Con Milo.
Había corrido y corrido por todo el lugar, mientras que sentía como los pasos acelerados de esa persona y el titan lo seguían muy de cerca.
Milo: ¡que suerte tengo con los locos! - aseguró sin dejar de correr - gracias por la ayuda Mü - comentó sarcásticamente mientras seguía corriendo.
Sin fijarse que había un gran agujero a escasos cinco centímetros de él, por lo cual cayó de forma estrepitosa, hasta llegar al final de aquella cueva subterránea.
Milo: ¡Ay! Eso me dolió... - susurro mientras se levantó del suelo, se sacudido un poco mientras veía el lugar donde se encontraba - ¿Que es este lugar? - preguntó mientras veía todo, el lugar era iluminado por varios cristales azules y rojos, nunca había visto algo así, así que curioso comenzó a ver y tocar todo - Cool - decía impresionado mientras tocaba todo - pin, pu, paa... yuju, este lugar es fantástico - decía feliz.
En el santuario.
Athena sintió que un poder divino rodeaba su santuario, por lo cual sin detenerse a escuchar lo que la de cabellos plateados le decía, se dirigió a la entrada del templo del santo pontífice, únicamente para ver como una gruesa capa de niebla había cubierto por completo su santuario, sus caballeros estaban preocupados, mientras intentaban comunicarse entre ellos mismos. Ella por su parte únicamente apretó sus labios, para después dar una orden.
Athena: Caballero de piscis, por favor, apresúrate y acompaña al caballero de acuario, traigan a Milo enseguida - ordenó, para después escuchar un "si, enseguida" de parte del doceavo guardián del santuario mientras ella preocupada veía la niebla - si Érebo esta aquí, significa que algo muy malo están tramando - fue lo que susurro mientras sentía un frío viento llegar a su rostro, para después sentir otra presencia divina en su templo - ¿Hermes? - fue lo que confundida preguntó.
Mientras tanto.
Con Milo.
Tan distraído estaba que cuando se fijo estaba rodeado por una gran niebla, mientras veía muchas sombras ir y venir por ella, rodeándolo, su aguja se había activado sin siquiera haberlo querido, mientras su armadura comenzaba a brillar.
Milo: ¿estas llamando a alguien? ¿Por qué? - preguntó confundido.
Para momentos después ver a una silueta, enorme y masculina acercarse a él entre las sombras, inmediatamente quiso ponerse en guardia, pero su cuerpo había sido totalmente paralizado mientras que sin tomar a equivocarse, supo de inmediato que era un dios, un hombre de cabellos oscuros y ojos color rojo se presentó ante él.
Xx; hm... así que eres tú - dijo sonriendo.
Milo: Si, si soy yo... - respondió serio, para después decir - ¿que quieres decir con que soy yo? - preguntó nervioso. El hombre por su parte tomó su rostro entre sus manos, acercandolo un poco al suyo.
Xx: lindo rostros, un hombre fuerte y joven, además de muy carismático, padre se lució - indicó para después soltarlo - me presento soy Érebo, es un gusto verte de forma física al fin, pero... ¿un caballero de Athena? - preguntó.
Milo: ¿Érebo? ¿Él dios de la oscuridad y esposo de la diosa Nix? - preguntó asustado.
Érebo: hm... ¿así que me conoces? Que bien, por lo menos padre no acepto a un idiota para representarlo - aseguró mientras lo tomó de la mano y comenzó a jalarlo.
Milo no sabía si porque seguía en Shock o si realmente era un idiota, le seguía el paso al hombre que lo estaba llevado a un lugar más oscuro que su propia mente que ahora se encontraba autoinsultandose por seguir insultandose así mismo en vez de buscar la forma de escapar. En eso estaba cuando se distrajo con más diamantes cual niño pequeño.
Xx: ¿ya terminaste de curiosear? - preguntó una voz, que se le hacía conocida.
Milo: perdón, pero mi naturaleza es curiosa - se disculpó con los cristales.
Xx: sabes que mi paciencia es poca - aseguró mientras Milo veía nervioso el cristal.
Milo: bueno, no es como si pudieran irse a algún lugar - respondió nervioso.
Xx: date la vuelta - ordenó molestó.
Milo: no puedo - aseguró sin dejar de caminar, cuándo sintió que una mano más fría que un helado lo tomó por el brazo, al mismo tiempo que lo jalaron hacia atrás, soltandolo del agarre del dios que se volteó al instante, al igual que Milo, sorprendido vio a un hombre de cabellos rojos el cual levantó sus brazos juntandolos en forma de jarra, al mismo tiempo que lazo un ataque, que únicamente le pertenecía a una persona que el apreciaba.
Xx: ¡Ejecucion de aurora! - grito al mismo tiempo que bajo los brazos y el hielo salió disparado, al mismo tiempo que Milo susurró un...
Milo; ¿Camus? - preguntó al mismo tiempo que cayó al suelo sentado y el dios fue mandado a volar, sus cabellos tan rojos como sus amadas manzanas, esa figura imponente más la armadura divina de acuario le hacían ver un increíble espectáculo.
Él otro por su parte se dio la vuelta lo cargo al estilo princesa y se lo llevó corriendo de ahí y pasados unos minutos Milo preguntó.
Milo: ¿esto es natural? - preguntó mientras agarro un mechón de cabello del chico.
Camus: Ja, ja - río sarcásticamente - tú en la anterior dimensión me hiciste pintarlo así - dijo molestó mientras salto y salió del lugar. Para después ponerse a correr en dirección al santuario.
Milo: ¿en la anterior dimensión? Oye ¿de cuál droga vencida de Saga te fumaste? - preguntó.
Camus: ¿Perdona? - preguntó serio al mismo tiempo que tropezó, soltando a Milo que cayó sentado a escasos centímetros de él.
Milo: ¡auch! ¡Oye eso me dolió! ¡no puedes ser un poco más delicado! - grito mientras el otro se le tiro encima.
Camus: Silencio - le ordenó mientras cubrió si boca, Milo por su parte molesto lo vio, mientras intentaba hablar, y no estaba demás decir que en la posición que lo tenía más su peso, no le estaban dejando más tranquilo.
No pasó mucho cuando vio a la roca pasar corriendo a escasos centímetros de ellos, mientras oía al tipo loco pasearse por los árboles, buscándolo suponía y su armadura seguía brillando, llamando a las otras, curiosamente veía como la armadura de Camus respondía y se sincronizaba a la suya.
Continuará...
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Esto Es Guerra (Camus x Milo & Surt X Milo)
FanficAún dormido, en la profunda Oscuridad pudo escuchar primero una triste melodía, un canto místico, triste y melancólico. ¿acaso ese era el famoso lamento de Athena?. Por otro lado, él jamás se espero esto. Jamás pensó que algún día estaría entre este...