(Yo me los suelo saltar pero por esta vez es importante que una vez acabada la historia lo leáis.)

Disfrutad la lectura.🤍

255 días antes de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora