Heridas

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Jardín de Athena.

Ambos se encontraban sentados entre la hierva, la diosa había desarrollado una gran curiosidad acerca de los orígenes de sus caballeros, ya había consultado a Shion, el patriarca dijo todo acerca de los caballeros de plata y bronce que estaban en el Santuario, también le contó acerca de la orden dorada, aunque debía admitir que la historia de Milo le había llamado bastante la atención.

Athena: Milo, dime algo, ¿aún recuerdas como fue que llegaste tú al santuario? - preguntó.

Milo: creo que sí, como olvídarlo fui el remplazo de alguien más - respondió.

Athena: ¿el remplazo? - preguntó confundida.

Milo: Si, se supone que mi hermano mayor era él que debería haber venido al santuario y convertirse en caballero dorado. No yo.

Athena: ¿Que ocurrió Milo?

Milo: mí hermano murió, se ahogo, después de esto mi papá se fue y nos dejó solos a mi madre y a mi, mi madre me odiaba después de estos lamentables hechos, por lo cual sin decirme nada se acerco al balcón de la casa donde vivíamos y delante de mis ojos me abandonó.

Athena: perdón... - se disculpó.

Milo: no se preocupe, el patriarca me dijo que estas cosas ocurrían y que debíamos aceptarlo.

Athena: ¿y después de eso?

Milo: me quede a cargo de un tío, el cuál tampoco me soportó. Y gracias a las deudas que tenia y al no querer seguir teniendo me, me propuso subastar me, era muy pequeño y quería terminar con mi sufrimiento así que acepte. Ya no me importaba nada. Pero estando ahí detrás del telón me encontré con un hombre de cabellos azules, quien llevaba una caja dorada en su espalda, era Saga, quien después de decirme que era del santuario y que había sentido mi débil cosmos desde la lejanía y había venido por mi y sin que tuviera mucha opción me cargo y prácticamente me robó de donde me tenían para traerme aquí. Y Aquí me tienen - respondió sonriendo.

Athena: y realmente agradezco que haya hecho eso - confesó mientras el otro sonrió - pero Milo... esa no es la historia que Shion me contó, hay algo que no me estas contando.

Milo: el patriarca piensa que estoy loco. Yo tengo una maldición señorita Athena, mi vida es un completó descontrol, veo y escucho de todo. Siempre e visto cosas raras que nadie más ve, muchas de estas me asustan, me persiguen y me hieren, mi familia era muy unida, siempre en estas situaciones me protegían hasta aquel fatídico día. Mi madre dicen que era como yo y probablemente ese haya sido el motivo por el que se lanzó.

Athena: ¿y tú que piensas? - preguntó.

Milo: pienso que no importa ahora, todos ellos se fueron y mi único trabajo es cuidarla a usted. Usted me entregó un lindo hogar y fue la causante de que me trajeran aquí y me devolvió mi humanidad y también me hablo de esta magia ilimitada que ahora poseo, así que voy a seguirla como su fiel subordinado.

Athena: te lo agradezco mucho - dijo sonriendo, ambos guardaron silencio por un rato, sintiendo la paz de la brisa que suavemente se dejaba sentir en ese lugar. No pasó mucho cuando Shion apareció nuevamente haciendo que ambos se voltearan, para después escuchar al pontífice decir.

Shion: Milo, necesito que me hagas un favor, tenemos problemas en el pueblo - informó mientras Milo se puso de pie y se acerco a él.

Milo: dígame su ilustrisima - pidió.

Shion: realmente hay poca información, tenemos un posible titan de tierra molestando a los aldeanos - respondió mientras Milo jocosamente río, para después decir.

Esto Es Guerra (Camus x Milo & Surt X Milo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora