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—¿Donde estabas?

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—¿Donde estabas?

¿Sabes cuando te vuelves tan distraída que olvidas las cosas? Sí, olvidé entrar por la ventana y ahora Charlie me mira como si hubiera cometido un crimen.

Y es culpa de Jasper.

—¿Caminando?

Sonreí torpemente y tomé una hoja seca de mi cabello y caminé a la cocina por un poco de agua.

—¿A las 11 de la noche?

—Estaba sin hora.

—Lily — Charlie me llamó serio —¿Estás saliendo con alguien? — Me atragante con el agua y al poco tiempo vino a ayudarme —¿Es ese chico? ¿El Cullen?

—Hale. — le corrigi y frunció el ceño, me rendí.

—¿Estás al menos usando, ya sabes... protección? — Miré rápidamente a Charlie, que tenía las mejillas sonrojadas por mencionar este tema.

—Nosotros bueno... — dudé al ver a Charlie mirarme atentamente —No somos pareja, Jasper y yo aún nos estamos conociendo.

Él asintió y fue a beber agua. Poco sabe él que acabo de tener sexo con Jasper en el bosque.

—Solo ten cuidado Lily, no quiero verte sufrir como lo hizo Bella.

Sonreí ante su preocupación y lo abracé.

—Tendré cuidado Charlie, gracias por preocuparte por mí.

Subió y suspiré mirando al cielo. Ojalá estuvieras aquí para hablar conmigo, papá. Puse el vaso en el fregadero y me fui a duchar y luego a dormir.

( . . .)

Jasper y yo estábamos bien, no volvimos a tener sexo pero nos volvimos más cercano, claro que tanto él como yo escondíamos algo sobre nuestro pasado, pero decidimos dejar que se desarrollara con el tiempo.

—Lilian — Escuché la voz de Isabella en la puerta del ático.

—¿Que pasó? — Pregunté concentrada en mi grimorio.

—Tenemos que hablar de Charlie. — dijo en un tono preocupado haciéndome soltar mi grimorio y abrir la puerta para que ella entrara.

—¿Que pasó? ¿Sucedió algo?

—¿Has notado que está más pálido? ¿Y más cansado?

Me detuve a reflexionar y Charlie estaba bastante pálido estos últimos días, apenas lo había visto comer bien y casi me doy una paliza por no prestarle tanta atención.

En mi defensa estoy trabajando en un hechizo protector.

—Pensándolo bien,  no come ni duerme bien.

—Isabella suspiró preocupada haciéndome sonreír. Fue bueno verla finalmente cuidando a su padre.

—No comió el desayuno que le preparé hoy, solo tomó una taza de café y se fue a trabajar.

Isabella se acostó en mi cama justo al lado del grimorio mientras yo me levantaba y miraba pensativa el bosque.

—¿Cómo puedes leer esto?

Me di la vuelta viéndola confundida leyendo una página del grimorio.

—Está en latín, mi lengua materna.

—¿Pero no naciste en Brasil? — Asentí. —Pensé que tu lengua materna era el portugués.

—Ambas son mis lenguas maternas Isabella. — hizo una mueca cuando escuchó su nombre en latín. —Proviene de mi lado de bruja, ya que he estudiado hechizos desde que era una niña.

—¿Y esto qué es?

—Te pareces a esos niños curiosos de 10 años que señalé. — al verla avergonzarse más al contrario de lo que pensaba, ella solo levantó la barbilla y puso los ojos en blanco.

Sí, me gusta más esta Isabella.

—Estoy intentándolo Lily.

—Lo sé, y lo aprecio.

Me senté a su lado mirándola concentrada en tratar de leer mi grimorio.

—Verás aquí. — señalé el dibujo de un posible collar —Es donde se colocará el hechizo.

—¿Por qué un collar?

—Puede ser una pulsera, un anillo, cualquier objeto que tenga contacto directo con la piel. — le expliqué.

—¿Y qué hechizo es?

—Un hechizo protector contra cualquier ataque, ya sea humano o sobrenatural.

—Vaya esto es...

—-Sé que es increíble, he estado haciendo la parte teórica del hechizo desde hace unos días, solo necesito algunos ajustes y podré hacerlo. Por eso no me di cuenta tanto de que Charlie estaba volviendo para atrás otra vez.

—No es tu trabajo cuidarlo Lily, es el mío.

—Lo conozco Isabella, yo solo... Charlie es alguien muy especial y me gusta cuidarlo.

Suspiró luciendo pensativa y luego su rostro se iluminó como si tuviera una idea. En ese momento no sabía qué esperar de nuestra Isabella.

—¿Qué te parece...? — comenzó — ¿Deberíamos llevarle el almuerzo hoy?

La sonrisa en su rostro me contagió, así que le devolví la sonrisa dejando que todo mi orgullo se mostrara en mis ojos.

—Estoy muy orgullosa de ti. — los ojos de Bella se iluminaron cuando escuchó lo que dije. —Es hermoso ver que tratas de cuidar más a tu padre.

—Gracias por hacerme ver que no estaba siendo una buena hija para él.

Nos abrazamos y luego bajamos a preparar el almuerzo para Charlie.

Nos abrazamos y luego bajamos a preparar el almuerzo para Charlie

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Yo también estoy orgullosa de ti, Bella, sigue así.

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COPO DE NIEVE; Jasper Hale Donde viven las historias. Descúbrelo ahora