(No seas un lector fantasma y deja tu voto)
JASPER
La llevé a la habitación y la acosté usando mi don para que durmiera más rápido. Cuando me di cuenta que ella había tocado a Alice y luego entró en trance me asusté y luego cuando la vi debilitarse y prácticamente caer en mis brazos me desesperé.
Nunca en mis 164 años me había sentido tan asustado como hoy cuando la vi pálida en ese sofá.
La miré dormir sobre mi pecho mientras pensaba en todas las cosas que quería contarle, todos mis secretos y mi historia que tanto quiero olvidar, pero ahora quiero que ella sepa, que me conozca por completo, que conozca mi pasado.
La noche pasó y entonces el sol, aunque débil, empezó a salir mientras yo seguía escuchando su respiración tranquila y su corazón. Miré el reloj de la cómoda y vi que eran casi las 9 de la mañana.
Inesperadamente apretó mi camisa, frotando sus piernas, excitándose, haciéndome mirarla justo cuando mi nombre salía como un susurro de sus labios.
Ella estaba soñando conmigo.
Sonreí y luego suavemente la quité de mí y vi cómo su respiración se hacía difícil a medida que aumentaba su excitación.
— Hijo de puta. — mi sonrisa creció cuando ella me maldijo a través de un gemido mientras aún dormía.
Levanté un poco su camisa, que era mía, y dejé ligeros besos en su vientre y hacia sus pantalones cortos. Comencé a quitárselo lentamente, tratando de no despertarla antes de que pudiera saborear sus palpitantes profundidades.
Cuando finalmente la dejé desnuda de cintura para abajo, subí besando sus muslos, arrancándole algunos suspiros hasta que la vi, empapada, suplicando por mí.
— Más. — levanté la vista encontrando su mirada adormilada pero desesperada sobre mí haciéndome dar una sonrisa pícara y solo pasando mi lengua viendo como ella arqueaba su cuerpo dando un fuerte suspiro — Por favor — gimió.
Sostuve sus muslos y
Mirándola a los ojos comencé a lamerla. Pasé mi lengua por sus labios hasta su entrada, donde la follé con mi lengua un par de veces y luego subí, mordiendo y chupando con fuerza su clítoris, amando escuchar los gemidos no tan tímidos de mi esposa.
— Maldita sea, tú…haces esto tan bien.
Su mano fue a mi cabello, jalando y empujándolo más hacia ella mientras rodaba hacia mi cara.
Me concentré en chupar su clítoris y lentamente introduje dos dedos dentro de ella buscando su punto G. Di embestidas lentas y profundas y cuando la punta de mi dedo tocó su punto sensible ella arqueó la espalda, dando un pequeño grito, mirando hacia abajo.
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COPO DE NIEVE; Jasper Hale
Fiksi Penggemar𝖢𝗈𝗉𝗈 𝖣𝖾 𝖭𝗂𝖾𝗏𝖾 | Muchos anhelan la inmortalidad pensando que es algo interesante, no para Lilian. No cuando se siente sola. Y es precisamente por este sentimiento que deja todo en su país y acude a atender la llamada de Charlie, teniendo...