Llanto de sirena

Diez

-Eres tan grosero y tonto como Rintarou – coloca sus manos en la cintura y golpea con su pie el piso – pero – sonríe – no vivirás mucho más…

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Solo quiero que desaparezca, sabia que hoy seria un pésimo día, por eso no quería venir a trabajar.

-Dazai-san – murmura Atsushi - ¿Quién es la niña?

-No es nadie, no veo a ninguna niña – sigo sin ver a Elise.

-¡Mamá! – grita molesta – aquí está el traidor.

Siento la mirada de la mujer en mí, tan fría y letal.

-Tienes algo que me pertenece – me veo obligado a verla.

Nunca la había conocido en persona, es hermosa, aunque no es eso lo que me impresiona, es algo más, un aura extrañamente familiar, tan parecida a Chuuya.

-Te equivocas de hombre – respondo tranquilo – además… ¿Qué hace una ejecutiva de Port Mafia en territorio enemigo? – sonrió satisfecho.

-Bueno vengo por un traidor…

La oficina se queda en un tenso silencio, ambos nos sostenemos la mirada.

-No puedes hacerme nada, mala suerte para ti.

-Error – tararea Elise – Rintarou ya no es el jefe.

Por un momento abro los ojos, sorprendido, ese viejo jamás dejaría el poder por voluntad propia, así que debe haber algo más detrás de eso.

-Oye Dazai – perfecto, ahora se une Kunikida, todo puede ir siempre a peor, por suerte chibi chibi sigue dormida – explica, ¿Por qué un ejecutivo de Port Mafia esta aquí? Y sobre todo, ¿de dónde se conocen?

-Bueno, no tengo idea de porque está aquí – decido fingir un poco más – bueno quizás solo es que, no puede olvidarse de mi…

-No seas asqueroso – ella me interrumpe.

-Osamu es un mentiroso – Elise comienza a sonreír, y listo el demonio ya esta desatando su venganza – ya quisiera que mamá estuviera con él, estamos aquí porque ella lo va a matar – le entrega un dibujo a Kunikida, claramente soy yo decapitado.

-Lamento desilusionarte Elise-chan, pero eso no se puede – tarareo – ni siquiera un ejecutivo puede ir en contra del jefe…

-Oh, si es cierto – se coloca frente a la mujer – pero ahora Rintarou ya no es el jefe.

Abro los ojos, sorprendido y observo a la ejecutiva.

-Disculpa – interrumpe Yosano - ¿cómo estas tan segura?

-Bueno eso es simple – la observa – lo sé porque Rintarou es mi papá, e hizo algo que no debía así que el tonto ya no es jefe.

-¿El jefe de Port Mafia tiene una hija? – Atsushi murmura confundido.

-Desgraciadamente si – suspira la menor – además mi hermano también es tan idiota como Rintarou.

-¿Un hermano?

-Sí, ustedes lo conocen…

-¡¿Qué?! – exclaman todos al unisonó, yo comienzo a empacar mis cosas, la única desventaja de tener a Sonoko es el hecho de que mis huidas se complican.

-Es Osamu – sonríe – el hijo mayor de Rintarou, jefe de Port Mafia.

-Es mentira – murmuro, saco a mi hija de debajo del escritorio – bueno nos…

No puedo terminar la frase, una pelirroja me quita a mi hija de brazos, es rápida, demasiado.

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