“Mi dulce amor prohibido
Contigo he aprendido
A no darme por vencido
He sufrido, he llorado
Ocultando este sentimiento
He pecado, he mentido
Corazón atormentado
Secreto del corazón
Jamás revelado”
Secretos del Corazón, Yarumi Eire..
A partir del día en el que deje mis mascaras atrás Nakahara Chuuya se convirtió en mi compañía permanente, en tres meses que llevábamos juntos no había tenido un intento de suicidio, tan solo cada día era felicidad pura, nuestras discusiones infantiles, despertar a su lado.
Sentí que nada podía salir mal, por primera vez realmente comprendí las palabras de Odasaku, y tenía razón, me había hecho un poco mejor toda esta luz...
.
-Despierta, caballa apestosa – el tono cariñoso me hace sonreír - así que solo fingías.
-Si, algo así - abro los ojos, apreciando la maravillosa vista, sus ojos azules tan brillantes, la sonrisa perfecta – pero es que la babosa es tan cálida que no quiero levantarme.
Estamos acostados frente a frente, como de costumbre Chuuya duerme con tan solo una playera mía puesta.
-Debes trabajar – me besa la nariz – mi vino no se paga solo...
-Oh mi pequeño Chuuya es tan codicioso – lloriqueo abrazándolo – solo está conmigo por interés...
-Oi, bastardo, suéltame – se remueve, aunque en realidad no hace mucho esfuerzo por librarse de mí.
-No, no hasta que mi chibi sea sincero.
Revoloteamos un poco más en la cama, hasta que el ríe fuerte.
-Osamu, te amo – me roba un beso.
Estoy totalmente sorprendido.
-Te amo Nakahara Chuuya…
Y en ese momento lo comprendí, quizás es muy rápido, inesperado, pero no puedo vivir en un mundo sin Chuuya a mi lado, es como si nuestro destino estuviese entrelazado, que todo estaba predestinado a encontrarnos para estar juntos; le pediré matrimonio.
-Muy bien Dazai – se levanta – iré a preparar el desayuno, quita esa cara de idiota.
-El idiota que amas – me burlo.
Escucho sus pasos alejándose, permanezco un rato más tirado en la cama, observando el techo, analizando los acontecimientos, poco a poco todo a cambiado, mi casa ya no es el desastre insalubre que era, todo esta limpio y en orden, cálido, ahora si es un hogar.
Me levanto, voy al baño, debo arreglarme para ir al trabajo, como siempre siguiendo mi rutina, aunque solo quiero estar a lado de chibico; él también consiguió trabajo, así que llevamos una vida normal de pareja, o al menos eso creen todos.
Al salir de la cocina él ya está tomando café.
-Te prepare un almuerzo…
-Oh, que esposa tan dedicada tengo.
-Imbécil – gira su rostro tratando de ocultar el sonrojo.
-Gracias – me siento a desayunar - ¿no trabajas?
-Entrare más tarde.
.
.
.
El tiempo pasa de forma rápida, el trabajo en la Agencia a estado aburrido, realmente no ha sucedido nada interesante, hasta ahora he logrado escaparme de hacer informes, se los he dejado a Atsushi-kun.

ESTÁS LEYENDO
Llanto de sirena
FanfictionLos mares esconden oscuros secretos, lo cuales quizás nunca deberían ser revelados. La furia del mar es implacable... El dolor por una traición es incurable... ¿Y si la traición es un acto de amor? ¿Preferirías condenar tu alma y no la del ser amado...