Capítulo 14

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Los siguientes dos días después de que Robert fuera a la cafetería fueron un fiasco total, estaba totalmente perdida, mi día y noche era pensar en él, literalmente estaba pensando en él, en lo que sabe de mi, me carcome el cerebro pensar que es ese secreto.

Aunque... creo que lo estoy imaginando y sintiendo, mi estomago se contrae de solo imaginar que él sepa de mi extraña habilidad, nadie lo sabe, excepto mi abuela y Andy, que por obvias razones no voy a explicar ni dar más vueltas a ese tema.

Pero ¿Cómo podría ser posible que Robert sepa mi secreto?

No creo que sea eso, ¿cierto? O quizás solo quiero convencerme de que es así.

—Sam. —escucho mi nombre a lo lejos, centro mi mirada y veo a mi compañera de trabajo—. Sophie llamando a Sam a tierra. —dice con una sonrisa divertida—. Parece que estabas perdida en otra galaxia, ¿acaso disociaste por un minuto?

Su pregunta me deja un tanto fuera de mi y luego comprendo, creo, porque estoy en este plano, pero mi subconsciente no.

—Al parecer. —digo con una risa perezosa.

—¿Qué sucede? —me pregunta esta vez con mas seriedad.

La observo, luego miro a mi alrededor, estamos en la cafetería almorzado, quiero percatarme de que ellos no estén cerca.

—Es que no he avanzado nada de mi trabajo de literatura. —digo, es una verdad a medias, porque realmente no he avanzado nada, no he tenido cabeza para pensar en ello, además mi compañero me quiere interrogar como si fuera un agente y yo una prófuga.

—Entiendo. —asiente—. Es difícil cuando tu compañero es alguien que no te agrada. —hace una mueca de disgusto y yo asiento.

—No sé como lo vamos hacer, no creo que pueda acércame a él y hablar así de fácil.

—Si quieres puedo acompañarte. —se ofrece con una sonrisa radiante.

Eso seria una gran idea, aunque no sé que me conviene mas, que Robert solo me diga a mi lo que tiene que decir o que me amenace con contarlo frente a Sophie.

Estoy preocupada, bastante diría yo y quiero acabar con esto, pero ese maldito... okey debo dejar mis malas palabras, pero es que me esta desquiciando, además que no lo he visto desde hace dos días y eso me desespera, podría aparecer en cualquier momento y yo con mi nerviosismo soltar todo de una.

—Eso seria buena idea. —le respondo a Sophie.

Debería decirle a Andy sobre esto, la verdad no lo quiero preocupar, aun no se siente bien y no quiero que salga de casa, aunque también me preocupa estar lejos y no ver como sigue, podría desaparecer y yo no estar con él, creo que eso seria horrible, porque hay tantas cosas que no le he dicho.

Espero se recupere, porque aun nos queda mucho que hacer, esto no puede acabar así como así.

—Ojala los profesores dejaran hacer los grupos que uno quiere, pero ese sentido de miradores hacia el futuro, con que no siempre podremos hacer grupos con personas con que queramos, me quema la cabeza.

—Es verdad. —me rio por lo bajo, porque lo que ha dicho Sophie es chistoso, pero cierto.

Seguimos comiendo en silencio, mi compañera de vez en cuando revisa su celular que vibra seguido, ella es mucho mas activa con la tecnología que yo, aunque uso mi celular para leer, no tengo mas redes que esa, tampoco soy de comentar, soy mas como una lectora fantasma, aunque muchas veces quisiera dejar mis opiniones, pero no sé que pensara la autora o que podrían decir los otros lectores, quizás solo moleste, eso pienso, pero a veces me pican los dedos por hacerlo, tal ves deba dejar mis miedos de lado y ser más participe.

Puedo Verte AndyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora